Nacido en Puebla hace 27 años, Pablo Gil Zaragoza estudió Comercio Internacional. Vive en la Ciudad de México desde 2015 y tiene una gran pasión: correr.
Muchos conocieron a este maratonista hace poco en un reality show, pero él llegó hace tres años a tierras chilangas para trabajar en una revista de runners en la que podía combinar su gusto por el deporte con la mercadotecnia y así aplicar todo lo que aprendió en la universidad.
Pablo nos cuenta que su día es muy rutinario: le gusta ir a entrenar entre 5 y 6 de la mañana y después regresar y prepararse algo sencillo de desayunar.
Su lugar favorito para correr en la CDMX es el Circuito Gandhi, justo en medio de la ciudad. Pablo lo encuentra muy atractivo ya que corre rodeado de vegetación. Y aunque la vuelta sea de 1 km siempre es algo diferente.
En una de las mesas del restaurante Margaret, en el corazón de Polanco, donde probamos Margaret 23, que es un digestivo preparado con ron Zacapa 23 ®, leche, café, mazapán y espuma de avellana, Pablo comenta que correr en la Ciudad de México es un privilegio.
Pablo señala que está a punto de participar en el maratón de Nueva York y que acaba de regresar del de Chicago, en donde quedó entre los primeros 20 de los más de 1,000 corredores mexicanos que asistieron este año.
Este año ya corrió también los maratones de Tokio y —por supuesto— el de Ciudad de México, por lo que, para finales de 2018, habrá hecho 22 en total durante su vida de corredor.
“Los principales maratones del mundo son a nivel del mar y en ciudades muy planas, características que no tiene la Ciudad de México, por lo que el corredor chilango tiene muchas ventajas sobre los demás, ya que corre a mayor altura y en rutas muy cambiantes”, asegura.
“Hasta el monstruo más grande tiene su encanto, y la Ciudad de México me gusta porque es un monstruo, un monstruo bello”, resume.