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Miguel "El Androide" Garro
Hecatombe de botargas y superhéroes en Hollywood Boulevard
En su departamento ubicado en Austin, Texas, desde lo confortante de su sillón de mimbre, Batman se da chance de beber café en su taza de piel de cebra. Superman se ha convertido en un estrafalario coleccionista de la Playboy y de si mismo, que de Metropolis se lanzo a la Superman Celebration en Illinois. Un Stormtrooper deja de lado su pistola de rayos láser mientras se hecha una partida de Space Invaders. Una arrugada Marilyn Monroe espera mesa en la inauguración del Hooters de Hollywood. Cualquiera de ellos detendrá su importantísima actividad para posar contigo en la foto, claro, si les tienes esperando una coqueta propinilla en tu bolsillo. Es un buen trato tomando en cuenta que Disneylandia o los estudios Universal cobran requete caro el ticket. Todo un sueño mojado para niños y abuelitas que en su andar turístico por lares angelinos, soñaron con retratarse con su superhéroe o personaje de película favorito.
Olvidemos el hecho de que muchos de estos personajes están considerados como pordioseros. La mayoría son aspirantes a actores o actores fracasados que para tener que comer, todos los días se disfrazan y sueñan con esa guajira oportunidad de brillar en el celuloide.
Con cámara en mano y listo para capturar los momentos mas funesto-patéticos de estos cuates casi salidos del Videorisa, se encuentra James Knoblauch, fotógrafo mitad caza personas, mitad bromista. Su trabajo retrata la cotidianeidad, así como la rareza de realidades subculturales estadounidenses, como el lo dice: “Usualmente me encuentro hasta las rodillas en un pantano de desechos de la subcultura americana”.
Y lo dice en todo el buen sentido, Knoblauch es un fanático empedernido de los cómics, el pin up, el skate y las malas costumbres. Cuando logra salir del pantano nos da el rol por desconocidos mundos llenos de coloridos caracteres y personalidades súper-humanas. Cada fotografía nos sitúa en un paisaje tan surreal como bribón, repleto de fechorías y guiños a todos aquellos freaks igual que él.
Cuando Jim no esta acechando personajazos, se le puede encontrar patinando en su longboard, meditando, disfrutando de la obra de picudos artistas locales o comiendo burritos vegetarianos.
[El Androide recomienda]
Imposters
James Knoblauch & Shawna Keney
Mark Batty Publisher
2008
Este libro es la razón por la cual Roger Gastman, fundador de la finísima revista Swindle, decidió crear una editorial. Knoblauch sólo quería ver su trabajo publicado en susodicha revista y le acabaron armando un pasta grossa. Treinta retratos sobre estos tipazos que merodean los alrededores del Teatro Chino Graumann, en el meritito corazón de la palpitante fábrica de los sueños falsos.
Tómala Muñeco
[Calaveritas geeks para los más freaks]
Samuel es un tímido sujeto. El constorsionismo y malabarismo marcaron sus años mozos. Se le anunciaba como la gran atracción del circo espacial de los Hermanos Badhim.
De gira por la antigua china se fueron un buen día. Conocieron a un pequeñuelo de nombre Chi-Nelo y a Samuel le dieron cuello cual vil pañuelo. Desde entonces se resguarda en su noble compañero Flores el paquidermo.
Sobre su creador
Sam Flores es todo un virtuoso en el ejercicio de la hibridación de lo elegante. Es igualmente sobresaliente su estilizado graffiti, como su impecable trazo con pinceles y brochas, sus ardientes ilustraciones o su trabajo en diseño gráfico.
Adornado por delicadas paletas de colores, Flores nos lleva de la mano por un mundo infestado de musas con rasgos asiáticos e individuos resguardados en pieles de animales. Largos brazos y manos grandes conforman la anatomía de sus personajes.
Radicado la mayor parte del tiempo en San Francisco, Samuel ha llevado su arte por todo el mundo. En dos ocasiones visitó el Distrito Federal colaborando con artistas locales. Tiene su línea de ropa bautizada como Twelve Grain. Se le puede encontrar en la tienda Upper Playground, ubicada en Amatlán 105, en la Condesa.
Visiten también su sitio: samflores.com/
Crece tu propio 1up mushroom
En la más profunda entraña de una bodega vieja ubicada en Sonobe, Japón, un increible hallazgo se ha descubierto. Verdaderos hongos de "1 vida" fueron encontrados por un plomero de nombre Mario.
En pequeñas tuberías yacían y via esporas desenfrenadamente se reproducían, Como era costumbre, Mario todo se comía y al ingerir el hongo… repentina energía.
Desde entonces Mario vende los amanitas por internet, desde la comodidad de su sillón, todos los pueden crecer.
Búscalos en coolest-gadgets.com/20070618/the-1up-mushroom-kit/
Y aquí tenemos a la mismísima hija del dueño de la bodega de Sonobe. Se fue para el "gabriel" y aprendió el ingles. A continuación te enseñará a pintarte las uñas al último grito de la moda en Isla Champiñon.
http://www.youtube.com/watch?v=4e6SyLy9Ua4
