Estas son las imitaciones de marca más buscadas en tianguis
Las pasarelas de moda más importantes se trasladan a la CDMX. Te contamos cuáles son las imitaciones de marca en tianguis
Por: Pável M. Gaona
Los recorridos por los pasillos y puestos de Tepito ofrecen experiencias de compra que como chilangos ni nos imaginamos, como réplicas e imitaciones de marca en tianguis. Aquí te contamos cuáles son las más comunes y solicitadas.
No es la Quinta Avenida ni los Champs Elysees, pero aquí se pueden encontrar todas las marcas de lujo que aparecen en las revistas de moda, al menos en su versión más económica y al alcance del bolsillo chilango.
Lo más pedido: Imitaciones de marca en tianguis
Es lo mismo, pero más barato ¿o solo tiene “buen lejos” y en realidad te están dando gato por liebre? ¿Las réplicas sí dan el gatazo? ¿Cuánto se ahorra al comprar esta mercancía? Despejemos estas incógnitas con un safari de compras por el Barrio Bravo.
“Es piratería, pero fina“
Don Eusebio tiene ya varios años dedicándose a vender lentes aquí en Tepito, en la calle de Aztecas. Lo que él oferta es, según él, “piratería fina, calidad clon”.
Es por eso que sus clientes regresan con él y lo recomiendan. Él se dedica sobre todo a surtir a mayoristas, que a su vez venden en otros tianguis o en otros lugares como sus centros de trabajo.
“Mira, se ve luego luego la calidad. Este lente que tú a mí me compras en 50 pesos, si lo revendes le puedes sacar más del doble. Tengo un cliente que trabaja en una fábrica y se los vende a sus compañeros de trabajo, a él se los pagan fácil a $120”, comenta don Eusebio con sinceridad.
Marcas van y marcas vienen, pero la más socorrida es un clásico que parece no pasar de moda: los Ray-Ban. ¿Cómo anda la diferencia de precios? En la tienda oficial de Ray-Ban, el precio de las gafas oscila entre $2,400 (en la línea esencial) hasta $4,200 (línea Premium).
Aquí con Don Eusebio las distinciones no existen, todo es parejo, el modelo que sea te cuesta $50. “También se están poniendo muy de moda los Carrera y los Oakley, los tipo deportivo. Los piden mucho las personas de cara más ancha. Pero el que se vende más y desde siempre, va a ser el Ray-Ban. Hasta a las damas les gustan mucho”.
“Solo vendo cosas que yo misma me pondría”
Itzel y su esposo se dedican a la venta de bolsas, réplicas de marcas de lujo. La mercancía les llega de China, desde donde importan por mayoreo. Con ojo clínico revisan varios elementos para saber si una réplica se va a vender o no.
“Te tienes que fijar en varias cosas. La primera es la calidad del tactopiel. Si se siente como hule, ni la compres. Otra es la calidad del remachado, hay algunas que a la primera o la segunda usada se les caen los broches o los remaches”, afirma con voz experta.
La proveedora avezada agrega que lo tercero, y no menos importante, es el estampado, ya que algunos traen los impresos barridos y que eso demerita la imagen del producto. “Se tiene que ver algo bien. Yo solo vendo cosas que yo misma me pondría”, explica Itzel.
Otro punto importante es conocer las tendencias, saber lo que está de moda, puesto que lo que los clientes piden en semanas anteriores no es lo mismo que buscarán dentro de un mes.
“Así somos, nos gusta traer lo que se está usando. Una [bolsa] que nunca va a faltar es la LV, por eso es la que vendo más cara, está en $600. Pero mira, te trae una cartera de regalo. Antes me pedían mucho la Michael Kors, pero ya no la están pidiendo tanto”
Otra marca que los clientes suelen encargar son las Lacoste, por ello Itzel siempre tiene buen surtido. Comenta que ella maneja los mismo modelos que las originales, la única diferencia es que ella busca réplicas económicas.
Un bolso Lacoste original cuesta alrededor de los $6,000 pesos mientras que en los tianguis la réplica está en $450. Aunque tal vez la diferencia de precios más abismal sea entre un bolso LV original (que puede llegar a costar más de $80,000) y su versión “simi” ronda los $650 ya con cartera incluida.
¿Qué marcas son las más solicitadas?
Doña Cata se dedica a vender imitaciones de marca de caballero. En lo que lleva de venta, nunca le ha caído una redada: “Eso pasa más con los discos o con las películas, son operativos que hacen para taparte el ojo al macho. Pero a la ropa ni la voltean a ver, nos dejan trabajar tranquilos”.
Doña Cata tiene de dos precios: los que se ven con mejores acabados y los que a leguas se nota que no son la marca que ostentan.
“Mire usted, los de acá arriba los tengo a sesenta —comenta mientras señala una hilera de calzones con marcas como Calvin Klein, Gucci, Versace y Emporio Armani— y acá los de abajo están a dos por $90” dice mientras señala algunas imitaciones Abercrombie & Fitch, Under Armour, Lacoste y FENDI.
“El Calvin Klein, ya sea el de $60 o el más económico, es el que más me piden. No sé por qué, pero llevan años siendo los más famosos. Y se los manejo en todas las tallas. ¿Va a ser para usted? Por higiene no dejo que la gente se lo pruebe, además no tengo dónde, pero creo que es chico o mediano”, aclara con seguridad.
Un bling-bling que le va calado, le va garantizado
En algunos puestos como el de Lourdes y su esposo, las camisetas-réplica de alta costura se ponen al alcance de todos los bolsillos. Destacan que las imitaciones de marca más buscadas por los caballeros son Gucci y Dolce & Gabbana.
“Estas salen en $140. ¡Ah! La playera Calvin Klein también la piden mucho, pero esa ya está a $250. Esa ya viene con etiqueta cosida en el cuello y también de cartón. Es más que nada para reventa, se la llevan de acá para revender en otros tianguis”, aclara Itzel.
En su puesto el brillo obligado no puede faltar: “También tengo para dama. La que más sale es la Chanel, la Guess. A mis clientas le gustan mucho que la prenda brille”.
El matrimonio comenta que son muy cuidados al momento de elegir las prendas; ponen especial cuidado en que las aplicaciones brillantes estén bien colocadas. “Si se le cae la pedrería se hacen cambios. A mí me conviene más tener clientes fijos a que vengan y me reclamen porque la ropa les salió mala”, finaliza con presteza.
Experiencia redonda: sin bolsa no hubo shopping
¿Quién dijo que venir a Tepito a comprar pirata era símbolo de perder el glamour? Si te quieres llevar tus nuevas adquisiciones en bolsas de marcas reconocidas o de tiendas departamentales, también puedes hacerlo. Aquí hay de todo y el que lo niegue es porque no ha venido.
Bolsas grandes para colgar al hombro (de esas aguantadoras hasta para llevar al mandado) cuestan $50. Las hay de Liverpool, Zara, El Palacio de Hierro. Y si se quiere meter las prendas en la clásica bolsita de plástico individual, claro que también hay.
Dependiendo del sapo es la pedrada: las chiquitas (con marcas como Swarovski, Versace, Burberry y Salvatore Ferragamo) están a cinco por $25.
Puedes pedir un stock campechano. Ahora que si quieres bolsa de plástico más grande para posar como Dior manda —con marcas como Armani, Polo Ralph Lauren y Victoria’s Secret— te salen en $10 cada una.
Los vendedores al mayoreo conocen bien los gustos de sus clientes y no dejan pasar ninguna oportunidad, tendencia ni mercado para posicionar sus productos. ¿Te los has topado en los tianguis de tu colonia?
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