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Su spook-tacular majestad Basil Gogos
A finales de los cincuenta, aquellos benjamines baby boomers desataron toda una monstruo manía. La transmisión de clásicos del horror por televisión dio nacimiento a distintos fenómenos y sin fin de publicaciones. Sin duda una de las más picudas y hasta la fecha impresa, Famous Monsters of Filmland, se ganó un lugar en el pedestal de las revistas especializadas dedicadas a los jóvenes fanáticos del terror y lo macabro.
Cada número de aquella belleza del pantano prácticamente volaba de los kioscos, en gran medida, gracias a las chulo-malévolas portadas finamente ilustradas por un penoso personaje nacido en Grecia, alumno del inigualable Frank J. Reilly, de nombre Basil Gogos. El inicio de la inolvidable serie de carátulas se dio con un retrato a Vincent Price, el cual Gogos, nervioso, temía entregar. James Warren, editor de la revista, quedó fascinado con las reinterpretaciones del gran griego, dándole absoluta confianza para hacer lo que le viniera en gana. Fueron veinte años de decenas de portadas e inolvidables piezas maestras verdaderamente de culto.
Como una especie de bizarro de Norman Rockwell, sus estilizados y realistas retratos en technicolor dieron nueva vida a personajes de las más malditas cintas en blanco y negro, llámense Frankenstein, Drácula, el Hombre Lobo, la Momia, el fantasma de la Ópera o el Monstruo de la Laguna.
Capturaba a sus personajes dentro de una vivida gala de colores, donde los imaginaba bañados de matices provocados por diferentes ángulos de luz. Como cerdo en lodo, disfrutaba del excentricismo del género al cual veneraba; desafortunadamente no ganaba mucho. Su trabajo también engalanaba las portadas de Playboy y Spacemen. Total que se termino retirando un rato. Durante los noventa un re-boom por los clásicos del terror se dio y el gran Basil regresó. Como olvidar la portada del Hellbilly Deluxe de Rob Zombie o la del Famous Monsters de los Misfits.
Para muchos de nosotros, clavadazos de cepa, el apellido Gogos es tan familiar como el Lugosi, el Karloff, o el Chaney. El arte de Basil alcanzó un grado tan icónico como el de estos colosos del cine. Rob Zombie alguna vez comentó: “El crear pinturas de intensa belleza presentando al monstruo de Frankenstein, a la Bestia de la Laguna y hasta al mismísimo Herman Monster y convertirlas en algo listo para ser mostrado en una galería, es en mi opinión verdaderamente trabajo de un genio”.
http://www.youtube.com/watch?v=9jmhRqSuSG8
Tómala Muñeco
[Calaveritas geeks para los más freaks]
Pirata de mala pata, Pompeyo perdió a su amada. Su pierna quebro por teporocho y aguardientoso se puso una de corcho. La flota del Capitán Pushead le extraña desde la entraña.
Con botella en mano siempre se la verá, esperando con ansias su último botín arrebatar.
Sobre su creador
La mayoría reconoce el trabajo de Brian Schroeder aka Pushead por sus icónicas portadas y diseños de playeras para Metallica. O por sus días editando e ilustrando portadas para la revista Thrasher. Pero sus detallados cráneos han trascendido cualquier reconocimiento. Sus colaboraciones y singular estilo lo han hecho un ídolo en Japon, incursionando en el universo del juguete de vinyl, del sneaker y todo articulo de colección imaginable.
Skull Captain es el nombre de este truhán. En su limitadísima edición japonesa, cada figura fue pintada a mano en los cuarteles de los señores de TOYBOT.
Son muy pocos renglones para describir la influencia y notoriedad de este jefe radicado en San Francisco. Prometemos un especial de Pushead.
Mientras échense un tacón de ojo. pusfan.com/art.htm
[El Androide Recomienda]
Secret Skull
Steve Niles & Chuck BB
IDW Publishing
2005
Un asesino anda suelto por la ciudad. Alístense necrófagos y rufianes, el misterioso exterminador va por ustedes.
Steve Niles, escritor de 30 Days of Night, hace mancuerna con el siempre misterioso Chuck BB, en esta historia de chicas, pistolas y ghouls. Juntos reparten toneladas de bellaquería y acción al más puro estilo del pulp clásico. Editado por IDW, la versión recopilada incluye una pequeña pero finísima colección de sketches, arte jamás publicado y una que otra chamacona pin-up.
Muy recomendable también Black Metal, novela gráfica que llevó a Chuck BB a ganar el Eisner, además de su adaptación masticada del poema en prosa Nyarlathotep, emergente de Los mitos de Cthulhu de H. P. Lovecraft.
Chuck BB también ilustra el hilarante cartón mensual Stone Cold Lazy para la revista Decibel, nutriendo a metaleros pseudo-geeks de su gélida dosis de noveno arte.