Raquel Becker respira, corre y se desprende. En piruetas se hace una con el aire. Los brazos la sostienen en un muro, sube y corre de nuevo para burlar más obstáculos y no dejar de moverse. Se trata del arte del desplazamiento y al igual que ella, practicar Parkour en la CDMX se ha vuelto una actividad que se replica en los parques chilangos.
Ciudad Universitaria, el Centro de la ciudad o Churubusco. La calle es el gimnasio que comparten los traceurs (trazadores) que crecen al ritmo de esta disciplina, que apunta a ser deporte olímpico en París 2024.
“Siento libertad. El parkour es como una terapia. Solo piensas en dónde apoyarte y en la posición de tu cuerpo, porque si lo haces mal puedes caer”, dice Becker, seleccionada nacional, que gracias a este deporte presume su participación en reality shows y ser doble de acción. “El miedo se vuelve tu aliado”, sentencia.
El parkour nació en Francia entre los 80 y 90, pero no para competir, sino como una disciplina para conectar cuerpo, mente, superar límites y adquirir capacidades físicas. Se compite contra uno mismo. “Para mí fue como volver a ser la niña de cinco años que subía a los árboles”, cuenta Kiara Guerrero, también seleccionada mexicana.
Dice que es normal sufrir raspones y golpes, como cuando eres niño, pero recomienda practicar Parkour en la CDMX bajo ciertas condiciones: “Aprendan con alguien que sepa. No se avienten a hacerlo solo porque vieron un video. El parkour es de gran impacto”.
Hay dos modalidades principales en el parkour: freestyle, que se basa en acrobacias durante los trazados, y velocidad, que consiste en superar obstáculos en el menor tiempo posible.
Este año, las copas del mundo de Hiroshima y Montpellier fueron canceladas por la pandemia, pero el evento en Francia se realizó vía online durante agosto y fue liderado por la mejor traceur mexicana: Ella Bucio.
Por exponentes como Raquel, Kiara, Daer Sánchez, Jona Herrera y Ella, México está en el top 10 mundial, donde Francia marca el paso.
El practicar Parkour en la CDMX se mueve ágil, saltando con la locura y el miedo a un costado, y con las emociones y los pies apuntando al cielo.
Lugares para practicar Parkour en la CDMX
- Parque México
- Ciudad Universitaria
- Chapultepec
- Prados Parkour Park
- Bajo puente de Circuito Interior y México-Tacuba
- Parkour Park, Tlalnepantla
- Jardín Ramón López Velarde, Metro Centro Médico
- Skate Park México, Metro Tepalcates
- Parque Naucalli, Torres de Satélite
Estrellas mexicanas
- Kiara Guerrero, 21 años, Freerun
- Raquel Becker, 28 años, Freerun
- Ella Bucio, 21 años, Freestyle
- Daer Sánchez, 31 años, Freerun
- Mau Wow, 30 años, Freestyle
Intenta practicar Parkour en la CDMX con esta guía de movimientos
Pasavallas: corres de frente hacia el obstáculo, apoyando las manos, con el fin de pasar las piernas por un lateral.
Gato: movimiento clásico: saltas apoyando las dos manos en el obstáculo y pasando las piernas entre ellas.
Rompemuñecas: como el gato, pero antes pasas las piernas estiradas y luego apoyas las manos.
Reverso: esquivas el obstáculo por encima de él dando un giro en el que el cuerpo acaba mirando en la dirección opuesta a la que empezaste. Se puede hacer con una o dos manos.
De precisión: sin carrerilla, con uno o ambos pies, saltas a un punto que sea estrecho, como desde lo alto de un muro a otro. Si están a diferentes alturas se llama “distensión”.
De brazo: el más habitual antes de trepar porque supone que tras el salto coges la parte alta de un obstáculo.
De fondo: te desplazas hacia abajo a una amplia superficie. Si la altura o la longitud saltada es considerable, es adecuado que uses una rotación para aterrizar.
Básico: evitando que los talones golpeen el suelo, para tener más amortiguación repartes el peso del impacto por el cuerpo, manteniendo las rodillas parcialmente flexionadas y la espalda inclinada hacia adelante.
Rotación: útil cuando la básica no se controla por la velocidad o la altura del salto. La posición es similar, pero tienes que voltear el cuerpo usando como punto de apoyo el omóplato.
Con los brazos: después del salto del brazo frenas con las piernas y evitas el impacto contra el obstáculo; estando flexionadas te ayudan a iniciar la escalada. Si saltas usando una “rama” (algo a lo que agarrarte por encima de la cabeza) dejas que el cuerpo se balancee.
Grimpeo: escalada de muros o árboles.
Tictac: utilizando elementos del propio entorno, saltas obstáculos. Por ejemplo, con la ayuda de un banco del parque puedes saltar la valla.
180: das un giro de 180 grados para terminar colgado y sujeto por las manos. Al acto de descolgarte se le llama “liberado”, y existe la variante de hacer otro giro durante la caída para situarte de cara al recorrido y ganar tiempo.
Laché: estando colgado de una “rama”, pasas a otra.