Una planta de marihuana de dos metros reposa bajo una lámpara de sodio en la esquina de un cuarto blanco. Una por una, más de 30 mujeres se acercan a inspeccionarla. Después de comprobar su identidad, las asistentes son recibidas en una locación secreta en la Ciudad de México para un taller clandestino de autocultivo de cannabis.
Organizado por Cannativa —asociación civil dedicada a la educación cannábica— y un banco local de semillas de cannabis, el taller reunió a 30 mujeres para que pudieran dialogar y abordar los datos más relevantes para un cultivo exitoso y delicioso. También, para platicar los impactos que tiene la flor en la salud mental colectiva, el autocuidado y la autogestión sobre nuestros cuerpos y territorios. Y aunque el acceso fue exclusivo a las mujeres, quien lo deseara pudo seguir la transmisión online y gratuita de este curso con perspectiva de género.
Desde 2019, la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció el consumo de marihuana como un derecho derivado del libre desarrollo de la personalidad, y ordenó al Congreso crear la normativa adecuada para permitir el acceso al cannabis. Sin embargo, tras años de discusiones, y prórrogas, México todavía no cuenta con una legislación que regule la marihuana en el país. En consecuencia, desde hace algunos años han surgido cada vez más talleres como este, donde se imparten a los asistentes los principios básicos para el autocultivo.
Marihuana, mujeres y naranjas
Entre morras rolando porritos y comiendo naranjas, Polita Pepper, maestra en Antropología Social por el CIESAS y fundadora de Cannativa, compartió con las asistentes diferentes recomendaciones para iniciarse en el autocultivo o sortear los distintos retos que conlleva el cuidado de un ser vivo. En aproximadamente dos horas, explicó con lujo de detalle desde cuáles semillas elegir, dónde conseguir sustratos y los nutrientes adecuados, qué lámparas usar, hasta los mitos que existen alrededor de la hidroponia y cómo se combaten las peores plagas incluso cuando la planta se encuentra en floración, momento en el que son más sensibles.
Te puede interesar: ¿Cómo tramitar el permiso para el uso lúdico de la marihuana?
“Hay que prestar atención a la calidad de la materia. El control de calidad está en la flor y si tú no eres la persona que provee ese origen, entonces la persona que te provee tiene que responsabilizarse de ese control de calidad. O lo tomas tú”, expuso Polita Pepper, y agregó que la única manera de garantizar la calidad y el origen de nuestros productos es autocultivando. “El cultivo de cannabis es la base de todo lo que queramos hacer. En la medida que ponemos atención a nuestros cultivos y generamos nuestras propias herramientas de trabajo tenemos el control de calidad en nuestras manos: el de nuestra medicina, el de las sustancias, de todo”.
Para ejemplificar a detalle las partes de la planta y sus etapas de crecimiento, las asistentes pudieron observar una planta madre ubicada en un cuarto de la casa, un manual de 150 páginas, distintos tipos de nutrientes, y flores de marihuana de diferentes calidades.
El taller culminó con la rifa de un kit de nutrientes, además cada participante recibió un sobre con semillas, y porritos o cogollos para seguir con la charla sobre la cannabis en una convivencia al aire libre mientras la lluvia lo permitiera.
Te puede interesar: ¿Ya es legal? Suprema Corte da el sí al uso lúdico de la marihuana
La legalización se acerca, pero aún falta
Debido a que el Congreso incumplió con los tiempos establecidos para la regulación del cannabis en el país, la Suprema Corte de Justicia votó para declarar inconstitucionales los artículos que prohíben la marihuana. Con 8 votos a favor y 3 en contra, se aprobó la Declaratoria General de Inconstitucionalidad, lo que significa un paso importante, más no el único, hacia el reconocimiento de los derechos a favor del consumo lúdico de la marihuana.
El Congreso aún sigue obligado a crear las medidas que garanticen el acceso a la planta y sus derivados a todos los ciudadanos, lo que contempla tanto el autocultivo como la comercialización. El camino para un acceso libre al cannabis todavía tiene algunos pasos por delante. Y mientras eso suceda, la sociedad civil seguirá encontrando y creando espacios para compartir conocimientos y promover la autogestión.
También lee: ¿Ya es legal? Suprema Corte da el sí a uso lúdico de la mariguana