¿Por qué los recordamos?
Uy, tantas y tantas memorias llegan cuando vemos a este boy-band vomitivo. La secundaria, cuando se pusieron de moda las pistas de hielo, cuando Fey (por alguna extraña razón que décadas después no comprendemos) popularizó las “donas” de cabello en los brazos. Pero sobre todo, porque las niñas pre-pubertas tenían sus primeros impulsos sexuales con estos clones de Magneto. Y los machines se peinaban como ellos para gustarle a ellas.
¿Qué pasará cuando regresen?
Un par de millones más a la cuenta personal de Tony Berumen. Los vamos a ver en esos programas matutinos donde los conductores demuestran su centímetro y medio de inteligencia hasta el cansancio y cantarán en algún antrillo fresa.
Posibilidad (real) de reunión
Si Magneto volvió, todo puede suceder. Es México. O qué, ¿alguien me puede decir de algún otro boy-band exitoso después de estos? El ADN de la música popular lo demanda. Espérenlo.