Tu pareja se tiene que ir en 15 minutos. Lo saben, no tienen tiempo y a los dos se les cuecen las habas por echarse un tiro, aunque sea algo rapidito. Lo intentan, una pierna por aquí, otra por allá y al final: oh, decepción.

Mmmta. Tanto alboroto para ¿esto? Bueno, como sabemos que no siempre las cosas pueden salir como una las espera, aquí les pasamos algunos consejos:

Sin protección: no hay fiesta

Para empezar, las hormonas no deben matar las neuronas. Está todo bien con quieran echar pata de la forma más rápida que puedan, pero no olviden que hay que cuidarse de enfermedades de transmisión sexual o de llantos y pañales en 9 meses.

Para cuidarse de ETS, la mejor barrera es el condón. Sin embargo, en entrevista con la doctora Cristina Dallal, ginecóloga del Hospital Médica Sur, nos comentó que hay algunos virus del Papiloma Humano que se pueden contagiar con el simple contacto de la piel, lo cual es bastante delicado. Pero eso sí, los protege de clamidia, gardnerella o candidaalbicans.

Y bueno, para no traer chamacos al mundo sin haberlo planeado antes, la doctora Dallal nos comenta que existen diferentes opciones: las temporales o los definitivos. Los definitivos son los que no irreversibles, y bueno, en caso de que ya le hayan echado coco un buen rato y hayan decidido que de plano ni borrachos traerían un chamaco a este mundo, pues lléguenle a estos. Pero si el instinto maternal/paternal les aflora de repente, lo mejor será utilizar los temporales.

Hay muchos, de verdad, entre hormonales y no hormonales uno puede hacer un catálogo de protección. Pero bueno, supongamos una situación: conocen a alguien en el antro y deciden irse a un hotel. Para reforzar la imposibilidad de embarazarse, pueden emplear el condón y una lámina anticonceptiva.

Achis, ¿qué es eso? Bueno, pues VCF lanzó esta maravilla que, al combinarlo con el condón, brinda protección de un 190% ante un embarazo no deseado. Y aquí viene la mejor parte: no hace batidillos, como la mayoría de los espermicidas que venden en gel, no es hormonal, no tiene efectos secundarios, no aumenta de peso, no cambia el estado de ánimo, no provoca brotes de acné, no causa infertilidad y… la cosa se pone mejor: produce mayor placer sexual.

Es muy sencillo de aplicarse: sólo se requiere extraer una lámina con los dedos secos y limpios, doblarla por la mitad, colocarla sobre el segundo o tercer dedo y ¡zas! insertarla tan profundo como puedan en la vagina en la medida que sea posible contra el cérvix. Es tan discreto, que nadie se da cuenta que está ahí.

¿Qué tal, eh?

Un buen lubricante

En segundo término, además de cargar con un condón y esta lámina anticonceptiva VCF, nunca está de más llevar un buen lubricante. Los de base acuosa son la onda, pues a diferencia de los de base mineral oleosa, son condón friendly: no atacan al látex ni le quitan su eficacia.

Vamos, no siempre el horno está para bollos y una ayudadita extra, nunca, NUNCA está de más.

El lugar es la clave

Hacerlo en el coche, en un clóset o sobre la lavadora (al más purititito estilo de Amores Perros) no siempre es lo más cómodo, pero la neta… mientras más prohibido sea el sitio, mejor se pone el asunto. Tampoco sean atascados y lo vayan a hacer en el cuarto de sus papás cuando saben que están a dos minutos de llegar… las consecuencias no siempre podrían ser las más amables para los dos.

Las posiciones

Depende del sapo es la pedrada. Aquí van algunas posiciones que seguramente los llevarán al Nirvana. Igual hay que fijarse en el lugar, si es muy apretado, las mejores serán las que impliquen estar de pie, así que habrá que hacer un buen empleo del equilibrio para hacer maniobras que les permitan darse un buen quiebre.

Lo que deben evitar

Eviten a toda costa grabarse. No vaya a ser la de malas que a su linda parejita se le ocurra querer ser pornstar por una noche y lo suba a las redes sociales, porque ahí sí no hay vuelta de hoja. De allá en fuera, denle vuelo a la hilacha y a la imaginación, que no les cuesta nada.