Las fiestas decembrinas siempre son pretexto para historias inauditas. Nuestra ciudad es el escenario de toda clase de ¿milagros?, ¿anécdotas insólitas?, pero en estas fechas tendemos a recordarlas más, y nos sirven para no olvidar que la gente de la CDMX es en el fondo generosa y buena onda. Estas son cuatro historias que nos recuerdan que vivir en esta ciudad es, sobre todo, compartirla con gente chingona.