¡Hola, amiguitos peludos y humanos que también me leen! Soy Lucas (colaborando con mi humana Liz Basaldúa) y les voy a contar cómo encontré el paraíso de los outfits de perros para el 15 de septiembre.

Algo bien padre que me pasó el otro día cuando mi mamá humana me llevó al mercado de Coyoacán. Yo iba todo tranquilo, pensando que íbamos solo por pollito rostizado (mi favorito, obvio), pero ¡zaz! De repente vi un puestecito bien chido con pura ropa para nosotros, los perritos, ¡y no pude evitarlo! Brinqué de emoción, moví la cola, y en mi cabeza solo pensaba: “¡Yo quiero, yo quiero!”

Había de todo, pero lo que más me llamó la atención fueron los trajes para dar el grito como todo un mexicano. Estaba el traje de charro para perrito, completo con sombrerito mexicano y todo. ¡Se veía de lujo! También tenían falditas para las perritas más coquetas. Ahí fue cuando vi a una perrita con un vestido bien bonito, hecho de paliacate, y no voy a mentir… me enamoré un poquito, la neta. Parecía salida de una postal del Día de la Independencia.

Pero eso no fue todo, vi unos vestiditos hechos de sarape, bien tradicionales, y también camisas estilo huipil, como las que usan en el sur de México. Y si te gusta lo del Jarabe Tapatío, también tenían faldas estilo Jalisco. O sea, ¡toda la onda mexicana al máximo!

Aunque a mí lo que más me gustó fueron los moñitos. Había unos tricolores, rojos y otros más elegantes en negro, con los colores de nuestra bandera. Ahí fue cuando me dije a mí mismo: “¡Este moñito negro me va a hacer ver bien guapo para el 15 de septiembre!” Y pues aquí me tienen, bien puesto con mi moño, listo para celebrar el último grito del presidente López Obrador. Y antes de que digan que por ser perrito no sé nada de política… ¡claro que sé quién es el presidente!

Así que ya saben, si quieren verme bien guapo (bueno, no tanto como yo, pero cerca), pídanle a su mamá humana que los lleve al Mercado de Coyoacán, que está en Ignacio Allende s/n, Del Carmen, Coyoacán. Abren diario de 10 de la mañana a 18:00 horas, y después pueden aprovechar para echarse un buen paseo por el centro de Coyo. ¡No hay pretextos, que viva México y que viva el estilo, perrhijos!