Además de ir a pensar cosas, comprar chácharas, echar el chal con los vendedores y explorar nuevos terrenos, a Cynthia Romero, la tiktoker de tianguis chilangos, le encanta hacer videos acerca de su experiencia en estos espacios de vendimia y convivencia.
La riqueza del jolgorio, el hallazgo y la oferta gastronómica que se abre a cada paso son escenas valiosas para documentar y compartir con sus seguidores y fans de la cotidianidad en las calles de la CDMX.
Cronista y tiktoker de tianguis chilangos
Su gusto por las vivencias y las curiosidades que cada semana se presentan en los tianguis de la CDMX y la zona metropolitana tienen ya una marca personal en TikTok.
La fascinación por desentrañar las historias de los tianguis y la de los barrios en los que se desarrolla la venta han encontrado un canal de salida en el cual sus seguidores se sienten identificados.
Sin embargo, este proyecto no fue algo que Cynthia hubiera planeado: “Todo surgió porque me di cuenta de que tenía muchos videos en los que capturaba la vida de los tianguis y de las calles, de los barrios”.
Solo faltaba unir esos fragmentos de ciudad de modo que cada tiktok tuviera una historia qué contar. En ocasiones, una voz en off narra el recorrido, los olores que se agolpan a la entrada del tianguis: café, tlacoyos o verdura recién cortada.
La mirada de los tenderetes de comerciantes que viven al día y que ofrecen mercancía variada, dependiendo del tipo de tianguis, son parte de su mosaico de contenido.
“Por ejemplo, en la Portales, en la calle de Rumania, toparás buenas antigüedades o cháchara para decorar tu casa. A veces hasta más barata que en la Lagu”, comenta Cynthia.
Las piezas visuales que Cynthia une a partir de lo que quiere contar ahora ya tienen una metodología más clara: por lugar, por recorrido, por vivencia o por jornada de exploración. La pauta nace de la experiencia cotidiana y de lo que sus mismos seguidores aportan en los comentarios.
Sin embargo, su premisa es que como narradora de tianguis chilangos, siempre hay que ir abiertos a las propuestas de cada lugar, ya que de eso dependerá que encuentres cosas chidas a buen precio.
Por otro lado, la tiktoker comenta que estos espacios no solo te ofrecen la posibilidad de adquirir buena mercancía, no importa si eres comprador de paso o mayorista, también te permite conocer el movimiento de los negocios aledaños, las familias y lo emblemático de cada barrio.
La audiencia no se reserva los comentarios empáticos en torno a sus travesías. La mayoría enriquece la conversación con sugerencias acerca de los tianguis que están ubicados en la periferia o en el Estado de México.
Algunos exhortan a Cynthia a que se lance a Otumba, Chimalhuacán, Chalco, entre otros. Ella, originaria de Ciudad Nezahualcóyotl, ya tiene en sus haberes varios recorridos por aquellos tianguis, sin embargo siempre se muestra abierta para conocer otros estilos y territorios.
Las narraciones de su paso a través de los tianguis chilangos no son improvisadas a pesar de que el ritmo de su recorrido tenga variaciones: “Me gusta mucho usar las palabras precisas una vez que tengo el video, porque justamente quiero expresar que el tianguis tiene vida, una vida que a veces la cotidianidad va empolvando”.
Moda en la Lagunilla
Desde hace 15 años, el tianguis de la Lagunilla es espacio de trabajo y andares para Cynthia. A partir de las 10 de la mañana y hasta las 6 de la tarde abre su negocio de ropa de segunda mano, cuya singular variedad mezcla estilos de los setenta, ochenta y noventa.
Su conocimiento de los tianguis chilangos se ha afianzado a través de los años, no obstante, la mirada que ella ejecuta durante su vendimia le ha dado luz para identificar diversas expresiones sociales y culturales de su entorno.
“Me gusta mucho vender aquí en la Lagunilla porque me da tiempo de observar y de construir las historias, de documentarlas y compartirlas en los videos que subo a TikTok”, agrega con entusiasmo.
Cynthia narra que la fascinación por la ropa y el calzado con estilos distintos comenzó cuando ella iba en la secundaria. A partir de entonces comenzó a coleccionar prendas y accesorios que posteriormente vendía.
“Yo lo que hago es mostrar un estilo en mi merca y en mi imagen. Las piezas que yo traigo a mi tienda tienen por lo menos unos 30 años y casi todo es made in USA, de marcas que ya no existen, pero que conservan la esencia de su época”, comparte la experta en tianguis chilangos.
Para vendedores avezados como Cynthia ya no es complicado encontrar estas joyas de antaño. Como ella misma lo comenta al inicio, la cosa es ir abiertos a nuevas propuestas.
“Yo consigo estas prendas en todos lados, hay gente que me dice ‘oye, armaremos una venta de garage, lánzate’ o bazares pequeños, ahí es donde uno encuentra la mejor merca porque es ropa o cosas que esa banda usaba y que está bien conservada.”
En el negocio de Cynthia cae todo tipo de clientes: los que ya conocen la calidad y estilo de su propuesta, la banda revendedora o hasta comerciantes extranjeros que van a la Lagu a comprar y que se la llevan a sus países o la venden en línea.
“Vienen compradores que coleccionan prendas de marcas muy específicas, que desaparecieron hace décadas; por ejemplo, hay raza que busca los pantalones de Edoardos, clásicos de los noventa.”
En los racks del local se conjugan prendas de todas las texturas y colores: camisas de terciopelo color aceituna o uva, vestidos floreados con tirantes denim, prendas con aplicaciones de glitter que recuerdan a los videos noventeros de MTV, chamarras de mezclilla con estampados o bordados ya descontinuados.
Cynthia agrega que la riqueza de nuevas propuestas de moda siempre sumará cosas chidas al tianguis: “Cuando empecé, sólo éramos dos locales con este concepto de ropa, pero después se masificó. A veces voy con los vecinos y busco qué se puede adaptar a los estilos que yo ofrezco”.
Historias de la banda antaña
En su narrativa de TikTok, Cynthia menciona en varias ocasiones a la banda antaña, un término que ella acuñó para describir a aquellas personas que han vivido la transición de varias épocas, y que nosotros como millenials apenas si podemos imaginar.
“Las historias de esa banda es parte de los tianguis de la ciudad. Por ejemplo, hay un señor que llegó a la CDMX en los cincuenta y que le tocó trabajar en una empresa familiar que hacía gaznates, las golosinas que vendían en los cines viejos que ya no existen”, destaca con nostalgia.
La tiktoker de tianguis chilangos añade que todo ese conocimiento solo se obtiene de estar en el constante recorrido, de observar, de ser empáticos para conectar con todo lo que esas generaciones de antaño tienen para ofrecer.
“Esto hay que documentarlo porque de lo contrario se va a perder en el olvido. Pero si yo hablo con ellos y conozco de dónde vienen, qué han vivido, cómo esos personajes han construido la ciudad, pues la cosa cambia”.
El gusto por la escritura y la lectura de cronistas como Carlos Monsivás le han abierto una nueva necesidad: escribir un libro que recopile narrativas diversas de niños, jóvenes y ancianos, pero no solo de la ciudad, también de la periferia como Ciudad Neza.
Además, añade que la creatividad para construir historias también tiene otros caminos: “Quiero hacer mis propios diseños, intervenir las piezas que traiga a mi local, pintarlas y armar un nuevo concepto. También me gustaría diseñar y elaborar mi propia ropa; usar solo prendas que yo haga”.
Las jornadas domingueras en la Lagu no serían lo mismo sin su pandilla: hermanos, amigos de toda la vida, vecinos que han estado cerca de Cynthia durante muchos años.
Una buena dosis de tianguis chilangos encontrarás tanto en la cuenta de TikTok de Cynthia como en su perfil de Instagram. Síguela y cuéntanos qué tianguis de la CDMX son tus favoritos y qué hallazgos se pueden topar allí.
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