Cuando a Ángel Carrizales López se le preguntó qué es y cuáles son las funciones del Centro Nacional de Control de Energía, órgano encargado de controlar el sistema eléctrico nacional y operar el mercado eléctrico mayorista, simplemente admitió que no sabía.
En tanto, la ingeniera petrolera Paola Elizabeth López Chávez, aspirante a comisionada, no pudo explicar qué era la generación distribuida.
Por su parte, Xóchitl Gálvez preguntó a Jorge Amaya Mendívil qué era un CEL o un Certificado de Energía Limpia, a lo que el aspirante únicamente pudo responder con una pésima broma: levantó su teléfono móvil y dijo “esto es un cel”.
De esa manera, las ternas para ocupar las cuatro vacantes en la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se han vuelto un nuevo campo de batalla para López Obrador, quien el viernes amenazó con dar a conocer esta mañana los presuntos “conflictos de interés” en los que pudo haber incurrido el actual presidente de la CRE.
Pero, ¿por qué es tan importante que los aspirantes a estos cargos estén capacitados para desempeñarse dentro del organismo?
La Comisión Reguladora de Energía es un órgano descentralizado de la Secretaría de Energía y, como su propio nombre lo indica, se encarga de regular la competencia de todos los recursos en materia de energía, como gas, combustibles y algunos derivados de hidrocarburos y electricidad, incluyendo las fuentes renovables, para fomentar el desarrollo eficiente de la industria y evitar monopolios, al promover la competencia en el sector y que las empresas no se manden con los precios en perjuicio de los usuarios.
Sin embargo, el CRE es un organismo autónomo, que cuenta con disposición jurídica propia, lo que significa que tiene la facultad para disponer de los ingresos que deriven de las contribuciones, así como de las compensaciones recibidas por contraprestaciones establecidas. Por lo que se requiere que las erogaciones económicas se destinen a recursos específicos.
El objetivo de la Comisión Reguladora es garantizar las condiciones para que los energéticos estén disponibles de acuerdo con las necesidades de nuestro país, y que se distribuya con calidad, transparencia y precios competitivos. Para que esto se cumpla, el órgano federal tiene que actuar en estricto sentido, apegado a las normativas de cinco leyes: la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética (LORCME), la de Hidrocarburos, la de la Industria Eléctrica, la Ley de Transición Energética, la Ley General de Cambio Climático y las demás disposiciones jurídicas.
Como se han de imaginar, los funcionarios de la CRE están obligados a saberse las leyes al dedillo para poder actuar en caso de crisis, pero como vimos en las entrevistas, la mayoría de los candidatos se quedaron con la cara de juat cuando los senadores aludieron a algunos de los conceptos básicos que implicarían sus funciones.
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