Si algo extrañamos hacer desde que empezó la cuarentena es recorrer nuestro terruño capitalino. Y como la nostalgia es prima hermana de que lo vivido nadie nos lo quita, te traemos el top de puntos de reunión en la CDMX donde quedábamos de vernos con la banda.
Para ir al cine, a un concierto, festival, a echar chal a gusto con los amigos, estos lugares eran las sedes, casi oficiales, que todo chilango acordó como punto de encuentro.
¡Cuánto extrañamos estos puntos de reunión en la CDMX!
La Ciudad de México está llena de emblemáticas sedes que apenas eran el comienzo de miles de aventuras por calles, avenidas, museos, salas de cine, restaurantes, teatros o foros de espectáculos.
Checa esta lista de oro y dinos si no es verdad que recordar es volver a vivir.
En el metro, abajo del reloj
No importaba la estación, la dirección o correspondencia que eligieras; este punto de reunión en la CDMX era infalible para que parejas, amigos y hasta comerciantes se vieran sin pierde.
Solo había que tener cuidado en aquellas estaciones donde el gentío parecía arrastrarte en esa ola feroz de movimiento.
La Alameda / Bellas Artes
Bellas Artes y sus alrededores eras referentes para aquellos paseos que se acotaban al Centro Histórico de la CDMX. Cómo olvidar la brillantez de toda la alameda a media tarde mientras nos echábamos un heladito y esperábamos a los nuestros.
Las rejas de Chapultepec
Para ir a echar una suave garnachita, visitar el zoológico, remar en el lago o, si tenías suerte con los boletos, ver El lago de los cisnes, ¡qué tiempos! Ah, y no podía faltar el chicharroncito preparado mientras tejías el plan definitivo con tus amigos.
La Glorieta de Insurgentes
En este punto de reunión de la CDMX no solo quedábamos de acuerdo para cruzar hacia la Zona Rosa o la Roma, también era una explanada de exposiciones, tendedero de mercancías inimaginables y diversidad de grupos chilangos.
El Monumento a la Revolución
Las fuentes danzantes del monumento, los perritos corriendo y jugando, los niños saltarines o los artistas callejeros nos hacían menos larga la espera cuando la banda se demoraba en llegar a este punto de encuentro.
El zócalo / La catedral
¡Uf! Los conciertos en el zócalo eran todo un acontecimiento que ameritaba reuniones con toda la banda en alguna callecita aledaña o en un punto donde nadie se perdiera. Aunque las compras en las zonas cercanas o las caminatas por Madero también eran un buen argumento para toparse en la fachada de Palacio Nacional o en el asta bandera.
La fuente de los coyotes
Esos paseos sabatinos por las calles empedradas de Coyoacán y una buena dosis de churros rellenos tenían como antesala un punto de reunión clásico que solo de recordarlo se nos sale la lagrimita Remi: esos coyotitos que han visto pasar generaciones enteras de chilangos.
La casa de los azulejos
Del lado de Madero o de 5 de Mayo no había confusión. La fachada de este punto de reunión en la CDMX era infalible para irse de pata de perro a alguno de los barecitos cercanos o armar el recorrido de museos en domingo. ¿Cuál era tu plan favorito?
Tlatelolco
Para acordar el plan norteño, la plaza de las Tres Culturas o el Centro Cultural Tlatelolco eran buenas ubicaciones. Aquellos chilangos que echaban el ciclotón dominguero, Tlatelolco representaba un punto de descanso y espera de los amigos que se atrasaban en el pedaleo.
La Lagunilla
En los mariscos de confianza, con el don de las playeras de diseños chidos, con el de las fresas con crema, con la doñita de las joyitas kitch, aquí sí tenían que poner un punto de reunión más específico dentro de este mar de maravillas, de lo contrario tardarían un rato en encontrarse.
El Chopo
A la entrada del tianguis era mejor o si de plano la banda se tardaba y era impuntual, lo mejor era adentrarse y esperar en alguno de los puestecitos de playeras o discos. Y qué mejor que finalizar la jornada con una comida en el mercado de San Cosme, ¿si o no, raza?
Ciudad Universitaria
¡Goooyaaaaaa! Ay, cómo extrañamos encontrarnos afuera de la biblioteca central, en las islas o en el espacio escultórico, snif… La idea era alejarnos un poco de las concentraciones de gente y pasar un buen domingo de picnic. A menos que te lanzaras al estadio universitario a echarle toda la porra a tu equipo.
Kiosco morisco
Todo chilango que se respete debió poner entre sus puntos de reunión en la CDMX el kiosco morisco para dar un rol tranquilo con el novio, la novia o el crush. El solo pretexto para echarle un ojo a sus detalles ya era suficiente para llenar de alegría nuestras tardes.
Cineteca Nacional
Tendremos que esperar un buen rato para que este punto de reunión en la CDMX vuelva a nuestras agendas vespertinas. Ya habrá oportunidad de disfrutar nuevamente de las muestras internacionales de cine, del café solitario, del rol colectivo por la librería o aprovechar las áreas verdes para romancear un poco. De ahí a Coyoacán a buscar el peligro en algún bar o cantina… cuando se pueda, claro.
Reforma
No había falla cuando había que reunirse en el Ángel para celebrar la victoria de México en el Mundial o cualquier evento que ameritara buena fiesta. Para el inicio de las marchas y protestas también era un buen punto de partida, ¿te acuerdas?
¿Nos faltaron otros puntos de reunión en la CDMX? Cuéntanos dónde solías encontrarte con la banda antes de comenzar su jornada de pata de perro?