Sólo hay algo peor que no tener sexo: la rutina. La falta de sorpresa es algo que, inevitablemente termina con matrimonios, noviazgos, aventuras e ilusiones de vida.

Por eso instrúyete en el tema. Aviéntate, pues. Lee libros que te ayuden, platica con la gente, ve películas. Lo que sea. Vuélvete un amo y señor del cachoendeo y serás recompensando de por vida. Además, si la tienes contenta en la cama y en el romance, será tuya. Fin.

Toca, juega y aprende. Es el mejor consejo que alguién le puede ofrecer a otro compadre. Y deberá pasar de generación en generación.