El clítoris ha sido incomprendido, despreciado por no tener fines reproductivos, mutilado; objeto de mitos, desinformación y sobre todo mal estimulado… tanto por los hombres, como por quienes poseen uno.
¿Cómo es que algo (en apariencia) tan pequeño desate las más altas, bajas y extrañas pasiones? La historia es larga y se debe -como muchas otras cosas- al deseo de controlar e intentar suprimir el placer femenino.
La ciencia perdió cualquier interés, en cuanto vio que no tenía utilidad reproductiva, las prácticas para mutilarlo tienen fecha y origen impreciso, pero razones claras: entre ellas “curar” la histeria, la epilepsia, los desórdenes mentales, la masturbación, la ninfomanía y la melancolía.
Asimismo, su anatomía no fue plenamente conocida hasta 1998 (!) por Helen O’Connell, uróloga australiana.
Hacemos un breve recuento de sus estructura, historia y placeres.
¿Dónde está Wally?
Para muchos, encontrar el clítoris, es tan complicado como hallar a Wally en sus libros: según HelloClue lo primero que debes saber es que está ubicado arriba de la uretra y la apertura vaginal, una vez que lo encuentres -si lo logras-, verás únicamente el glande.
Con una inspección más detallada notarás el prepucio o capuchón, ese “botoncito” es apenas una parte: cuenta con cuerpos pareados (similares a patas, pa’ que entiendas)y bulbos vestibulares que se extienden a través de los labios, la uretra y el canal vaginal hasta el ano. Es por eso que su correcta estimulación puede sentirse más allá de la parte visible.
Todas estas partes tienen tejido eréctil que se hincha con sangre durante la excitación sexual, esto provoca que la lubricación y las sensaciones aumenten. Se trata de la zona erógena más sensible del cuerpo femenino; mientras que el pene tiene de 4 a 6, el clítoris posee 8 mil terminaciones nerviosas e incluso así, no se compara con la sensibilidad de un hombre ofendido en internet, tampoco con quienes dicen que el lenguaje binario es “la caída de la sociedad” ¿Fascinante, no?
Pa’ fuera y pa’ dentro
El estudio “Anatomía del clítoris y la respuesta sexual femenina” de Rachel N Pauls establece que pene y clítoris tienen su origen en el mismo tejido o “tubérculo” genital. Es hasta las ocho semanas de desarrollo, que el cromosoma y forma un pene en lugar de un clítoris.
Ahora sabemos que partes de este órgano son parecidas a las del pene, pero varían en tamaño y forma; su ubicación también es distinta. La diferencia más obvia –que todxs– conocemos es que uno crece hacia afuera y el otro hacia adentro.
Más de donde agarrar
La cabeza de un clítoris adulto mide, en promedio, 1. 5 y 2 cm de longitud y poco menos de 1 centímetro de anchura. Un estudio de Journal of Sexual Medicine determinó que las mujeres que rara vez o nunca habían experimentado un orgasmo, tenían clítoris más pequeños, independientemente de su talla o estatura.
La investigadora que realizó el estudio, Susan Oakley, teorizó que, a mayor masa, o sea un clítoris más grande, facilitaba la llegada del orgasmo; cliteralmente hay más de donde agarrar, eso no impide que práctica y técnica te hagan disfrutar, independientemente de las medidas.
La distancia también importa, pues Oakley también reportó que, si el clítoris estaba entre cinco o seis milímetros más separados de la vagina, las mujeres mostraban problemas para llegar al clímax.
No le hagas al DJ, papacito
Una cosa es hallar y otra estimular. Para muchas personas la primera resulta especialmente difícil y la segunda no se queda atrás: no existe una forma “mala” o “buena”, para descubrir qué te funciona hay que meter mano, lengua o dedos, cada persona es distinta, así que lo que te funciona con una pareja, podría no servir con otra.
Intenta con distintos tipos de presión, velocidad, con juguetes, texturas y velocidades hasta que tú y/o tu pareja encuentren la forma que más se adapte a tu cuerpo. El clítoris también puede estimularse desde el interior, ya sea con un juguete, con el pene, o con los dedos, si eres hombre hetero, por favor evita convertirte en DJ, o frotar como si estuvieras intentando limpiar una mancha… a menos que eso sea lo que te pidan.
Vida y obra clitoral
Actualmente el clítoris parece gozar de un gran auge, no solo ha empezado a representarse con su estructura completa; lo vemos en ilustraciones, bordados, cortometrajes y libros. Hay juguetes sexuales exclusivos para él y las investigaciones al respecto han comenzado a abrirse un poco al tema. Recientemente se descubrió que las hembras delfines también tienen clítoris, el cual, según las expertas es bastante grande y aún mejor posicionado para el placer que el de las humanas.
Por cierto, otro reporte señala que todas las hembras pertenecientes al grupo mamífero tienen clítoris, por lo que todo indica que tanto en humanas como en animales, falta mucho por descubrir.
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