Se acercan los festejos de La Candelaria fecha en la que, de acuerdo a la tradición católica, se viste a los niños dios para llevarlos a la misa del 2 de febrero.
Esto ocurre exactamente 40 días después de la Navidad. Durante estas fechas es común encontrar en la Ciudad de México, —sobre todo en los mercados y otras zonas populares—, algunas tiendas especializadas en ataviar a los niños dios para ser llevados a la liturgia.
En el Centro Histórico de la Ciudad de México esta tradición se vive al máximo en la calle de Talavera, misma que ha sido rebautizada como “la calle de los niños dios”.
Desafortunadamente este 2021, debido al semáforo rojo, los locales se encuentran cerrados. Sin embargo, la creatividad y la devoción se viven de forma diferente en los estudios de artistas que han reinterpretado esta tradición de una manera única.
Aquí te presentamos a tres artistas que han creado sus propios niños, cuyos elementos de inspiración se basan en personajes de la cultura pop.
Niño Dios Baby Yoda (o Niño Grogu)
Yurex Corp es un artista multidisciplinario que se ha involucrado en la música que en las artes plásticas. En cualquiera de los ámbitos en los que se ha desarrollado su sello es la irreverencia.
“Comencé trabajando como cantante en grupos de rock, me formé como artista escénico en teatro y pantomima, apunta.
Después de 20 años el artista comenzó con la exploración de las artes plásticas con el fin de enriquecer el arte-acción.
“Durante mi adolescencia fui forjado como artista en la ciudad de ‘Guanajota’, rodeado de leyendas fantasmales, calles subterráneas y fiesta cervantina”, señala Yurex Corp, quien a pesar de haber crecido en un estado conocido por ser conservador, ahora reside en la CDMX haciendo arte que desafía a “las buenas conciencias”.
Sus primeros pasos en la creación de piezas disruptivas fueron en 2014, cuando comenzó interviniendo muñecos para bautizo pero con personajes de la cultura pop: creó niños inspirados en figuras como El Chicharito, Hitler o Charles Manson.
Para el Niño Dios Baby Yoda, Yurex Corp destinó 4 días de trabajo, desde la concepción de la idea, el bocetaje y la ejecución. Sin embargo, en la creación se topó con algunas dificultades técnicas que no tenía contempladas, por ejemplo el tamaño de los ojos o el montaje de las orejas.
“Las características faciales de Baby Yoda no son humanas, por lo que tuve que modificar algunos rasgos para hacerlo ver como de otra especie, reptiliana”, destaca.
Debido a que en la serie The Mandalorian el personaje de Grogu aparece con una tacita en las manos, él replicó algo similar en este Niño Dios. Para emularla, usó una tapita de poppers.
Yurex sabe que no estará exento de críticas: “Mi obra está dirigida a un público adulto. No hay nada que responderle a las personas que no les agrada mi obra; yo sé cual es mi nicho y la gente que aprecia y disfruta de lo que hago”.
Precio de la pieza: $2,000
¿Dónde ver más de su obra plástica? IG: @yurex.corp
Número de piezas: pieza única
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Niño Dios Drag
Marina Tóxica es una de esas figuras drag que no teme hacer cosas a lo grande, o en este caso, a lo pequeño. Bar tender del Marrakech y una de las figuras más destacadas del concurso Vestidas e Inventadas, Marina impacta con los vestuarios que ella confecciona.
Cuando no está en personaje se llama Aarón Cuadros y trabaja como diseñador, creando vestuarios a la medida en el estudio-taller que ha instalado en su casa. “A través de Marina Tóxica pude ser mi propia Barbie, jugando a vestirme, maquillarme y peinarme como me guste”, expresa.
Este gusto por el vestuarismo la llevó a crear esta pieza, que tiene como objetivo combatir la heteronorma. “No diría que estoy cambiando el mundo, pero sí puedo ayudar a abrir la mente de la gente que me rodea”, destaca.
Acerca de su obra, señala que en realidad al niño dios ya se le viste con atuendos ambigüos. “Este niño dios Drag Queen tiene elementos que si bien no son propios de la figura religiosa, no son muy distintos a lo que la gente utiliza para vestirlos el 2 de febrero. Hice algo no tanto en el extremo transgresor, sexual y “poco correcto” del drag, sino que me enfoqué en hacerlo sí femenino y sí un tanto exagerado”.
Sabe que su obra puede causar controversia, pero ella cree que la gente debería enfocar ese enojo en otras cosas más productivas. “Si se van a enojar por algo, háganlo por la impunidad, háganlo por los feminicidios, háganlo por el mal gobierno, háganlo por el acoso en el Metro, háganlo por la inseguridad, háganlo por la gente que tira basura en la calle, por cosas que de verdad nos afectan a todos”.
Precio de la pieza: $800
¿Dónde comprar la pieza? IG: @aaroncuadrosmx y @marina.toxica
Número de piezas: pieza única (otras figuras drag solamente bajo encargo)
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Niño Dios Luchador Rainbow
Hablar de transformismo en la Ciudad de México y del show de la vida nocturna, es hablar de Terry Holiday: la figura más entrañable que se encuentra aún activa en los centros nocturnos de la comunidad LGBT. “Entre mis actividades —todas artísticas—, diseño y creo vestuario para teatro y cabaret, quinceañeras, disfraces y ropa inusual. Sobre pedido, sobre medida. Siempre piezas únicas y para lucirse”, enfatiza Terry.
Esta propuesta del Niño Dios Luchador Rainbow, emula las batallas que ella en lo personal y también como parte del colectivo LGBT ha tenido que enfrentar: “Este niño luchador es pieza única, inspirada en nuestros admirados estrellas del pancracio, con un toque especial, ya que no es copia de los héroes tradicionales, como Santo o Blue Demon. Además le puse una capa larga para que lucieran los colores del arcoíris”, señala orgullosa de su trabajo.
No es la primera vez que viste niños dios, de hecho es una actividad que disfruta mucho hacer. “Cada año hago varios niños, con trajes especiales, según los deseos o las necesidades de sus padrinos. Hay quienes los quieren temáticos, otros, solamente de un color determinado. Obviamente, los precios van de acuerdo al material. Hay quienes los quieren ostentosos, con pedrería y bordados, o quiénes los quieren de San Judas Tadeo” señala.
Terry le pone un cariño genuino a la actividad de vestir a los niños. Debido a que se educó en colegios católicos y es también practicante, no ve en esto algo ofensivo, sino algo que hace desde el corazón. “Cada quien le tiene un cariño especial a sus niños. Hay quien tiene niños desde hace 30 años o más, y cada año les hacen ropa nueva”, puntualiza.
Precio de la pieza: $800
Pieza única: sí (se hacen otras sobre pedido).
Dónde contactar a Terry: a través de su Facebook personal.
Sin duda la creatividad que estos artistas vuelcan en cada atuendo y accesorios no tiene límites, ¿qué figura pop de la cultura podría adecuarse a sus conceptos? ¿Te latería buscar una pieza única de estos niños dios?