Chilango

Manual para detectar un orgasmo fingido

Getty Images

Es cierto: todos mentimos. La neta es que eso de la sinceridad no es nuestro mero mole y en muchas ocasiones lo hacemos para no herir a alguien más o para evadir un problema. Y el momento en el que uno se sube al guayabo no está exento.

Aceptémoslo: cada que tú y tu pareja tienen una noche de sexo desenfrenado, él termina como gavilán pollero con el pecho inflado de orgullo. Tus orgasmos son épicos, tus gritos se convierten en alaridos y los ojos se te van en blanco. 

Ay, ajá.

Sabemos que mientes. Te lo podemos creer en alguna escena de una película porno, pero esa reacción en cadena que tienes cuando le pones con tu pareja: no siempre es real.

Y para los pobres incautos que caen en las redes de tus engaños, les traemos el Manual para detectar los orgasmos fingidos de sus chicas.

Véanlo por el lado amable: no tendrás que fingir más y tu pareja deberá esforzarse por chambearle un poco más a la hora de darle.

Hay algo en tu mirada

Los ojos son los mejores delatores. Cuando una mujer alcanza un orgasmo, las pupilas se dilatan. Esto se debe a que la presión sanguínea aumenta y a que se aceleran los latidos del corazón. Así que si la chica en cuestión finge que se le aceleran los latidos, si sus ojos no se dilatan es señal de una inminente y asquerosa mentira.

Dependiendo del sapo

Es la pedrada. La estimulación del clítoris suele ser más efectiva que la vaginal. Esto se debe a que tiene las mismas terminaciones nerviosas que el pene, así que si no hubo un trabajo dedicado ahí por medio del tacto o el sexo oral, las probabilidades se reducen (ojo, no se eliminan, no se pongan punk).

El orgasmo vaginal también es posible. Regularmente influye el jugueteo que se realice en la zona, el tamaño y el grosor del pene. Tampoco quiere decir que quienes tienen una pequeña herramienta no conseguirán nada. Recuerden: chiquito, pero rinconero.

Y bueno, también se puede alcanzar a través de la estimulación del Punto G, esa zona rugosa que se encuentra en la pared frontal de la vagina.

Firmes… ¡YA!

Cuando se produce un orgasmo, el clítoris sufre una erección. Así que si el asunto está blandito, se fregó la cosa.

De igual forma, los pezones de la mujer también tienen una erección, se contraen las fibras musculares y a eso se le conoce como miotonía. Que no les quieran ver la cara. El orgasmo produce contracciones, entre 10 y 15 y pueden variar en la intensidad de cada una.

Rosa Carmín

Un orgasmo produce lo que se le llama el rubor sexual. Es decir, la piel de las mejillas, senos y abdomen de tu chica pueden tener un enrojecimiento. Esto igual se debe a que la temperatura corporal incrementa. No en vano dicen que uno tiene calentura…

Que todo fluya

Al producirse un orgasmo hay mayor lubricación. Vamos, es un tanto obvio. A menos que exista una condición médica que implique que la mujer no lubrique, es necesaria para que se dé la penetración.

Algunas mujeres logran experimentar la eyaculación femenina. Y no, no es un mito.

Es cierto que la lubricación no siempre está presente. Para ello se pueden utilizar lubricantes hechos a base de agua que permitan una mejor penetración. El sexo oral también es un gran aliciente.

Vamos, detectar un orgasmo no es tan difícil. Sin embargo, hay quienes le hacen muy bien a eso de la actuación y logran engañar a sus parejas. Pero eso sí: las respuestas físicas no mienten. Hay cosas que una mujer no puede controlar con una simple actuación como puede ser la dilatación de las pupilas o el mencionado rubor sexual.

Así que ya saben, que no se los lleven al baile y si ya detectaron que los orgasmos de sus chicas son puro pájaro nalgón, lo mejor es que recurran a la comunicación. Es cierto que puede haber cierta incompatibilidad, pero eso no significa que lo intenten una y otra vez hasta lograr que las cosas funcionen.

Todo está en el querer.