El Bosque de Chapultepec es uno de los lugares más icónicos de la capirucha, sin embargo, la zona turística se concentra sólo en la Primera Sección —afuera de Metro Chapu—, por lo que muchas joyitas se quedan sin ser exploradas por los chilangos. Frente a la extinta Feria de Chapultepec, hay un espacio verde, místico, húmedo y musical conocido como el Museo Jardín del Agua. Nos lanzamos a recorrerlo para contarte todo sobre esta impresionante galería al aire libre con mucha ondita.
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Durante el 2011, el Fideicomiso Probosque de Chapultepec junto con el Museo de Historia Natural y el Sistema de Aguas del Distrito Federal, pusieron manos a la obra para devolverle la vida a esta área. Esta sección del bosque se encontraba muy deteriorada, por lo que su remodelación tardó un par de años en ser completada. Tras la talacha arreglando los senderos, fuentes y jardines, se creó este museo vivo, el cual nos permite conocer el funcionamiento de la red de suministro de agua potable de la CDMX y concientizar acerca de este importante recurso.
La Tribu Agua del Poniente, a.k.a. Chapultepec
¿Pero qué tiene que ver el Sistema de Aguas? ¡Uff! Muchísimo, la zona de Chapultepec ha tenido una gran importancia acuífera desde la época prehispánica, de hecho, cerca del Museo de Historia puedes ver un conjunto de contenedores de agua de manantial utilizados por ahí de 1500 para abastecer el acueducto de Tacubaya y, con este, la gran Tenochtitlán. Por otro lado, aquí también se encuentran los Baños de Moctezuma, donde se cree que criaba peces exóticos.
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Años más tarde, durante el Porfiriato, se mandó a construir el Sistema Xochimilco para abastecer de agua la zona céntrica de la ciudad. Este conjunto constaba de una serie de acueductos subterráneos que comenzaban en Xochimilco, llegaban a una planta de bombeo en la Condesa —la cual se ubicaba donde actualmente está Secretaría de Economía— y terminaba en cuatro enormes cisternas circulares con respiradores, en los terrenos de la Loma del Rey, o sea, en la Segunda Sección de Chapultepec. Mucha tecnología para la época.
“Métele más diseño”
La ciudad continuó creciendo y la demanda de agua aumentó, por lo que entre 1942 y 1951 se realizaron trabajos para unir la red acuífera de Xochimilco con el Sistema Lerma, ahora a la ciudad entraban 6 mil litros de agua por segundo ¡A su mecha! Junto con esta remodelación se construyó el Cárcamo de Dolores, el cual alberga el mural “El agua, origen de la vida” pintado por Diego Rivera, Rinal Lazo, Diego Rosales y Marco Antonio Borreguí. El cárcamo fue la sensación, las personas acudían a la impresionante estructura para observar el caudal de agua proveniente de Lerma.
Frente al cárcamo, se modeló un mural bajorrelieve de Tláloc, hecho con miles de piedras de distintas tonalidades, obra de Diego Rivera. La vista de la Segunda Sección de Chapultepec había cambiado por completo. Para continuar con este espacio ceremonial, el arquitecto Leónidas Guadarrama añadió cuatro enormes fuentes con forma de serpientes que rodean las cisternas de agua —con motivos prehispánicos, tal como el Tláloc gigante—.
Del Sistema Lerma al Museo Jardín del Agua
Todo era risas y diversión hasta que cayó en el abandono. Las fuentes de serpiente dejaron de bombear agua, el mural de Diego Rivera comenzaba a perder su color… la falta de mantenimiento hizo que las estructuras comenzaran a fallar y que las personas dejaran de visitarlo. Afortunadamente en 2011 se emprendieron los proyectos de restauración y se decidió intervenir el área para crear un complejo museológico al aire libre, que enlazara todos los complejos de esta área.
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De esta manera nació el Museo Jardín del Agua, un espacio abierto de 16.5 hectáreas que permite conocer el funcionamiento de la red de suministro de agua potable. Los senderos fueron restaurados, se plantaron nuevos árboles y también se añadieron jardines de cactáceas. ¡Ahh! No podemos olvidar la obra de ingeniería sonora del artista Ariel Guzik, la cual convierte el movimiento del agua que corre en el subsuelo en sonidos. Cada una de las estructuras cuenta algo específico, pero en conjunto invitan a la reflexión acerca de este importantísimo líquido.
Explorando el Museo Jardín del Agua
Visitar por completo este espacio requiere tiempo, nuestra recomendación es que llegues tempranito porque el sol es canijo. Usa protector solar, tenis cómodos y lleva una gorra. Otra cosa que nos encantó del Museo Jardín del Agua es que es pet friendly, por lo que tu lomito te puede acompañar, eso sí, considera que si quieres entrar al cárcamo no podrás hacerlo.
Si comienzas la exploración en la Avenida de los Compositores, de lado izquierdo verás el Lago Menor, el cual se ha convertido en un Tepetongo perruno; mientras que de lado derecho comienza el Jardín del Agua con la recién restaurada fuente de Xochipilli. Más adelante podrás observar las enormes cisternas circulares rodeadas por una fuente de serpiente. La neta es que muy rara vez se encuentran funcionando, pero eso no impide que disfrutes su belleza. Si te subes a una de estas plataformas, en el centro podrás ver los respiradores con una cúpula de color rojo. Este sitio es idea para jugar con tu perrito, sólo ten cuidado con los cactus y agaves.
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En total son cuatro plataformas circulares, una por cada cisterna. Justo a la mitad podrás encontrar el Cárcamo de Dolores y en el extremo opuesto una estructura escondida que antiguamente albergó la cámara de distribución de agua. Aquí llegaba el agua y por acción de la gravedad era redireccionaba al sector poniente de la ciudad. Aún es posible entrar a este edificio y ver el caudal de agua, pero nos menciona un vendedor de helados que muy rara vez se encuentra abierto. Finalmente el jardín termina con la fuente Mito de Agua, justo enfrente del Papalote Museo del Niño.
Entonces qué, ¿te animas a visitar este increíble lugar lleno de historia?
Dónde: Avenida de los Compositores esquina con Periférico, Segunda Sección del Bosque de Chapultepec.
Horario: Mar-Dom 5:00-19:00 h
Costo: Jardín del Agua entrada gratuita / Cárcamo de Dolores $21.50 pesos
