La milagrosa (y misteriosa) tumba del Panteón Español 😱
Un sepulcro que solo puedes encontrar si la santa te lo permite, dicen que concede milagros. Esta es la historia de la tumba milagrosa en el Panteón Español
Por: Mauricio Nava
“Este sepulcro lo encuentras, solo si ella quiere”, cuentan los fieles que le hacen peticiones a la tumba milagrosa en el Panteón Español. Se dice que la sepultura pertenece a una santa en Tacuba, a la que todavía se le piden milagros.
Nada es más poderoso ante “el llamado de Dios” que los padres y, Carolina Troncoso, lo sabía. Esta mujer de pequeña estatura, según la describen las leyendas; era dulce, con corazón de niño y tan buena que se ganó el mote de santa. Ella es a la que le piden milagros y sus restos descansan en la tumba.
Troncoso abandonó su vocación de monja para cuidar a sus padres enfermos. Su alma caritativa llamaba siempre la atención por encima de su joroba. “La santa de los estudiantes” ganó fama en los 50, cuando ingenieros y abogados, escribían sus peticiones con lápiz sobre el frío mármol de su tumba. Siempre pidiendo que les ayudara en los exámenes.
Carolina murió en 1920. Dos años después de su partida la familia decidió construir el sepulcro actual, una visión en la tumba tomó al barrio de Tacuba por sorpresa; el cuerpo de Carolina seguía intacto. De ahí que le apodaran milagrosa y, atribuyeran santidad, a su imagen.
A partir de ese suceso los vecinos y curiosos, se adentraban en el campo santo para pedirle a la tumba milagrosa en el Panteón Español. Por los enfermos, por los negocios y hasta el perdón, se leía en las plegarias. Su tumba llena de dulces, juguetes y flores, a manera de ofrenda, se volvió un punto de referencia en el lugar.
La tradición sigue viva después de 100 años. Si en algún momento decides ir en busca de la tumba milagrosa en el Panteón Español y, la encuentras, debes pedir en voz alta tu milagro, anotarlo con lápiz en el mármol y tocar el sepulcro. Todo al mismo tiempo como dicta la tradición. Si te funciona, no dudes en compartir tu experiencia.
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