Escuchar a la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, dirigida (por invitación especial este 2023) por la valenciana Julia Cruz, y ver a los primeros bailarines Blanca Ríos y Argenis Montalvo en el pas de deux del ‘Hada de azúcar’, en uno de los ballets más icónicos, “El cascanueces”, fue un bálsamo para el alma.
La potencia de la música, el virtuosismo de los danzantes, los colores, la escenografía de Sergio Villegas, todo se hizo uno para que la experiencia provocara incluso las lágrimas. El Auditorio Nacional estalló en aplausos cuando bajó el telón y agradeció la entrega de la Compañía Nacional de Danza (CND) y el de la orquesta, que reverenciaron al respetable.
Previo a la emoción de la primera función, a la que cada año responden al llamado los capitalinos, Chilango hizo un recorrido de la mano de la directora Julia y del primer bailarín jalisciense Argenis por los entretelones del Coloso de Reforma para conocer los secretos que guarda el “El cascanueces”.
Las entrañas del Auditorio Nacional y de El cascanueces
En el entarimado todo era control, quienes entraron a escena se apresuraron para tomar su lugar, mientras que entre las piernas otros ensayaron con cuidado para no entorpecer el camino de sus compañeros. Cuauhtémoc Nájera, co-director artístico de la CND, estuvo siempre atento y dando indicaciones.
Entre árboles de Navidad artificiales, vestuario, caballitos de madera y con una impresionante vista hacía 10 mil butacas, Argenis se hizo un espacio para platicar con este medio. Con sus mayas y saco dorados, cubierto por una chamarra negra con el logo de la Compañía Nacional de Danza, sonrió y aceptó que vive un gran sueño.
“Es una oportunidad muy importante para mí, estoy súper agradecido, creo que ha sido una carrera muy linda, la compañía me ha apoyado desde que entré como cuerpo de baile, ya tengo 10 años y ocho como primer bailarín, fue un corto tiempo y tengo mucha gratitud con los directores que he tenido porque siempre apostaron por mí”, contó.
Hoy Montalvo es el primero en la fila para protagonizar los proyectos de la compañía, debido a que Erick Rodríguez, el otro primer bailarín, se retiró recientemente, como también lo hará en marzo Blanca Ríos, ambos fueron grandes maestros para el joven de facciones atractivas y cuerpo moldeado a la disciplina del ballet.
“Yo entré y ellos ya eran primeros bailarines, entonces conocí su carrera y aprendí de ellos 10 años, y claro que me pone a pensar incluso en el cierre de mi carrera, espero durar otros 15 años, pero sí me hace ver cómo los ciclos se van cerrando y cada quien va tomando diferentes caminos”, reflexionó Argenis.
A Montalvo lo emociona y conmueve que todo su arduo trabajo lo llevó de ser un solado en el primer ballet que interpretó, que fue precisamente “El cascanueces”, en Guadalajara, a ahora ser el ‘Príncipe’ del ‘Hada de azúcar’. De entre los secretos que confesó está la confianza que la CND está poniendo en los más jóvenes para revitalizarse y tener un mayor nivel técnico.
Una española en México
Julia Cruz se tomó un momento para ver de frente el Auditorio Nacional y maravillarse una vez más, “es como un estadio”, aseguró con una amplia sonrisa y se sentó en una de las butacas para charlar con este medio, de su amor por la Ciudad de México y su comida, así como la emoción de ser invitada a dirigir la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
Cruz es una mujer exitosa, es de las pocas directoras en España, pero hace lo que puede por seguir rompiendo esquemas y tratando de inspirar a otras jóvenes para que sigan su camino en las artes, en el que ha logrado con su batuta en ristre dirigir en la Madre Patria, en Tierra Azteca, en Francia y Estados Unidos, solo por mencionar algunos países.
Esta es su segunda experiencia en Chilangolandia, pero estar en el Coloso de Reforma le hace “una ilusión tremenda, desde luego por estar haciendo ‘El cascanueces’ porque es un ícono para todo el mundo y para los que hemos sido músicos desde pequeños todavía más, me ilusiona poder colaborar con la Compañía Nacional de Danza”, comentó Julia.
Cruz no ocultó que “estoy impresionada” por poder dirigir a la orquesta que toca nada menos que en el Palacio de Bellas Artes y ahora en el Auditorio Nacional, luego de ya haber colaborado con la OFUNAM. Julia ya se siente muy mexicana y ama a CDMX por su oferta cultural y gastronómica.
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En cuanto a su pasión por “El cascanueces”, compartió que es porque este ballet tiene “una visión infantil del mundo, que es tan bella; también para el público adulto es tan importante recuperarla aunque sea una vez al año, en Navidad. Creo que como todas las propuesta culturales es incitar a la imaginación y al pensamiento crítico.
“Incitar a la contemplación de la belleza y a plantearse preguntas, creo que debiera ser una parte indispensable en la educación de cualquier niño y niña, en cualquier parte del mundo, por eso, aparte de la cuestión del espectáculo de este ballet, creo que es muy importante que haya esta tradición infantil”, finalizó Julia.
Dónde: Auditorio Nacional.
Fechas: 19 al 23 de diciembre.
Horarios: Martes a viernes 19:30 horas / sábado 12:00 y 18:00 horas.
Costo: $456 a $2,160 pesos.
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