Para rendirle homenaje al sector salud, que se está rifando contra el covid, la indumentaria de los niños covid llegó a La Merced.
La tradición chilanga de caracterizar a esta frágil figura con alguna situación o personaje en particular para Navidad y el Día de la Candelaria no iba a desaprovechar el contexto covid para darse vuelo.
Después del furor en redes que desató el pasito perrón, la indumentaria que utiliza el sector salud para hacerle frente a este virus llegó para quedarse en los establecimientos especializados en vestimenta de las efigies.
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Niños covid en la Merced
Saúl Uribe, el sastre del niño dios de las tiendas Niños Uribe, empresa con 45 años de tradición y experiencia en vestimentas de estas figuras, afirma que la intención de este diseño es concientizar a los creyentes sobre la importancia de cuidarse y cuidar a los demás.
“De esta forma, diariamente, todo creyente que tenga su Niño Dios en casa, verá su atuendo y recordará, antes de salir, que debe ponerse un cubrebocas, una careta y gel antibacterial. Este es el propósito de la imagen del Niño Covid.
Diseño controversial
El ingenio chilango ha dejado ver en otros años, versiones del niño dios con indumentarias de algún santo, pueblos indígenas, superhéroes, villanos como el Guasón, entre otros.
Para cada una de estas versiones, las opiniones se dividen entre quienes aplauden la creatividad de la banda y los que sienten que es una falta de respeto a esta figura de la religión católica.
Ana, encargada de la tienda Niños Uribe (ubicada en Talavera 13, Centro Histórico), nos cuenta que esta vestimenta ha tenido buena recepción entre los clientes.
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Sin embargo, agrega, si se ha presentado un porcentaje de compradores que prefiere adquirir otras opciones. “Sí hemos tenido clientes que se sacan de onda, pero tratamos de explicarles que lo hacemos con respeto”, asegura Ana.
Niños Uribe
En el mero corazón de la Meche se ubica este negocio familiar, cuya trayectoria abarca casi medio siglo de experiencia en la creación y elaboración de indumentarias para vestir dichas figuras.
Los precios de estas efigies oscilan entre los 115 y los 145 pesos, dependiendo del tamaño o hasta del modelo.
Clientes asiduos y algunos neófitos llegan a preguntar por las diversas indumentarias para su figura de culto. La oferta de trajes, sombreros, colores, etcétera es inmensa, sin embargo, los encargados se encargan de asesorar puntualmente todas las dudas de los compradores.
Además del Niño Covid, el acervo de figuras se extiende por todas las tipologías sacras: vírgenes y santos nutren los escaparates en espera de ocupar una vitrina propia.
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