¡Pásele, pásele...! a la historia de los tianguis chilangos
Tlatelolco, la Lagunilla, Tepito y más forman parte de la historia de los tianguis chilangos, una tradición que se remonta a más de 500 años
Por: Redacción LGO
Vía: Alejandra Suaste
El gentío, la venta de productos variados (desde comestibles hasta ropa, calzado, accesorios) no es asunto reciente en la Ciudad de México; sus antecedentes se remontan a la época prehispánica. Esta es la historia de los tianguis chilangos.
Cómo se antoja ir a echar una pensadita a los tianguis con una chamoyada o un elotito bien preparado. Si eres de los que gustan de caminar por estos lares y además te intriga su historia, aquí te contamos un poco de su origen.
Historia de los tianguis chilangos
Actualmente los mercados sobre ruedas o ambulantes forman parte de la urbe urbana, hoy los conocemos como “tianguis”, su origen proviene del náhuatl “tianquiztli” referido a la palabra mercado.
Durante la época prehispánica existieron tres principales mercados: el de Texcoco, el de Tenochtitlán y el de Tlatelolco. Posterior a su fundación como ciudad, Tlatelolco se convirtió en el principal centro de abastecimiento y de intercambio comercial de los mexicas.
El mercado era el único lugar para realizar actividades de trueque, especialmente el intercambio de alimentos base como el maíz, el chile, el frijol y el cacao.
En la Conquista el intercambio comercial causó admiración ante los ojos de los españoles, pues era impresionante la cantidad de gente que se concentrar en aquella plaza.
De acuerdo con la investigadora Pascle Villegas, menciona que, algunos testigos oculares afirmaron que la plaza de Salamanca era dos a tres veces más chica que la de Tlatelolco.
Posteriormente, los tianguis se trasladaron cerca de los recintos religiosos, generalmente frente al atrio o alrededor de una fuente.
¿Sabías que en las antiguas plazas, el tianguis era un lugar de culto donde se comercializaba y al mismo tiempo un espacio de predicación para la evangelización?
El barrio de La Merced y su mercado
Al oriente del Centro Histórico se encuentra uno de los mercados más emblemáticos: La Merced.
Después de la llegada de los españoles, mercaderes de diferentes partes del país comenzaron a concentrar su actividad laboral en esta zona del del valle de México.
Para ese entonces existía un embarcadero conocido como la acequia de Roldán, que recibía toda la mercancía que llegaba de los pueblos del sur como Xochimilco y Tlahuac.
En el año 1594 el mercado tomó el nombre de La Merced, después de que se estableciera el monasterio de Nuestra Señora de la Merced de la Redención de los Cautivos, conocido como el Convento de la Merced.
A mediados del siglo XIX el templo y parte del convento fueron destruidos dando paso a la construcción del primer mercado de La Merced.
Ya para el siglo XX, La Meche se habría posicionado como el principal mercado mayorista de la CDMX, hasta poco antes de la década de los ochenta cuando se creó la Central de Abastos.
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El Chopo, el tianguis del rock
El tianguis del rock como se le conoce al famoso Tianguis Cultural del Chopo, comenzó en la década de los ochenta como una propuesta underground de música, que buscaba crear un canal entre melómanos y coleccionistas.
En sus inicios fue un gran pionero de una propuesta de innovación para quienes eran aficionados a las expresiones culturales alternativas, la música poco ortodoxa, el cine o la literatura.
Aquí se encuentra de todo, desde los promotores culturales, hasta artesanos, coleccionistas, músicos, comerciantes de ropa y otros artículos.
La Lagunilla, el tianguis de las antigüedades
Este espacio es ideal para los que gustan de los recorridos que alegran la pupila con abundante mercancía vintage.
Su origen como mercado ambulante data de la época prehispánica, de aproximadamente 400 años, que hasta la actualidad siguen siendo uno de los espacios ideales para “chacharear” los domingos.
Su nombre proviene de una laguna que conectaba con el Lago de Texcoco y Tlatelolco.
Durante la época de oro, La Lagunilla fue el tianguis asiduo para los técnicos de utilería que trataban de conseguir piezas antiguas para las escenas de los filmes mexicanos.
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Tepito, el barrio bravo
¿Sabías que el nombre de Tepito tiene su origen en la lengua náhuatl derivado de teocal-tepiton que significa pequeño templo?
El icónico barrio bravo es uno de los lugares que conserva mayor historia. Ubicado al norte del Centro Histórico, Tepito se ha posicionado como uno de los barrios de mayor identidad.
En 1901 debido a la reubicación del tianguis “El Volador” nace el tianguis de Tepito. Posteriormente, en 1926 la actividad comercial más asidua es la venta de calzado, gracias a la llegada de miles de zapateros provenientes del Bajío.
Fue en la década de los cincuenta que Tepito se convirtió en el centro de comercio informal especialmente en mercancía de fayuca.
Este tianguis es conocido por la gran cantidad de imitaciones de marcas, cuyos compradores son mayoristas asiduos o clientes ocasionales.
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El Salado
El Salado es echarse un clavado a los vestigios que el mercado sobre ruedas ofrece. Este tianguis lleva más de 40 años haciendo historia con su presencia cada miércoles.
Este tianguis chilango es famoso por su variedad de ropa de paca, autopartes, herramientas, muebles y mucha chacharita variada.
Para recorrerlo se necesita tiempo y paciencia para admirar las opciones vintage y de colección que cada chacharero ofrece en sus tenderetes.
Cuéntanos cuál es tu tianguis favorito y qué es lo que amas buscar entre los pasillos de estos microuniversos de la vendimia chilanga.
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