Para mucha gente Indios Verdes es un paradero de autobuses o una estación del metro. Si bien es una de las zonas más concurridas de la ciudad y punto de conexión entre la ciudad, el Estado de México e Hidalgo, esa no es la razón de su nombre, pues este se debe a dos poderosas esculturas ubicadas en el Parque del Mestizaje.
Historia de los Indios Verdes
Estas esculturas fueron creadas por el escultor y pintor Alejandro Casarín Salinas para representar a México en la Exposición Universal de 1889 en Francia. Sin embargo, las dos figuras de bronce no fueron llevadas al evento debido a que miden cuatro metros de altura y tienen un peso aproximado de tres toneladas.
Dos importantes tlatoanis
Los Indios Verdes representan a Itzcóatl y a Ahuítzotl, dos poderosos tlatoanis mexicas. Sus cuerpos imponentes con fuertes piernas, brazos y un semblante que imponía estan hechos de bronce, color que se asocia a la piel morena.
Izcóatl vivió entre los años 1381 y 1427, fue el cuarto tlatoani mexica y su nombre significa “serpiente de obsidiana”. Fue hijo de Acamapichtli, primer tlatoani mexica, y una mujer tepaneca, la cual aparece en la historia como verdulera, esclava o sirvienta. Pese a ese origen, que de hecho le quitaba la posibilidad de llegar a gobernar, se le considera el fundador del imperio mexica. Gracias a él, los mexicas se libraron de los tepaneca, formó alianzas con Tacuba y Tetzcoco, e hizo que Tenochtitlan fuera conocida por su poderío.
Ahuízotl, vivió entre 1446 y 1502, fue tlatoani y se encargó de controlar las regiones del centro y sur del actual México. Incluso bajo su mandato se inauguró el Templo Mayor, también llamado Huey Teocalli.
Ahuízotl es recordado por sus dotes diplomáticas y porque el imperio mexica tuvo su mayor etapa de expansión gracias a él.
Con esos logros e importancia era obvio que merecían un tributo tan imponente como el que creó Casarín. Sin embargo, las estatuas nunca llegaron a París por su peso y tamaño, e iniciaron una travesía que los hizo llegar a lugares inesperados.
Indios y nómadas
Al igual que los mexicas, estas poderosas estatuas peregrinaron de un lugar a otro, pues han estado en varios lugares de la ciudad. Su primer residencia fue el Paseo de la Reforma, ahí Ahuizótl e Izcóatl tenían un lugar privilegiado, se encontraban a la altura de avenida Bucareli, muy cerca de la estatua de El Caballito.
Sin embargo, pese a su importancia en la historia y en la identidad mexicana, los poderosos tlatoanis causaron un profundo rechazo en la sociedad porfiriana. A sus ojos ya era suficiente con tener la estatua de Cuauhtémoc.
El peregrinar de los Indios Verdes
En 1901 Porfirio Díaz movió a los tlatoanis al Paseo de la Viga, que en ese entonces era atracción turística, ya que aún era un canal navegable y punto de comercio, pero estuvieron ahí hasta 1939.
En ese punto empezaron a ser conocidos como Indios Verdes, debido a la pátina que empezaba a cubrirlos, es decir, una capa fina de óxido que se forma en el bronce y en otros metales a causa de la humedad, eso da el tono característico por el que las estatuas son conocidas.
Orgullo e identidad
Ante los cambios en la ciudad, su siguiente ubicación de los ahora Indios Verdes fue al norte de la ciudad, muy cerca de la entonces nueva carretera pavimentada Laredo y que era el comienzo de la Avenida Insurgentes Norte.
Su siguiente movimiento no fue de carácter aspiracional, sino debido al acelerado crecimiento urbano que obligó a realizar una ampliación de la carretera libre hacia Pachuca.
La ubicación actual de los Indios Verdes llegaría con la conclusión de la estación terminal de la línea 3 del Metro, que fue inaugurada el primero de diciembre de 1979. Las estatuas fueron movidas a ese punto y dieron nombre a la nueva estación y tiempo después a un paradero.
Aún se busca que los Indios Verdes sean honrados como merecen
Hace dos años el INAH y su director Diego Prieto, intentaron convencer a la autoridades de regresar a los Indios Verdes al primer sitio donde fueron colocados, esto para que Reforma mostrara su relación con “las culturas originarias, el mundo mesoamericano y el mundo mexica”.
Por su parte, el diputado Ricardo Fuentes propuso vía redes sociales reubicar a los Indios Verdes, mientras que los vecinos del área han exigido que el parque tenga iluminación, pues está descuidado.
Aunque ninguno de estos intentos ha tenido éxito y pese al descuido, los Indios Verdes se elevan orgullosos en el Parque del Mestizaje y quizá alguna día regresen a su sitio original, pues esos monumentos son un pedazo de nuestra historia e identidad.
