Hasta el 2022, los visitantes con pasaporte mexicano podían entrar gratis a ver el “Penacho de Moctezuma”, ahora tendrán que pagar.
A partir de este 2023, los visitantes mexicanos ya deben pagar su entrada para ver el “Penacho de Moctezuma” en el Museo de Viena.
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Dicha información se dio a conocer gracias a una usuaria de Twitter, quien expresó su enojo y sorpresa al enterarse de este cambio.
“Ya quitaron la política en la que te dejaban entrar gratis al Museo de Viena si enseñabas tu pasaporte mexicano. Medio like y me lo llevo”, se lee en el tuit que la mujer compartió.
“Penacho de Moctezuma” se encuentra en Viena
Tras el revuelo que causó esto, el Museo Etnográfico de Viena ya se pronunció al respecto y confirmó que ahora los mexicanos, como cualquier visitante, debe pagar la entrada.
“Hasta el final de 2022 un generoso patrocinador proporcionó la entrada libre al Museo Etnográfico de Viena a visitantes mexicanos.
Desde enero de 2023, en el espíritu del trato igualitario a visitantes de todos los países se comenzó a cobrar el costo regular del boleto”, aseguró Angelika Kronreif, encargada del área de comunicación del museo.
INAH insiste en reclamar el famoso tocado de plumas
Por su parte, en conferencia, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia Natural (INAH), Diego Prieto insistió en reclamar el “Penacho de Moctezuma”.
“No vamos a dejar de reclamar su regreso. Además, la ley nos obliga a seguir considerando que estos bienes son propiedad de la nación”.
A pesar de esto, Prieto aseguró que aunque ha habido negativa de parte de Austria para devolver el penacho, el gobierno no planea establecer conflictos con estados hermanos.
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¿Porque está en Viena el “Penacho de Moctezuma”?
De acuerdo a Christian Schicklgruber, director del Museo Etnográfico de Viena, que el estado actual de la pieza es frágil y por lo mismo, no podría viajar a México.
Además, prefiere referirse al tocado como “Patrimonio cultural compartido. No hay una respuesta en términos legales, legalmente está en posesión de Austria, pero ética o moralmente, es bien cultural compartido. Diría que es ‘nuestro’, no es mío, no es de Austria, sino que lo compartimos todos”.
