¿Hamlet como mujer? ¡Imperdible adaptación del clásico de Shakespeare!

Hamlet de William Shakespeare es una de las obras con más adaptaciones al cine y al teatro. Platicamos con Irene Azuela sobre la nueva adaptación dirigida por Angélica Rogel en donde la galardonada actriz hará del príncipe, o más bien princesa, de Dinamarca.

Conocemos la historia, ya sea por el icónico soliloquio de Hamlet (“[s]er o no ser, esa es la cuestión…”) o la imagen del actor que sostiene una calavera frente a sí mismo mientras habla al vacío aparente. Si bien la obra de Shakespeare fue escrita hace más de 400 años, los temas que retrata en ella siguen estando vigentes: el duelo y la locura, la traición, la ambición, la política y el drama familiar. Nada de esto ha pasado de moda. Como sostiene Irene Azuela, protagonista de una nueva versión de la obra, “todxs tenemos un acercamiento único a Hamlet”.

En Inglaterra únicamente —entre escuelas, teatros comunitarios y el Globe, el teatro para el cual fue originalmente pensada la obra— hay aproximadamente cien producciones de Hamlet al año. Desde sus primeras puestas en escena a principios del siglo XVII, la obra no ha dejado de ser interpretada, repensada y amada por miles. Esas reimaginaciones han permitido un magnífico coqueteo con el material base que nos posibilita el preguntarnos desde cómo sería Hamlet en Nueva York en el año 2000 hasta qué implicaciones tendría que Hamlet fuera una mujer.

¿Hamlet mujer?

Ofelia y Gertrudis son los dos personajes femeninos de la obra y aunque las enmarcan una multiplicidad de secretos, temores, pasiones y motivaciones que las vuelven complejas y que seguramente enorgullecerían a cualquier actriz de interpretarlas, algo magnífico sucede con la oportunidad de tener a un Hamlet interpretado por una mujer. Así lo han reconocido también una serie de directores y directoras que le han otorgado el rol principal a actrices a lo largo de los años. Desde Charlotte Clarke en el siglo XVIII hasta Cush Jumbo en el 2020, existe una tradición de mujeres que se han apropiado del rol del príncipe de Dinamarca, ya sea como varón o como mujer. En esta nueva versión dirigida por Angélica Rogel y producida por Oscar Uriel encontramos a un elenco estelar integrado por diez actores, entre ellos Irene Azuela, Hamlet misma.

Cuando le preguntamos a Irene Azuela qué cambiaría en la historia al contar con una Hamlet mujer, la actriz nos respondió,

Hamlet es una obra que despierta más preguntas que respuestas. Y al ser una mujer, estas preguntas se hacen más. Hamlet es misógino y tiene varias frases que a algunas mujeres hoy en día nos hacen rabiar. Pero no sólo Hamlet. También Polonio, Laertes y Gertrudis. Son personajes inscritos en un mundo patriarcal. Lo cual nos parece interesante apuntar y subrayar sin necesariamente ofrecer respuestas… Una mujer que extraña a su padre. Y debe vengarlo. Una mujer que podría estar pronto en el poder; una mujer que quiere a otra mujer, Ofelia; una mujer que reclama a su madre, Gertrudis, que no se meta a la cama con un criminal; una mujer que se vuelve loca; una mujer que pelea con un hombre, Laerte.

Una nueva visión para una nueva normalidad

Este proyecto, cuyos inicios datan desde antes que la pandemia comenzara, ofrece un regreso triunfal al teatro, al volver a los básicos del género con una producción minimalista: todo recae en la presencia. De esta manera, la producción evidencia “la importancia del cuerpo, de los actores que hacen posible el teatro como experiencia física”. Y es que como bien enuncia Azuela, “necesitamos actores, necesitamos el teatro”.

Los claroscuros en las relaciones familiares, la complejidad de los vínculos entre padres e hijas y las repercusiones de un amor destinado al fracaso son tan sólo algunos de los matices visibles en esta puesta en escena. Preguntas tan magnánimas con respuestas tan complejas que sólo el arte podría retratar.