Casonas, parroquias, calles empedradas, puentes, arquitectura, jardines y más vestigios es lo que podrás ver en esta ruta de los lugares históricos de Chimalistac.

Al sur de la CDMX se encuentra el entrañable barrio de Chimalistac, una pequeña comarca capaz de adentrarte en otra época. Conjuntos arquitectónicos y misteriosas callejuelas lo han posicionado como un lugar predilecto para chilangos.

10 lugares históricos de Chimalistac

Chimalistac, cuyo topónimo en náhuatl significa “lugar del escudo blanco”, fue un barrio tributario de los mexicas, que antiguamente formaba parte de Coyohuacan hoy conocido como Coyoacán. Su gobernante, durante la época de la Conquista, fue el cacique Ixtolinque.

Tras la caída de Tenochtitlán el cacique fue bautizado con el nombre de Juan de Guzmán Ixtolinque; de esta manera se convirtió en uno de los aliados de Hernán Cortés. En 1525 en recompensa a su lealtad, Cortés le cedió sus tierras entre las que se encontraba la huerta de Chimalistac.

Posteriormente, uno de los hijos de Ixtolinque, el antiguo gobernante de Coyoacán, donó los terrenos de Chimalistac a la orden de los carmelitas descalzos. Posteriormente, estos religiosos fundaron el Colegio de Teología y Artes dedicado a Santa Ana.

A principios del siglo XX se inició la urbanización de la colonia y fue así como comenzó a adquirir las características que hasta hoy conserva.

Puente del Púlpito

El Puente del Púlpito forma parte de un conjunto de tres puentes de piedra volcánica, construidos en el siglo XVII por los carmelitas descalzos. Se encuentran ubicado sobre la avenida Paseos del Río, donde antiguamente fluían las aguas del río Magdalena.

Según las leyendas, los frailes que recitaban sus prédicas en este lugar lo hacían con la intención de que su voz sonara más que el transcurrir del río. Por esta razón, este puente fue construido con una estructura que asemeja a un púlpito.

Con los años los carmelitas dejaron la zona de Chimalistac, lejos quedaron el murmurar de las súplicas al pie del púlpito.

Sin embargo, algunos colonos del barrio de Chimalistac narran que en las inmediaciones de los puentes aún se escuchan los rezos y plegarias de los carmelitas. Incluso, aseguran que los han visto cruzar estas construcciones.

Las sospechas de que se tratan de los espíritus de los religiosos se afianzan porque se cuenta que estas presencias no tocan el suelo.

¿Te animarías a pasear en estos lares en plena madrugada?

Dónde: Avenida Paseo del Río, Col. Chimalistac.

Plaza Federico Gamboa

Anteriormente este lugar fue conocido como Plaza Chimalistac, hoy rinde homenaje a uno de los escritores más sobresalientes de México, Federico Gamboa, autor de la novela Santa, obra escrita en 1903.

La plaza de Chimalistac no solo fue inspiración literaria, sino que también dio origen a dos importantes trabajos cinematográficos basados en esta misma novela de Santa.

El primero, una cinta muda dirigida en 1918 porLuis G. Peredo y el segundo, un filme dirigido por Antonio Moreno en 1932, se convirtió en la primer película sonora de la historia del cine mexicano.

Este es sin duda uno de los lugares históricos de Chimalistac que no te puedes perder.

Dónde: San Sebastián esq. Santa, Col. Chimalistac.

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Parroquia de San SebastiánMártir

La parroquia de San Sebastián se encuentra en el mero corazón en la Plaza Federico Gamboa. La edificación data del siglo XVI y fue construida por los carmelitas descalzos.

Esta capilla rinde homenaje a San Sebastián Mártir quien es considerado el proyector contra las plagas y epidemias. Su arquitectura es sencilla, con una cruz atrial tallada en piedra embellece la entrada y en su interior reside un retablo del siglo XVIII perteneciente a otro recinto religioso.

Este lugar ha sido escenario de innumerables eventos, además del referente esencial de la película Santa.

Dónde: Plaza Federico Gamboa, Col. Chimalistac.

Casona Chimalistac

A un costado de la Plaza Federico Gamboa se encuentra la Casona Chimalistac, un inmueble que data del siglo XVIII, hoy alberga el Centro de Estudios de Historia de México Carso.

Este espacio se inauguró en 1965, con el objetivo de recuperar las obras impresas y documentales referentes a la historia de México, que datan desde la época virreinal hasta la actualidad. Resguarda más de 81 mil libros y 950 fondos documentales.

Dónde: Plaza Federico Gamboa #1, Col. Chimalistac.

Cámara de los secretos

Sobre la calle Del Secreto se encuentra la Cámara o Ermita del secreto, una pequeña cámara que fue construida en 1626 y que formaba parte de las huertas de Chimalistac.

Fue construida por el Fray Andrés de San Miguel, arquitecto que buscaba ejercitar la reflexión y el trabajo. La función principal era tener una buena comunicación con dios.

La ermita tiene dos orificios paralelos en los que los frailes podían comunicarse sin que otros presentes oyeran de lo que hablaban.

Con el paso del tiempo la ermita se convirtió en el lugar favorito de los enamorados, debido a que se encuentra en un lugar escondido.

Ya sabes, si algún día quieres ir a romancear, además de visitar un espacio histórico y cultural, la ermita del secreto puede ser un excelente lugar.

Dónde: Del Secreto #16, Col. Chimalistac.

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Parque de la Bombilla

Joya de esta comarca empedrada. El Jardín de la Bombilla se encuentra en los límites de los barrios Chimalistac y San Ángel sobre la avenida de los Insurgentes.

Además de albergar el Monumento a Álvaro Obregón, es un espacio que permite la recreación con amigos, familia o pareja. Fue aquí donde se levantó el primer restaurante campestre que tuvo un foco, de ahí el nombre de La Bombilla.

¿Te vas a perder este atractivo histórico?

Dónde: Avenida de la Paz, Col. Chimalistac.

Monumento a Álvaro Obregón

El Monumento a Álvaro Obregón se encuentra al interior del Parque de la Bombilla, fue inaugurado en 1935 por el entonces presidente, Lázaro Cárdenas.

Un amplio espejo de agua y dos esculturas monumentales simbolizan el trabajo y la fecundidad, el diseño fue obra del reconocido artista Ignacio Asúnsolo.

Este monumento fue erigido en memoria del general Álvaro Obregón, debido a que justo en este lugar fue abatido una tarde del 17 de julio de 1928.

Toma nota y no esperes más para realizar la ruta por los lugares históricos de Chimalistac.

Dónde: Avenida de la Paz, Col. Chimalistac.

Fuente del Huerto

Sobre la calle Rafael Checa se encuentra la inigualable Fuente del Huerto, una de las muchas fuentes que antiguamente habitaban rodeadas por cientos de árboles.

A pesar de que no hay mucha documentación acerca de estas construcciones, su invaluable patrimonio arquitectónico ya forman parte del legado del barrio.

¿Sabías que el pintor José María Velasco escogió varios de los lugares de Chimalistac para realizar algunas de sus obras más destacadas?

Dónde: Rafael Checa, Col. Chimalistac.

Calle del Arenal

La calle del Arenal fue un sendero que recorrieron los habitantes de este antiguo dominio prehispánico. Se le bautizó de esa forma debido a que las lluvias arrastraban la arena de los lomeríos y se iban depositando en el camino.

En esta calle se encuentran casonas de finales siglo XIX que formaban parte de la antigua Hacienda de Guadalupe y la Huerta del Carmen. Aquí mismo se encuentra el Parque Tagle conocido también como Parque del Ahorcado en honor a quien gobernó Coyoacán durante el porfiriato.

No dejes de visitarlo y compartir tu experiencia sobre este recorrido por los lugares históricos de Chimalistac.

Dónde: Arenal s/n, Col. Chimalistac.

Calle de Santa y Calle de Hipo

Foto: Google Maps

¿Sabías que el barrio de Chimalistac cuenta con dos calles que hacen honor a la novela Santa del exitoso escritor Federico Gamboa?

Ambas se encuentran muy cerca de la Palza de Chimalistac y son emblemáticas del barrio. ¿Pero quién era Hipo? Hace referencia a Hipólito, el pianista invidente enamorado de Santa, personaje principal de la novela.

Si con esto aún no te has animado a recorrer tan enigmático barrio, aquí te dejamos el link donde puedes ver la película completa de 1932.

Foto: Google Maps

La riqueza histórica y arquitectónica del empedrado barrio de Chimalistac te espera para un recorrido que ningún chilango se puede perder.

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