6 oficios chilangos que ya no existen y no lo habías notado
Buscamos algunos oficios chilangos que ya no existen más en las calles de la CDMX, se han ido para siempre. Si ves a uno por ahí toma foto.
Por: Colaborador
Vía: Alejandra Suaste
Oficios chilangos extintos, que extrañamos y seguro no te habías dado cuenta de que ya no están más por las calles de la Ciudad de México.
Con el paso del tiempo, la llegada de la modernidad y el avance de la tecnología muchos de los trabajos que antes eran rentables poco a poco comenzaron a desaparecer en la CDMX.
Oficios chilangos que ya no existen
En la época de nuestros abuelos existieron oficios que daban respiro y alegría a todo aquel que los desempeñaba.Estos oficios chilangos requerían de disciplina, destreza, valor, creatividad y fuerza, al llegar la modernidad fueron reemplazadas por grandes industrias.
Sereno
Un antiguo oficio surgió en España y llegó a algunos países de América alrededor del siglo XVIII. En México surge durante la época virreinal. Esta actividad consistía en vigilar las calles, checar el alumbrado público e incluso resguardar las llaves de las casas del barrio. Algo así como un velador pero de más confianza.
Las jornadas laborales iban de 11 de noche a 5 de la mañana, estos personajes que ejercían una labor de vigilia también eran encargados de informar la hora y el estado del tiempo. Era común escuchar un grito, por ejemplo: “Las doce en punto y sereno”.
El sereno representaba autoridad en un ambiente nocturno. Portaban un chuzo (un palo con una púa de hierro), una linterna, silbato y regularmente usaban sobrero de ala ancha, capucha y abrigo.
Pero no era cualquier trabajo, se requería tener carácter ejemplar para controlar las condiciones problemáticas en las que se podría enfrentar, eran personas tranquilas y valientes.
Con el tiempo este oficio dejó de existir, dejando como legado uno de sus versos en las Mañanitas: “Si el sereno de la esquina, me quisiera hacer favor, de apagar su linternita mientras que pasa mi amor”. ¿Lo sabías?
Aguador o aguatero
Eran personas que se dedicaban a vender agua que extraían de las fuentes y ríos, se realizaba en la época en donde los drenajes no existían. Este oficio era por de más necesario en la vida cotidiana y estuvo vigente desde el virreinato hasta finales del siglo XIX.
Para ser aguador lo único que se necesitaba era tener la recomendación de otro trabajador y acreditarse como conocedor del oficio. Como en todo trabajo, había reglas que prohibían tomar el agua de casas que tuvieran agua corriente.
El oficio desapareció en la CDMX al introducirse el servicio de drenaje y tuberías, en la época del porfiriato.
Almuerceras
Las almuerceras eran jóvenes indígenas que llevaban comida a los trabajadores, regularmente en el campo donde se encontraban los peones.
Con el tiempo este oficio se convirtió en servicio de comida ubicados en las esquinas de barrios populares, comúnmente a la entrada de establecimientos o pulquerías.
En 1769 se dictaron nuevas ordenanzas de limpieza en las calles, petición del virrey Carlos Francisco de Croix. Las ordenanzas afectaron a los oficios que ocupaban espacios en las calles.
Estas ordenanzas no se llevaron a cabo como inicialmente se había pensado. Podría decirse que el oficio se transformó como lo que hoy conocemos como puestos ambulantes.
Vendedor de leña
Aunque no podemos decir que este oficio ha desaparecido del todo, sí aseguramos que la forma de trabajarlo ya no se emplea igual.
El vendedor de leña ofrecía su mercancía de que transportaba en carretas que tiraban de un burro. En muchas ocasiones el vendedor portaba la madera en su espalda y realizaba su recorrido a pie.
La compra de leña era necesaria en muchos hogares para preparar el alimento. En la actualidad, este oficio ya no es habitual, quizá aún se comercie la leña para ocasiones especiales.
Lechero
Ya en el siglo XX el oficio de lechero fue muy prominente en la Ciudad de México. A bordo de una bicicleta o un caballo el trabajador se pasea por las calles para ofrecer este alimento.
Los consumidores entregaban envases de vidrio para recibir un producto de calidad que siempre se garantizaba llegaba fresco y directo de las granjas productoras.
De este oficio nace la frase popular: “el es hijo del lechero”, debido que en aquella época el lechero entraba hasta la cocina de las casas.
Al surgimiento de empresas este oficio fue desapareciendo, y la clientela prefería comprar el producto en las tiendas de abarrotes.
Es probable que aún existan comerciantes que desempeñen la labor en algunos días fijos por semana, pero ya no se considera restable como lo fue hace un par de años.
Vendedor de velas
Este es un oficio poco conocido que se estableció en la época colonial. El vendedor paseaba por las calles con una caña larga donde colgaban las velas y así comerciaba su mercancía.
En la actualidad hay muchos lugares que se dedican de forma artesanal a la fabricación de velas, pero hace tiempo que la forma de ofrecerlas ya no es igual.
¿Qué otros oficios chilangos crees que están a punto de desaparecer en la CDMX?