Uno de los lugares más emblemáticos de nuestra capital es, sin lugar a dudas, el Castillo de Chapultepec. A lo largo de su historia, ha sido testigo de importantes acontecimientos del país y, en la actualidad, constituye un recinto cultural abierto al público. Para que le pongas un toque artístico a tu próxima visita, lánzate a contemplar los asombrosos murales del Castillo de Chapultepec que realizaron importantes artistas nacionales.
Aquí te hablamos sobre algunos de ellos para que armes tu plan cultural y le prestes especial atención durante tu siguiente recorrido por este lugar.
Estos son los murales del Castillo de Chapultepec
Han transcurrido poco más de dos siglos desde que México logró afianzar su Independencia. Desde entonces, han ocurrido incontables acontecimientos de relevancia que han contribuido a definir nuestra identidad. Para tener un registro visual de estos episodios, el Museo Nacional de Historia (con sede en el Castillo de Chapultepec) invitó a importantes artistas a representar dichas etapas del país a través del muralismo.
Fue así como personalidades de la talla de David Alfaro Siqueiros, Juan O’Gorman, José Clemente Orozco, Jorge González Camarena y Gabriel Flores se encargaron de engalanar los muros del recinto con sus propuestas artísticas. Para que conozcas algunas de estas emblemáticas obras, hoy te compartimos más detalles acerca de cada una de ellas.
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1. Del Porfirismo a la Revolución
Realizada por el muralista David Alfaro Siqueiros, esta pieza surgió como encargo del historiador Antonio Arriaga Ochoa, quien fuera director del Museo Nacional de Historia, para decorar la sala de la Revolución. Su diseño y ejecución se extendió por casi nueve años y no concluyó sino hasta 1966, ya que Siqueiros fue detenido por cuatro años debido a sus ideales políticos.
Al interior del mural podemos contemplar distintas escenas históricas; por un lado, se observa a Porfirio Díaz con todo su gabinete mientras pisa la Constitución de 1857. En un costado se ubican también Victoriano Huerta y José Yves Limantour como símbolo del poder militar; a su vez, la parte central nos muestra la fuerza rural, así como la lucha por la bandera mexicana entre Greene y Fernando Palomares.
2. Retablo de la Independencia
Probablemente, se trata de una de las obras pictóricas más conocidas de todo el país. Antonio Arriaga, director del museo en aquel entonces, había encargado a Diego Rivera la realización de este mural; sin embargo, el artista murió poco después y el proyecto finalmente quedó en manos de Juan O’Gorman, quien lo concluyó en 1961.
Se trata de una pieza dividida en cuatro momentos de la lucha independentista, desde 1784 hasta 1814. La primera parte aborda la colonia y las desigualdades sociales de la época; la segunda, muestra la influencia de precursores ideológicos y políticos del neoclásico; la tercera, relata el surgimiento de la guerra y el liderazgo de Miguel Hidalgo; finalmente, la cuarta representa el Congreso de Chilpancingo.
Cabe destacar que todo el mural cuenta con cartelas repletas de frases, pensamientos y mensajes de personajes históricos de relevancia para nuestro país. Asimismo, retrata las distintas banderas y estandartes que acompañaron la lucha de Independencia en sus distintas etapas.
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3. La Reforma y la caída del Imperio
Conocido también con el nombre Retrato de Don Benito Juárez y la Alegoría de la Reforma, este mural fue realizado por José Clemente Orozco en el año de 1948. Surgió como encargo del museo en 1944, ya que el lugar no contaba con espacio suficiente para exponer todos los episodios relevantes de la historia del país.
Para tener una pieza que abordara la Guerra de Reforma, Orozco colocó en el centro la cabeza de Benito Juárez con un estilo similar al de las cabezas olmecas de piedra; asimismo, nos muestra a un soldado mexicano que somete a un obispo con colmillos y garras, como símbolo del sometimiento del clero.
En la parte inferior, se observa también varios rostros de personajes históricos que sostienen el cuerpo momificado de Maximiliano de Habsburgo. Finalmente, a la izquierda podemos ver un grupo de hombres que representan al Batallón de Supremos Poderes con una bandera tricolor.
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4. Retablo de la Revolución
Para la sala correspondiente al Siglo XX, Antonio Arriaga Ochoa solicitó a Juan O’Gorman la realización de una obra dedicada a Francisco I. Madero como precursor de la Revolución Mexicana. Fue así como el artista diseñó en 1968 el Retablo de la Revolución (Sufragio efectivo no reelección), un mural realizado al fresco y basado en periódicos y pinturas de dicho periodo.
La pieza plasma la salida de Madero desde el Castillo de Chapultepec hasta su llegada al Palacio Nacional sobre un imponente caballo blanco. Al mismo tiempo, el mural nos muestra los sectores que apoyaron el movimiento del político mexicano, así como aquellos que motivaron su derrocamiento.
Arriba de la escena, luce una cartela con el lema “Sufragio efectivo no reelección”; mientras que, en la parte inferior, se puede leer la frase “el poder absoluto corrompe a quienes lo ejercen y a quienes lo sufren. Cuando los pueblos abdican de sus libertades la fatalidad los persigue. El único sentimiento que me guía es el amor a la patria”.
5. La intervención norteamericana
Se trata de uno de los murales más emblemáticos del Castillo de Chapultepec. También conocido como Sacrificio de los Niños Héroes o La gesta heroica de 1847, este mural fue realizado por Gabriel Flores en 1967 en uno de los techos del recinto.
La pieza tiene el objetivo de enaltecer la lucha mexicana contra la intervención de Estados Unidos; en ella, podemos observar a Juan Escutia mientras cae de las alturas con la bandera de México en su brazo. Al fondo, se extiende la silueta de un águila como símbolo de la patria, además del bullicio de las armas y caballos norteamericanos.
Junto a ellos, lucen el Castillo de Chapultepec, el Ex Convento de Churubusco y la Catedral, donde se dieron algunas de las batallas más relevantes del evento bélico.
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6. Alegoría de la Revolución Mexicana
Se trata de un mural realizado por Eduardo Solares Gutiérrez durante el año de 1933. Como se indica en el nombre, esta obra nos muestra una alegoría de los momentos de unidad nacional bajo el comando de Francisco I. Madero.
En la obra, situada sobre las escaleras principales, podemos observar a importantes personajes del movimiento revolucionario, así como algunas de las consignas que definieron la lucha, como “Tierra y libertad”, “Sufragio efectivo no reelección” y “La tierra es para todos”.
7. La fusión de dos culturas
Jorge González Camarena se encargó de diseñar en 1963 este mural que nos muestra cómo surgió la cultura mexicana a partir del choque entre dos civilizaciones distintas: La náhuatl y la española.
La pieza nos enseña que fue a través de la guerra y la violencia como se encontraron estas dos culturas. Por un lado, se observa a un soldado español sobre su caballo y, por otro, a un cuerpo zoomorfo con cabeza de águila que simboliza las razas mesoamericanas; ambos personajes se encuentran en posición de batalla y heridos por la mano de su enemigo.
¡Lánzate a conocer en vivo estos asombrosos murales del Castillo de Chapultepec! Si te gusta la historia y quieres ver de cerca otros importantes recintos de la capital, no te vayas sin echarle un ojo a: Convento, cuartel y campo de batalla: Historia del Museo de las Intervenciones en CDMX.