Pásale a lo gratuito: lugar para regalar objetos
Las grafiterias son encuentros donde a diferencia de los trueques y las ventas de garage, la idea es construir un lugar para regalar objetos.
Por: Tamara de Anda
Marie Kondo nos puso a escombrar y abrazar suéteres para ver si sentíamos una chispa de alegría. Decidimos deshacernos de cachivaches. Pero, ¿qué les hacemos? Acá te presentamos un lugar para regalar objetos.
Para todos esas cosas que ya no necesitamos pero que aún tienen vida útil, un lugar para regalar objetos son las gratiferias, encuentros donde, a diferencia de los trueques y de las ventas de garage masivas, la idea es desprenderse de lo material sin esperar nada a cambio.
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No hay dinero de por medio. En este lugar para regalar objetos de lo que se trata es de fortalecer el músculo del desapego, de bajarle al consumismo desmedido, de redistribuir los recursos, darle un respiro al medio ambiente y, de pilón, convivir y hacer comunidad.
Las gratiferias como lugar para regalar objetos empezaron en Argentina y se extendieron por el continente. En la CDMX llevan practicándose hace más o menos un lustro; algunas han sido efímeras, otras duraron más pero ya desaparecieron. Una de las que han sobrevivido casi sin interrupciones es la Gratiferia Alienígena, que se arma cada mes, alternando locaciones entre el Jardín San Fernando y la Plaza Río de Janeiro.
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En estos cinco años, la gente ha llegado a este lugar para regalar objetos con toda clase de cosas inesperadas y valiosas: un telescopio, obras de arte, marionetas, colecciones de cómics, instrumentos musicales. Nunca faltan muchísima ropa, electrodomésticos, celulares, libros, discos, películas, artesanías, cuadros, herramientas y objetos indescriptibles. A veces la gente regala sus servicios: masajes, consultas médicas, talleres o algo de música.
En la más reciente edición de este lugar para regalar objetos, un grupo de nerds prósperos que ya se iban del país donaron pura joya: libros hermosos de la saga de Harry Potter, juegos de mesa de El Señor de los Anillos y muñecos increíbles de Star Wars.
Como era de esperarse, en el lugar para regalar objetos todo se esfumó en minutos. Al final una niña andaba tristona porque no había encontrado nada. Tímidamente preguntó a los organizadores si no quedaba algún juguete por ahí. Uno de ellos se tentó el corazón y, a pesar de que había sido su hallazgo del día, le dio un Darth Vader chingonsísimo. La morra lo abrazó y se fue brincando súpercontenta. Él, con una sonrisota, dijo: “De eso se tratan las gratiferias, de compartir felicidad”.
Dónde: Jardín San Fernando, afuera del Metro Hidalgo, o en Plaza Río de Janeiro, Durango y Orizaba, Roma Norte.
Cuándo:Se realiza una vez al mes. Para información más exacta échale un vistazo a Grafiteria Alienígena.
Cuánto: Para regalar y compartir sin esperar nada a cambio.
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