La belleza se viste de diversas formas, colores y contornos. A pesar de que los siglos nos han impuesto un solo modo de entenderla, para Dorian Ulises López Macías constituye un placer íntimo salir constantemente en su búsqueda, lo cual lo condujo a crear Mexicano, un proyecto fotográfico que enaltece la estética de la piel morena.
Como parte de esta misión artística, Dorian recorre las calles y retrata desde su lente la rica diversidad de nuestro país. “Sin duda, hay algo que el corazón identifica. Cuando ves a un mexicano fuera de México, lo reconoces –señala–, pero en realidad el espectro de rostros e identidades es muy grande. El mexicano es eso: un crisol, un licuado en proceso de mestizaje, una identidad compleja en todos los sentidos”, comenta Dorian.
Diseñador de profesión, este destacado artista abrazó la fotografía como herencia familiar. “A mi papá le gustaba la foto y la veía también como una fuente de ingreso. Gracias a él teníamos esas camaritas de los ochenta para los viajes. Ahí comenzó un romance muy bonito con la cámara, porque desde que mi papá me regaló la primera, ya no la solté; de ahí en adelante, siempre la llevaba conmigo y nos hicimos uno mismo”.
A los 25 años salió de su natal Aguascalientes rumbo a la capital, donde se integró a las filas de Chilango. “Creo que salir a la calle y tener tantas ganas de retratar a la gente me convirtió en fotógrafo, pero sin duda Chilango fue un ingrediente importantísimo para lograrlo. Fue una escuela increíble, aprendí de todo. Ahí comencé a acercarme a las personas y estoy convencido de que en ese momento nació el proyecto de Mexicano”.
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Imagen que sana
Tras un tiempo en el mundo editorial y de la moda, Dorian decidió dedicarse de lleno a la fotografía y retratar la belleza urbana que escapa a los arquetipos occidentales. “El mestizaje mexicano ha dado unos resultados sofisticados y espectaculares. Cuando empecé con el proyecto pensaba: ‘La gente no lo ve todavía, pero espera a que vean estos rostros y cambiarán las cosas’. Tuve un pensamiento profético porque ahora han llamado la atención y seducido a la gente”.
En efecto, esta labor artística ha sido reconocida más allá de nuestras fronteras. Aunque se trata de una estética colectiva, su trabajo visual también ha nacido como una reivindicación personal.
“Yo fui un niño que no se sentía bello; no me sentía orgulloso de hablar español ni de tener una familia morena. Pienso que todo el proyecto surgió para sanar mi autoestima y darme cuenta de lo que soy, de la bellísima herencia que tengo en mi piel, en mi idioma, en mi país. Es un trabajo muy personal que inicia en mí. Siempre he pensado que el sentido del arte es curarnos a un nivel personal”.
Aunque este proyecto le ha hecho presenciar el rechazo a la identidad y los problemas de autoestima en el país, Dorian se siente muy afortunado de que su obra artística contribuya a subsanar este problema social.
“Este proyecto me ha transformado y ha ayudado a transformar el corazón de otras personas; había gente que no veía su belleza y la foto llegó a cambiarles la historia, porque nunca se habían asimilado como bellos. Es importante que ya exista diálogo y discusión al respecto, pero el trabajo sigue siendo muy grande”.
Mexicano es un proyecto artístico en curso. Dorian López sigue recorriendo el país cámara en mano y difundiendo la belleza del rostro mexicano.
IG: @mexicanomx