¡Esto era lo chido! Cosas que extrañas del viejo Chapultepec

La ciudad está en constante evolución; algunas cosas cambian, otras desaparecen y se quedan solo en nuestros recuerdos. Es por eso que armamos una lista de las cosas que más extrañamos del Chapultepec de antaño.

Estas son las cosas que más extrañamos de Chapultepec

Atlantis

Inaugurado en 1981, en la 3era sección del Bosque de Chapultepec, Atlantis era una de las salidas familiares favoritas de los chilangos en los ochenta y noventa. Además de ser parque acuático, contaba con un show único en la ciudad en aquellos entonces: delfines y lobos marinos entrenados.

La magia de Atlantis también incluía 17 acuarios de peces diferentes, aves entrenadas que hacían shows para chicos y grandes, y la Gruta Marina, donde se exhibían los esqueletos de varias especies incluido el cráneo de una ballena.

Desafortunadamente con la llegada del nuevo milenio dejó de funcionar. Por ahí del 2009 cambió de giro, pues ahora se ofrecían delfinoterapias. Hacia el 2012 anunciaron un cierre “temporal” por una remodelación que nunca se llevó a cabo.

Algunos animales se quedaron ahí durante un tiempo hasta que fueron trasladados a diferentes centros acuáticos del país, los tres últimos lobos marinos se reubicaron en el 2017. Ahora solo quedan las instalaciones abandonadas y los recuerdos de lo que alguna vez fue el primer delfinario de la ciudad.

La Ola

En los ochenta la ciudad tenía otro oasis al que acudían las familias a refrescarse y pasar el día. Inaugurado en 1979, Aguas Salvajes, ubicado en la 3era sección de Chapultepec, era el Acapulco chilango.

Toboganes, cancha de fútbol rápido, restaurante, área infantil, tienda de souvenirs y su famosa piscina de olas eran algunas de las atracciones que los capitalinos podían disfrutar.

A principio de los noventa, el nombre cambió a La Ola; las atracciones seguían siendo las mismas, pero los precios cambiaron por la remoción de los tres ceros en 1993. De acuerdo con información de El Universal, las entradas tenían un costo de $40 para adultos y $20 niños.

Fue a finales de los noventa cuando volvió a cambiar de nombre a El Rollo. Ofrecía espacio de estacionamiento para 500 coches y 50 autobuses, aproximadamente, con un aforo de 5 mil personas. La magia veraniega se acabó en el 2007 y las olas se convirtieron en grafitis y parajes desolados.

King Kong

Otra de las cosas que extrañamos de Chapultepec es la peculiar figura de King Kong que se encontraba en la 1era sección del Bosque de Chapultepec. El Centro de Convivencia Infantil fue inaugurado en 1970, este espacio contaba con juegos rústicos y mecánicos, un teatro pequeño, columpios, toboganes, una mini vialidad y el famoso primate rodeado de una ciudad miniatura.

El principal objetivo de este espacio era inculcar la cultura vial desde temprana edad. Su objetivo se fue modificando y terminó convirtiéndose en un espacio de recreación para los niños de los setenta, ochenta y noventa.

Este espacio contaba también con un trenecito que recorría una parte del bosque; el costo era de $5 por viaje. La estación parecía una real pero en miniatura.

Para el 2004 el Centro cerró para hacer remodelaciones que nunca se llevaron a cabo. Cuando inició la manita de gato para la primera sección del Bosque, existía la promesa de que sería reubicado a lado del Museo Tamayo, pero nunca se hizo. El espacio en donde se encontraba este centro de diversiones es el actual Jardín Botánico.

Los trenecitos escénicos

El Ferrocarril Escénico del Bosque de Chapultepec (o el trenecito pa’ los cuates) fue inaugurado en 1958. De acuerdo con la revista Ferronales, este contaba con cinco vagones que podían transportar a 30 personas a una velocidad de 20 km por hora, en un trayecto de menos de 1000 metros.

Después en 1966 se instalaron dos ferrocarriles infantiles, uno de llantas de caucho y otro sobre rieles; el primero podía hacer recorridos más independientes. El trenecito siguió funcionando por muchos años y logró una capacidad de transporte de 80 adultos o 120 niños.

Fue en 2006 cuando, por falta de presupuesto, el trenecito dejó de operar y tanto las estaciones como los trenes quedaron en el olvido. En el 2018 el espacio se usó como galería delCentro de Información del Programa Capital Mundial del Diseño 2018.

La Feria

Qué buenos tiempos los de irse de pinta para pasar un rato ameno en Chapultepec; aquellos suertudos (o billetudos) se podían pasar una tarde de diversión en este parque.

A pesar de que no tiene mucho que la Feria de Chapultepec cerró sus puertas, ya entra en nuestra lista de las cosas que extrañamos. Inaugurada en 1964 en la segunda sección del Bosque, fue uno de los primeros parques de atracciones en la ciudad y en México; cabe mencionar que la Montaña Rusa fue la primera en dar servicio.

Muchas generaciones pasaron por sus juegos mecánicos emblemáticos como el Ratón Loco, la Torre Pepsi, la Batidora, el Tren del Amor, la Cabaña Chueca, las tazas locas, entre otros.

Desafortunadamente en 2019 ocurrió un accidente dentro de sus instalaciones lo que le costó la vida a dos personas y el permiso de operación a La Feria.

El viejo zoológico

Para finalizar nuestra lista de cosas que extrañamos de Chapultepec, tenemos una de las atracciones más antiguas: el zoológico. Inaugurado en 1924 por el Biólogo Alfonso L. Herrera. En él se podían ver hasta 243 ejemplares de diferente fauna silvestre.

Aunque sabemos que el zoológico sigue existiendo, no es igual que antes, pues en algún momento se pudieron montar dromedarios como caballos, el elefante paseaba por las “callejuelas” del lugar y había mucha cercanía con los animales.

Este lugar ha sido testigo de numerosas familias que disfrutaron de un merecido paseo dominical. Con casi 100 años de historia podemos asegurar que chilango que se respete ha ido al zoológico de Chapu, al menos una vez en su vida.

En 1975 la República Popular de China le obsequió al zoo dos ejemplares de panda gigante. Desde entonces ocho pandas gigantes han nacido ahí; de esta manera, el zoológico de Chapultepec se convirtió en la primera institución fuera de China en lograr la reproducción en cautiverio de esa especie.

Tohui fue la primera panda en nacer (y sobrevivir) en cautiverio fuera de China en 1981; fue un momento tan especial que hasta Yuri le hizo una canción.

Para 1992 iniciaron las remodelaciones, cuyo desarrollo se enfocó en que la colección animal se agrupara conforme a las zonas bioclimáticas de acuerdo con su hábitat natural. En 1994 terminaron con las obras dando como resultado el zoológico que conocemos actualmente.

¿Qué tal te cayó esta lista de las cosas que extrañamos de Chapultepec? Compártenos tus recuerdos en los comentarios.

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