Estás en tu casa, tu novia/o está lejos para hacerle apachurro. De repente, recibes un mensaje: te dice que te extraña y que está de hueva el viaje con su jefe Fidencio. A ti se te prende el foco y le envías una foto cachondona tuya. En respuesta, te dice: no entendí, ¿qué fue eso?

Oh, gran decepción.

Las ‘selfies’ (o autorretratos eróticos para los puristas del idioma) tienen su chiste y por eso, para no andar dándoles consejos a lo tarugo, entrevistamos a Roberto Ferrer, fotógrafo con vasta experiencia en este rubro.

Vamos paso por paso.

¿Qué tanta ciencia requiere hacer una foto erótica chida?

Roberto nos comenta que todos podemos hacer un autorretrato erótico, sólo es cuestión de querer hacerlo. El secreto está en descubrir la parte que más nos gusta de nuestro cuerpo y de ahí arrancarse.

‘El cuerpo es extraordinario y podemos sacarle mucho provecho a partes específicas que nos gusten como las manos, boca, cabello, senos, trasero, pelvis’ o las que a ustedes les latan (se vale los fetiches con los pies).

Lo que nos dice Roberto es que nada más necesitamos una cámara con auto disparador (o un celular) y, lo más importante, algún lugar en el que nos sintamos a gusto, ‘un espacio al que designemos como nuestro santuario’, esto puede ser nuestro cuarto, sobre la cama, al lado de una ventana con mucha luz (y si les late la onda exhibicionista, bueno, pues voilà), o bien, algún sillón. Recomienda ver fotografías en internet sobre este tema para tener una idea más clara de lo que se busca.

¿Cuál es el secreto de una pose erótica?

Lo erótico está establecido en las formas redondas de nuestro cuerpo, nos segura Roberto, y bueno, basta con saber cuáles son para iniciar nuestra sesión privada.

Vamos, todos nos hemos visto al espejo y sabemos de qué manera nos vemos mejor ya sea enseñando el trasero, juntando los senos, inclinados hacia adelante, con las piernas estiradas o con lencería, en el caso de las chicas.

Y chequen esto: ‘a las mujeres les funciona muy bien destacar las siluetas, la redondez de sus glúteos, su cintura, senos con pezones levantados, es decir, poses que sepan que agradarán a su chico’.

Para el caso de los hombres, pues qué mejor que mostrar los hombros, la espalda, el pecho, las manos y el nacimiento del vello púbico. O bien:músculo, músculo, puro músculo.

¿Cuáles consideras que son las poses más cachondas?

‘En lo personal se me hacen muy eróticas las siguientes: en la cama boca abajo levantando las pompas, con las piernas cruzadas y con el cabello a la mitad de la cara; parada de espaldas frente a un ventanal con las piernas largas y abiertas; sentada de forma horizontal en un sillón con una pierna abajo recargada en el descansa brazos. Su cara en primer plano y al fondo un poco fuera de foco las pompas levantadas. Encuentro más eróticas imágenes que dejan a la imaginación los genitales, pues te prende y es como darte una probadita del postre que pronto disfrutarás’. ¿Qué tal, eh?

¿Cuál es la diferencia entre algo fino y algo vulgar?

Posoye, una cosa es que uno se vea cachondón y otra cosa es que la imagen se vea de a tiro pa’ los perros. Roberto nos dice que la fotografía erótica podría ser de mal gusto si uno no cuida las poses, los encuadres, la ropa o los lugares que se elijan. ‘El cumplir tus fantasías podría ayudarte a tener una imagen de mejor calidad, todo esta en cuidar los detalles. El hecho de tomar fotografías directamente a los genitales muchas veces resulta grotesco y de mal gusto a menos que sepas hacer un encuadre mas sutil y cuidar que se vea muy bien esa parte del cuerpo’. El punto es dejar algo a la imaginación para que en el próximo encuentro con tu quiubolesqué haya mucho de dónde exprimir.

Mmm… ¿y si mi cuerpo no es como el que nos venden por todos lados?

No sean apretados ni se dejen llevar por esas cosas. Roberto nos aconseja que ‘tomarnos fotografías de este tipo, pues esto ayuda mucho con nuestra autoestima. Nos conocemos mejor y amamos aún mas nuestro cuerpo, puesto que reconoces cuáles son tus partes favoritas y las destacas. Es un ejercicio que yo recomiendo mucho’.