Texto: CulturaUNAM

Una coreografía minimalista que combina danza, vestuario, iluminación y música, así será la versión de Carmina Burana, que llevará el Taller Coreográfico de la UNAM (TCUNAM) a escena en la Sala Miguel Covarrubias, el próximo 13 de octubre, a las 12:30 pm y 4 pm.

Esta edición del Festival CulturaUNAM nos tiene preparada una versión dancística desafiante del clásico de Carl Orff, Carmina Burana, en donde se combina danza, vestuario, iluminación y música bajo una propuesta minimalista dirigida por Irina Marcano. 

Marcano, actual directora artística del TCUNAM, aseguró que esta Carmina Burana del Taller fue adaptada desde los textos originales y la composición de Carl Orff (1895-1982), pero con un componente escénico muy contemporáneo, en completo diálogo con ese lenguaje neoclásico que por excelencia distingue al TCUNAM. 

La coreógrafa mexicana y también bailarina señaló que los arreglos mencionados, convergen para llevar esta nueva puesta escénica en la agrupación dancística universitaria.

Marcano relata que en esta pieza quiso hablar de la fortuna, que muchas veces representada por una rueda, pero también de la vida y la muerte, de lo inevitable del inicio y del final de la vida y todo lo que transcurre en este círculo, donde nacemos, volvemos a morir: “Esta propuesta la asocié con la muerte, porque la suerte o destino se liga al inicio y al término, en su composición original”, puntualizó Marcano. 

En la concepción de la coreógrafa, el personaje central se convierte en la muerte al transitar por un proceso: “Ella, como ser humano, empieza a crecer, pasa la etapa del enamoramiento, de la primavera, y luego pasa a la taberna y a la lujuria y a buscar más abajo, en lo terrenal, para llegar a la madurez y por ende a la muerte.”

En la construcción de esta coreografía, la titular del TCUNAM también detalló que el color del vestuario juga un papel importante, al ser también minimalista, lo que podrá ayudar a adaptarlo a algunos cambios ligeros en el transcurso de la obra. Lo que se expresará desde la danza como una metáfora de la vida y el paso de los años. “El atuendo siempre es igual, pero en ciertas piezas se suman o se restan elementos para ir haciendo una transformación que nos va ir narrando toda esa búsqueda que se plantea en un inicio”, aseguró.

En esta propuesta del Taller Coreográfico de la UNAM el trabajo creativo estuvo a cargo de Francisco Muñoz, coordinador técnico y diseñador de la iluminación, quien colaboró de cerca con Fernanda Cervantes, diseñadora del vestuario de la realización.

Marcano, quien se destaca por una amplia trayectoria como bailarina en la Compañía Nacional de Danza, habló también de los coros de Carmina Burana, como otro elemento único de esta obra musical: “Esa potencia que te da el unísono de muchas voces. Es una obra donde vamos a poder ver a toda la compañía en un gran cuerpo, los 23 bailarines y bailarinas del TCUNAM”.

También abundó sobre que la coreografía de Carmina Burana fue una propuesta para realizar una obra de gran formato con el Taller para este año. “Logramos la meta de crear esta pieza y de estrenarla el pasado mes de junio. Con esa función cerramos nuestra temporada 111, y ofrecimos dos funciones, con llenos totales”.    

Para Irina Marcano lo importante de estas funciones de la agrupación es ofrecer varios proyectos para que asista un nuevo público, que pueda acercarse a la versatilidad del TCUNAM, algo que ha sido su sello durante años y que se mantiene actualmente.

Proyectos del TCUNAM

Al respecto de próximos proyectos de la agrupación, la directora adelantó que este mismo octubre, vendrá un programa especial de boleros, inspirado en el trabajo que hacía la maestra Gloria Contreras, al incluir la música popular mexicana.

Para noviembre, en que se conmemora el 90 aniversario de natalicio de Gloria Contreras, fundadora del TCUNAM, todas las funciones estarán dedicadas a ella, de las cuales, algunas serán especiales y tendrán como título 90 veces Gloria.

Para cerrar el año, el TCUNAM presentará en diciembre una versión de El Cascanueces, que se llamará Clara y el Cascanueces, en cuyo proyecto participarán estudiantes de la Facultad de Arquitectura, a cargo de la escenografía, así como del vestuario, el cual se fabricará con materiales reciclados en un 90%.