Caminar por la Alameda Central no sería lo mismo sin este ícono de arte y cultura. Durante ocho décadas ha sido testigo de un montón de acontecimientos y sus paredes respiran historia. Así que aquí van algunos datos del Palacio de Bellas Artes.
No hay quien se resista a tomarse una foto frente a este palacio o también hay quien se sienta horas a admirar el arte que lleva por dentro y por fuera. Aquí se han presentado prestigiosos ballets y hemos visto desfilar un montón de exposiciones.
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Datos del Palacio de Bellas Artes
Su antecedente
Estos datos del Palacio de Bellas Artes inician con su antecedente: el Teatro Nacional. Se trató de un recinto construido bajo las instrucciones del entonces presidente Santa Ana.
Era considerado el más importante de nuestro país durante la segunda mitad del siglo XIX, pues se decía que estaba a la altura de los teatros europeos.
30 años para su construcción
Cuando se cumplió el centenario del inicio de la Independencia, se pensó en varias formas de celebrar la fecha. Una de ellas fue la creación del Nuevo Teatro Nacional, y sí, para su construcción se demolió el anterior.
El encargado de diseñar este majestuoso recinto fue el arquitecto italiano Adamo Boari, quien también realizó el Palacio Postal. Aunque los trabajos iniciaron desde 1904, fue hasta el 12 de abril de 1905 cuando Porfirio Díaz colocó la primera piedra.
Al inicio se pensó que quedaría listo en un par de años. Pero al final tomó tres décadas terminarlo.
El Nuevo Teatro Nacional que nunca pudo ser
Aunque en realidad no quedó listo de jalón, ya que para 1910 estalló la Revolución y las obras quedaron inconclusas.
Boari tuvo que regresar a Europa; lo peor es que murió en 1928 sin ver su obra terminada. Pero obviamente la historia no quedó ahí. Con estos datos del Palacio de Bellas Artes puedes saber que la presidencia de Pascual Ortiz Rubio rescató el proyecto y el arquitecto Federico Mariscal fue quien retomó el proyecto en 1930.
Aunque no fue sino hasta 1932 cuando realmente se reavivaron las actividades de construcción.
De teatro a palacio
En 1932 se definió que este edificio sería una construcción de carácter artístico. Así se llegó a la idea de que albergaría distintos museos, los cuales tendrían como objetivo acercar a la población a las artes.
Fue así que después de 30 años se cambió el nombre del proyecto de Teatro Nacional al de Palacio de Bellas Artes. Este recinto fue terminado por Mariscal el 10 de marzo de 1934.
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La inauguración: ¿qué fue lo que se presentó?
El Palacio fue inaugurado el 29 de septiembre de 1934 por el entonces presidente Abelardo L. Rodríguez. Pero esta no sería una buena lista de datos del Palacio de Bellas Artes si no te contáramos lo que vio el gobernante.
La primera pieza interpretada en el recinto fue el himno nacional, le siguió el estreno mundial de Llamadas, Sinfonía proletaria, dirigida por su propio compositor Carlos Chávez. Fue interpretada por la Orquesta Sinfónica de México, los Coros del Conservatorio Nacional de Música y las Escuelas de Artes para trabajadores.
Por la noche, se presentó la interpretación de la Sinfonía Pastoral de Beethoven, por la Orquesta Sinfónica de México. Le siguió la primera función de la obra teatral La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón.
A este gran acontecimiento acudieron gobernadores, miembros del gabinete presidencial y artistas de renombre internacional como Dolores del Río y Douglas Fairbanks.
Datos generales del Palacio de Bellas Artes
La altura del Palacio de Bellas Artes es de 53 metros. Cuenta con cuatro pisos y un estacionamiento subterráneo.
Los materiales principales para su construcción fueron: acero, concreto, mármol blanco de Carrara, de Italia, en la fachada, y mármoles mexicanos de diversos tonos en el interior.
El escenario principal mide 24 metros de largo. La sala de conciertos tiene espacio para 1,500 butacas, aunque originalmente habían mil 791.
Su hundimiento
Todos sabemos que el Centro Histórico se hunde año con año. Y los datos del Palacio de Bellas Artes confirman que esta estructura se hunde desde su construcción.
En 1907 se detectó que algunas partes se estaban hundiendo. Esto a consecuencia del terreno sobre el que se construyó y al peso del mármol. Se registró que hasta 1921 había alcanzado un hundimiento de 1.80 metros.
Para estabilizarlo, se tuvo que inyectar cemento a todo el terreno. Aunque está claro que no fue una solución permanente.
La famosa cortina de Tiffany
El Palacio de Bellas Artes es único por distintos aspectos. Pero uno de ellos es su telón de cristal que pesa aproximadamente 22 toneladas. Mide cerca de 12.5 metros de alto, 14.5 metros de ancho y tiene un espesor de 32 centímetros.
Fue construido en Nueva York por la famosa casa de joyería Tiffany. Está decorado con las imagen de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y está inspirado en una obra del Dr. Atl. Esta cortina se conforma por 206 tableros y tiene cerca de un millón de piezas de cristal opalescente.
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Apolo y las musas
Otros datos del Palacio de Bellas Artes se esconden en su Sala Principal. Uno de ellos es la lámpara circular que adorna el techo. Se trata de un vitral realizado por el artista húngaro Géza Maróti.
La pieza es una representación del dios griego Apolo, rodeado de todas las musas de las artes. Maroti también hizo la escultura que adorna la cúpula del Palacio.
Los pegasos
Todos ubicamos a la perfección los cuatro pegasos del Palacio de Bellas Artes. Pero ¿sabías que durante casi una década estuvieron en el Zócalo? Infórmate de la historia con estos datos del Palacio de Bellas Artes.
Cuando Boari estaba planeando la ornamentación del Palacio, acudió a varios escultores europeos. Uno de ellos fue Agustín Querol, quien finalmente creó los pegasos de Bellas Artes.
Esas figuras aladas llegaron al puerto de Veracruz en 1911 y fueron colocadas en la parte superior de la fachada, casi rodeando la cúpula. Sin embargo, entre el hundimiento del edificio y el inicio de la Revolución, estos corceles fueron bajados u se movieron a la Plaza de la Constitución en 1921.
De acuerdo con El Universal, ahí permanecieron siete años, flanqueando las cuatro esquinas del Zócalo. Pero cuando los trabajos de construcción fueron retomados, el arquitecto Mariscal decidió regresarlos a Bellas Artes.
Para eso, se construyeron cuatro pedestales de mármol blanco mexicano. Sobre cada uno de ellos se puso una de estas figuras.
Las cuatro esculturas de la cúpula central
Con estos datos del Palacio de Bellas Artes ya sabes que los pegasos en un inicio estuvieron en la cúpula. Sin embargo, todos reconocemos a las cuatro figuras femeninas que rematan la cúpula central.
Son cuatro mujeres aladas tomadas de la mano y que rodean a un águila que devora a una serpiente. Cada una de ellas representan el drama, el drama lírico, la comedia y la tragedia.
La pieza fue realizada por el húngaro Géza Maróti y la armó en su taller en Hungría.
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Los murales
Ya dijimos que el Palacio de Bellas Artes esconde distintos tesoros. Y uno de ellos es su colección de murales.
Contiene 17 piezas en su interior que fueron creadas en un lapso de 35 años. Diego Rivera, y José Clemente Orozco fueron los primeros en plasmar su visión de México en los muros de este recinto de mármol. De hecho, trabajaron de forma simultánea y sus piezas del segundo piso fueron solicitadas para la inauguración.
En 1944 se extendió esa invitación a David Alfaro Siqueiros y después le seguiría
Rufino Tamayo, Jorge González Camarena, Manuel Rodríguez Lozano y Roberto Montenegro.
Monumento Artístico
Como ya viste, el Palacio de Bellas Artes es el hogar de varias obras de arte. Además, la estructura en sí misma es una gran pieza. Por eso, no sorprende que en 1987 fue declarado por la Unesco como monumento artístico.
Sede del congreso
Este es de los datos del Palacio de Bellas Artes menos conocido. Resulta que también ha tenido una vida política y eso lo demuestran los hechos de 1946.
En diciembre de ese año, el recinto fue utilizado como sede del Congreso de la Unión. Específicamente para la toma de posesión de Miguel Alemán Valdés como presidente.
El espacio se modificó para recibir a los integrantes de las Cámaras de Diputados y de Senadores y sus invitados.
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El Museo del Palacio
Aunque el Palacio de Bellas Artes abrió en septiembre de 1934, fue hasta el 29 de noviembre de ese año cuando abrió su museo. Inicialmente era conocido como el Museo de Artes Plásticas y fue el primero en su tipo en todo el país.
Su acervo estaba formado por piezas del siglo XVI, murales de Rivera y Orozco, una sala dedicada a la escultura mesoamericana, otra a la estampa mexicana y otra dedicada al arte popular.
En 1947, cuando se creó en Instituto Nacional de Bellas Artes, se decidió cambiar el nombre de este recinto a Museo Nacional de Artes Plásticas. Pero es a partir de 1968 cuando comenzamos a llamar a las salas de exhibición como el Museo del Palacio de Bellas Artes.
El Museo Nacional de Arquitectura
Muchos olvidan este otro museo y por eso te lo recordamos en estos datos del Palacio de Bellas Artes.
Se fundó el 26 de enero de 1984 con el propósito de promover y difundir la arquitectura moderna. Las exposiciones La arquitectura en México. Porfiriato y Movimiento Moderno en octubre de 1982 y 80 años de la Colonia Roma en agosto de 1983, permitieron la creación de este museo.
Se sitúa en el tercer nivel del Palacio y en su sala de exhibiciones se ha presentado la trayectoria de figuras nacionales e internacionales como Luis Barragán, Guillermo Kahlo, Adamo Boari, Juan Segura, José Villagrán, Manuel Tolsá, Raquel Bigio, Juan O´Gorman, entre otros.
El palacio y sus compañías
El Palacio de Bellas Artes no solo alberga museos, sino que también es la sede principal de varias compañías y grupos artísticos reconocidos a nivel nacional e internacional.
Aquí es la sede de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Compañía Nacional de Ópera, el Ballet Folklórico de Amalia Hernández, la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes y de la Compañía Nacional de Danza.
La primera vez que hubo jazz en Bellas Artes
Este es de los datos del Palacio de Bellas Artes que sorprenden a cualquier amante de la música. Y es que en la primera mitad del siglo XX, en nuestro país el jazz era visto como algo de poca clase.
En 1962 se hizo historia, pues este lugar que sólo había recibido música clásica y ballet, le abrió sus puertas a este género. Ese año se presentó Chico O’Farril con el estreno de su Suite Azteca, además, llevó como solista al trompetista sinaloense Cecilio Chilo Morán.
Los famosos intérpretes
En más de ochenta años de existencia, el escenario del Palacio de Bellas Artes ha sido pisado por famosos nacionales e internacionales. En su historia se incluye la presencia de María Callas, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, José Carreras, Teresa Bergasa y Eugenia León.
Aunque también han habido íconos de la música nacional como Lola Beltrán (que fue la primera en presentarse con mariachi), Chavela Vargas y Juan Gabriel, que se presentó junto a la Orquesta Sinfónica Nacional.
Igualmente, escritores como Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y José Saramago han sido invitados ilustres.
La ovación de 15 minutos ininterrumpidos
Pero entre tantos artistas, ninguno supera a la cantante de ópera María Callas, quien ya era conocida como “la Divina”. Y es que de 1950 a 1952 se presentó con las óperas Lucía y La Traviata.
Pero fue una una presentación en 1952 cuando, junto con el tenor Giuseppe Di Stefano, recibió una ovación que duró ¡unos 15 minutos!
Los homenajes póstumos
Esta lista de datos del Palacio de Bellas Artes la terminamos recordando algunos de los homenajes póstumos que han pasado por este edificio de mármol.
Y es que aquí solo se ha despedido a grandes figuras de la cultura del país y eso incluye a algunos extranjeros.
El primero de estos homenajes fue en 1949 al muralista José Clemente Orozco. Le siguió el de la pintora Frida Kahlo.
Entre los escritores que se han despedido aquí están Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Gabriel García Márquez. El mundo de la música también ha recibido homenajes póstumos aquí, como Agustín Lara, Roberto Cantoral, Chavela Vargas, Juan Gabriel y José José.
Y también, algunos actores como Mario Moreno Cantinflas y María Félix tuvieron un homenaje en Bellas Artes.
Con estos datos acerca del Palacio de Bellas Artes solo reafirmamos por qué es uno de los lugares, edificios y símbolos favoritos de los chilangos.
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