Los muros, ventanas y cortinas de la Ciudad de México son el escaparate perfecto para cientos de letreros chilangos. Algunos anuncian servicios, otros advertencias o aclaraciones.
No estamos seguros de que la mayoría cumplan su cometido porque a veces en lugar de informar nos dejan con cara de desconcierto, sorpresa o simplemente nos provocan una que otra carcajada.
Por ello nos dimos a la tarea de recorrer las calles de nuestro terruño capitalino para cazar los letreros que saquen de onda a la banda con sus mensajes tras bambalinas.
Letreros chilangos raros, chistosos y confusos
El arte de hacer letreros debería considerarse ya una habilidad altamente calificada. Si bien encontramos algunos muy ingeniosos y creativos, de plano hay otros que no hemos terminado de entender cuando ya estamos soltando la carcajada a grito pelado.
Tarot y La Mano Peluda
En la Lagunilla uno se puede encontrar todo tipo de chácharas, peluquerías rodantes y hasta bares itinerantes. ¿Pero qué tal un lugar donde se rifen una lectura de mano, de cartas y hasta un contacto del tercer tipo, al más allá, con Juan Ramón Sáenz, el entrañable exconductor de la Mano Peluda?
¿Se renta?
¡Ah caray! ¿Se renta o no se renta? Para aquellos que andan buscando casa en esta jungla de concreto estos mensajes no solo son confusos sino hasta pueden generar un corto circuito.
Los anuncios de renta y venta se han incrementado en algunas colonias como la Narvarte, Del Valle, Letrán-Valle, entre otras, pero aguanten vara y no jueguen con nuestros sentimientos, o es Chana o es Juana.
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Señor, ¿señora?, señorita
Siempre se agradece que la banda ponga indicaciones para que los carteros o los trabajadores de paquetería no se nos anden confundiendo. Este curioso letrero, ubicado en la colonia Portales, solo nos deja una incógnita, ¿dónde quedan las señoras y los señoritos/jóvenes carteros?
No cabe duda de que la escritura de los colonos chilangos opera de maneras misteriosas, pero aquí la intención es lo que cuenta, ¿o no?
No se dan informes
Ah bueno, pa’ saber. A estos locatarios, cuyo puesto se ubica en el transborde de metro Tacubaya, parece que no les late que la raza ande de preguntona y, para curarse en salud, mejor prevenir que responder.
Pero no hay que ser, recordemos el sabio refrán que dice “El que tiene tienda que la atienda, sino lo mejor es que la venda”. ¿Sí o no, raza?
¡El hígado, maestro!
Para los vecinos de la colonia Postal, este breve pero contundente letrero chilango ya forma parte del paisaje local.
Los remedios naturistas no faltan en los haberes de la banda, así que para darle proyección al negocio los emprendedores se avientan estos anuncios (raros) para llamar la atención de un potencial cliente que sufra de debilidades insospechadas.
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Amarres y algo más
Cerca de metro Refinería se asoman un par de letreros con anuncios versátiles para el mal de ojo, los amores imposibles y la lectura de los acontecimientos venideros.
Surtido rico para que a nadie le quede duda de que en las artes de los amarres, las limpias y otros menesteres misteriosos los expertos tienen para todos los gustos y necesidades.
Gracias totales
En las callecitas de la colonia San Álvaro uno puede observar mensajes alentadores y de ¿agradecimiento? mientras da el rol con el perrito o nomás por el gusto de caminar.
El color chillante de este letrero que versa lo siguiente “Gracias por beneficiarnos”. ¿A quién? ¿Cómo? ¿Por qué? Eso solo lo sabrán los autores de ese cartelito.
¿En tu colonia conoces algunos letreros chilangos raros o chistosos? Compártenos fotos de estas joyas capitalinas.
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