El arte de Scott Treleaven conjuga mundos imaginarios.
Ceremonias, dóciles lobos, rituales secretos, bosques, cráneos, lenguajes
cifrados y simbologías místicas, construyen mitologías y espiritualidades que
hablan por Scott mismo. Practicas eclécticas que –dentro del universo de Treleaven-
se traducen en revistas, fantasmagóricas fotos, filmes para introducirse en la
magia oculta e innumerables trabajos con (el traumático canadiense co-fundador
y curador del colectivo General Idea) AA Bronson.
Sus motivaciones se comparten entre rituales basados en
Aleister Crowley, shows de punk, y su abierta y declarada homosexualidad. Factores
que lo han proclamado como un “revolucionario” de la cultura gay en Canadá.
A través de un montón de revistas y fanzines creó una especie de subcultura, donde la ambigüedad, el
ocultismo y la autodestrucción se combinan, dando como resultado un foro
abierto que va más allá del simple motivo gay.
La influencia de Burroughs, Derek Jarman y William Blake, acentuaron su propio lenguaje
visual. Lo cual es bastante difícil, partiendo del collage como su medio estético, “ Me pongo a seleccionar cosas que
están ahí, que tienen su contexto. Escoger imágenes que se adapten a mis
fotografías, y que al mismo tiempo adquieran otro significado vía la conjunción
de las imágenes”.
Por ahí del 2007, en el numero S de la revista Beautiful
Decay, se le preguntó a Treleaven por sus intereses en lo oculto: “A muy
temprana edad, me di cuenta que habían cosas inexplicables al rededor de mi. De
alguna manera llegué a pensar que mi casa estaba embrujada. Pase gran parte de
mi niñez frecuentando la secciones de esoterismo de cualquier biblioteca a la
que me llevarán. Me introduje a la magia clásica, la magia como performance. La brujería y el ocultismo
vinieron como una simple consecuencia”.
Scott Treleaven vive actualmente en Paris y esta clavadísimo
con los cráneos de perro.
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