[Nota del editor: Lo aquí publicado está basado en hechos reales, pero algunos nombres y situaciones han sido cambiados para proteger la privacidad de terceros. Los puntos de vista aquí expresados no necesariamente reflejan la opinión de Chilango o de Grupo Expansión.]
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Estoy convencida. El problema es el sexismo: si eres hombre, es un orgullo haberte cogido a mil chicas, eres un auténtico macho chingón. Si eres vieja, te va de la chingada.
Muchos de mis compañeros sexuales latinoamericanos se sienten oprimidos al enterarse (o al menos al sospechar) que yo he cogido más que ellos. Es como si les amputara un huevo. Y claro, he escuchado varias veces el “es extranjera, vivió en Europa, obviamente es libertina”. No parecen estar juzgando mis actos, sino justificándolos (de esto no estoy segura, pero la explicación me sirve para dormir tranquila).
Respecto a la sexualización de la sociedad, he conocido muchas niñas fresas, a la típica chava del club que aparenta algo pero es otra cosa (muchas se juegan el papel de la mosquita muerta, pero al menos cogen). Otras son seres frustrados y llenos de tabúes, caso mucho más preocupante. Recuerdo que un tapatío me contaba que a su novia `sólo se la cogía en misionero´, que para hacer cosas kinky se iba con las putas. (“Qué saludable”, pensé. Pero esto ya es otra historia.)
Casi todos mis amigos extranjeros cogen seguido (y, seguido, entre ellos). Prácticamente todos mis conocidos de cromosomas XY parecen tener vidas sexuales plenas y saludables, estén en una relación estable o no. Según la más reciente encuesta de Sexo de Chilango, la gran mayoría de los que vivimos en la CDMX (de 63 a 78%) aseguramos estar satisfechos con nuestra sexualidad.
Al final, todos tenemos una opinión al respecto. Desde mi punto de vista, el problema chilango está en que los chicos opinan demasiado y las chicas lo hablan muy poco.
Es un hecho: la vida sexual está ligada a la cultura y a la historia de un país. Y aquí en México (especialmente en la capital) es un fenómeno que está en plena efervescencia.
Aún así, parece hipócrita que una de mis citas preferidas de la literatura universal sea la cursilada de Saint-Exupéry, en El principito: “Si tu m’apprivoises, nous aurons besoin l’un de l’autre, tu seras unique au monde. Je serai pour toi unique au monde… dit le Renard”.
¿Y ustedes qué piensan? Díganme cómo lo ven, aquí abajo, en los comentarios.
EL PRÓXIMO JUEVES les voy a contar cómo acabé tocando guitarra en una gasolinera con un homeless y un gay desconocido. Acá l@s espero.
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