Todos sabemos que el centro de la ciudad esconde toda clase de tesoros. Además de contarte la historia de sus calles y la arquitectura de sus edificios, hoy te sorprenderemos con algunos comercios centenarios del Centro Histórico.
Estos negocios han sido testigos de grandes cambios en la capital y de sus habitantes. Además, han sobrevivido a toda clase de adversidades y comprueben lo importante que es adaptarse.
Te invitamos a conocer más de ellos, para que puedan seguir existiendo otros cien años.
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Guía de comercios centenarios del Centro Histórico
El Borceguí
Entre los comercios centenarios del Centro Histórico, encontramos una de las zapaterías chilangas con mayor tradición. El Borceguí, ubicada en el #27 en la calle de Bolívar, fue inaugurada en 1865.
Desde entonces, ofrece todo tipo de calzado de piel. Aquí puedes darte rienda suelta, pues encuentras botas, tacones, zapatillas, mocasines, tenis y hasta calzado especial (para diabéticos, ortopédicos, etcétera).
Y si necesitas otra razón para amar este negocio, te contamos que entre sus clientes distinguidos estuvieron Benito Juárez y Porfirio Díaz. La historia de esta zapatería es tan grande que desde 1991 fundaron el Museo del calzado.
Tiene una colección que crece año con año, pero exhibe alrededor de 2,000 piezas y 15,000 miniaturas. Están elaborados de distintos materiales como piel, vidrio, porcelana, plástico y madera. Y sí, aquí encuentras hasta zapatos que fueron donados por celebridades.
Camisería Bolívar
Justo al lado, en Bolívar #23-A, encontramos otro de los comercios centenarios del Centro Histórico. Se trata de la Camisería Bolívar, la más longeva en su tipo y que ha vestido a caballeros por 123 años.
Desde 1898 se distingue por ser un lugar con atención personalizada. Pues aquí encuentras camisas de todos los cortes, telas, estampados, cuellos y puños. Además, pueden hacerte cualquier modelo a la medida.
Lo mejor de todo es que los precios de su catálogo en general y sus piezas personalizadas se adaptan a todos los presupuestos. Aquí también ofrecen mancuernas, guayaberas, gaznés, moños y corbatas.
Si quieres vestir como catrín, este es el lugar. Prueba de ello es que aquí se vistieron La Santanera, Mauricio Garcés, Mario Moreno Cantinflas y hasta Octavio Paz.
La Vasconia
Entre los comercios centenarios del Centro Histórico también está la panadería más antigua de la ciudad. Se trata de La Vasconia, fundada en 1870 y ubicada en la calle de Tacuba #73, esquina con Calle de la Palma.
Su nombre proviene de la comunidad vasca, y es que fue fundada por españoles que llegaron a México en la segunda mitad del siglo XIX. Todo es elaborado de manera artesanal, pues hacen la mezcla desde cero. Además, utilizan materias primas de la más alta calidad y todo se amasa con las manos.
Con 151 años ha alimentado a muchas generaciones con sus deliciosas creaciones. Aquí encuentras desde pan de centeno, salvado o malta, hasta el tradicional mexicano. Que su concha, polvorón, novia, cuerno, campechana y más.
¿Se te hizo agua la boca? Pues por si eso no fuera poco, este negocio también cuenta con un restaurante y rosticería. Así que de aquí seguro sales rodando.
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Café de Tacuba
En la calle de Tacuba, está uno de los comercios centenarios del Centro Histórico más famosos: el clásico Café de Tacuba.
Con una construcción original que data del siglo XVII, este restaurante situado en el #28 de la calle Tacuba, existe desde 1912. Fue fundado en plena época revolucionaria por Dionisio Millinero.
Los muros sorprenden a cualquiera que entra al lugar. Hay diversos cuadros que cuentan distintas historias: como la del mole y la del chocolate mexicano. Sin embargo, también tiene otros óleos alusivos a la conquista. Por si eso no fuera poco, el lugar también brilla gracias a los coloridos mosaicos y vitrales. Uno de ellos es una réplica del Penacho de Moctezuma.
La especialidad de la casa son las Enchiladas Tacuba, que van rellenas de pollo y bañadas con una salsa de chile poblano. Sin embargo, tienen un menú muy extenso con platillos tradicionales mexicanos.
El Gallo de Oro
La vida chilanga no sería la misma sin las cantinas. Y una de ellas es parte de los comercios centenarios del Centro Histórico. Hablamos de El Gallo de Oro, fundada en 1874 y ubicada en Venustiano Carranza #35, esquina con Bolívar.
Se trata de la cantina más antigua de la CDMX, pues tiene 147 años. A pesar de tantos años, el lugar sí ha tenido remodelaciones. La más evidente es la que sucedió en los años 70, pues se le dio el estilo de un pub inglés.
El trago clásico del lugar es el menyul veracruzano. Consiste en un mortajado de azúcar y hierbabuena con una combinación de licor de cacao, ginebra, ron y jerez. Pero aquí no todo es bebida; ya que ofrece un menú a la carta con toda clase de platillos mexicanos.
Dulcería de Celaya
Otro negocio que nació en 1874 es la Dulcería de Celaya, ubicada actualmente en el #5 de la calle 5 de Mayo. Originalmente estaba en la calle de Plateros, que hoy es Francisco I. Madero. Sin embargo, a principios del siglo XX fue cuando se mudaron de local.
En un inicio, traían dulces de distintas partes del país. Pero la demanda era tan alta que empezaron a fabricarlos. Desde entonces, todos sus productos se hacen de manera artesanal; con cazos de cobre, palas de madera y los mejores ingredientes.
Con 147 años de experiencia, ofrecen felicidad en forma de cualquier dulce mexicano que puedas imaginar. Ofrecen una amplia variedad como dulce de leche, jamoncillo, cocadas, trufas de nuez, mazapanes de varios sabores, turrones, cachitos, y más.
Además, la tienda tiene una arquitectura art noveau que cautiva a todos los visitantes.
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La Palestina
Hoy la CDMX está llena de carros, pero recordemos que hace años aquí se recorrían las calles a caballo. Por eso, otro de los comercios centenarios del Centro Histórico es la talabartería La Palestina.
¿La tala… qué? Una tienda especializada para jinetes. Y es que en 1880 llegó a la capital el norteño Juan Rosales Ortiz. Su único sueño era crear una tienda con artefactos de piel. Así lo consiguió en 1884, cuando abrió en el #20 de la calle 5 de Mayo (esquina con Bolívar) La Palestina.
Y fue todo un éxito, pues pronto comenzó a tener clientes de alto calibre como Porfirio Díaz, Francisco Villa, Emiliano Zapata y Francisco I. Madero. Además, aquí todos los charros acudían para comprar todo el equipo necesario para montar.
Sabemos que actualmente poca gente monta a caballo en la capital. Pero La Palestina es de esos comercios que ha logrado sobrevivir adaptándose a las necesidades de la gente. En la actualidad, aquí también encuentras maletas de viaje, mochilas para niños, maletines, cinturones y bolsos.
Sombreros Tardan
Dile a tu abuelo, tío o papá la frase “De Sonora a Yucatán…” y seguro te responderán con un “…se usan sombreros Tardan”. Y es que este es otro de los comercios centenarios del Centro Histórico.
Ubicado en Plaza de la Constitución #7, el origen de este lugar se remonta hasta 1847, cuando las tropas estadounidenses pusieron su bandera en Palacio Nacional. A pesar de ese contexto, varios negocios nacieron y uno de ellos fue la sombrerería El Castor.
Esta fue comprada por el francés Francisco Dallet en 1870; sin embargo, un par de años después fue adquirida por unos hermanos de apellido Tardan. Fue hasta 1899 que el lugar cambió de nombre y poco a poco marcó historia.
Durante la época del porfiriato la tienda fue un éxito, pues era casi una obligación salir a la calle con uno de estos objetos. Díaz fue uno de los compradores famosos, junto a Villa y Zapata.
El negocio cayó, pero a principios del siglo XX resurgió gracias a que en la XEW se escuchaba a cada rato el slogan de la tienda.
Desde entonces, ha sobrevivido a la vida chilanga y siguen ofreciendo toda clase de sombreros: clásicos, fedora, de charro, texanos, boinas, gorras. Y no solo eso, pues también venden cinturones, carteras, blusas y guayaberas.
Mercería del Refugio
Ya mencionamos varios comercios centenarios del Centro Histórico. ¿Pero sabes cuál es el más antiguo de la CDMX? Pues se trata de la Mercería del Refugio y es un claro ejemplo de que uno debe adaptarse o morir.
Ubicada en el #109 de la calle Venustiano Carranza, esta tienda abrió sus puertas en 1826. Fue creada por los franceses Cassou y Billonneau. En un inicio fue llamada Gran Sedería del Refugio y la sucursal estaba en la calle de Tlapaleros.
En un inicio, el giro del lugar era vender y distribuir sedas, mercería, organillos, navajas, agujas, hilos y botones. Prácticamente todos los productos eran importados de Francia. Sin embargo, con la Segunda Guerra Mundial, la tienda tuvo que ofrecer otras cosas.
Entonces comenzaron a introducir juguetes como carros de hojalata y tambores. Fue todo un éxito y se decidió que ese sería su producto principal. Después de 195 años, esta tienda es un clásico para buscar juguetes y artículos para manualidades.
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Cantina La Ópera
Otro de los comercios centenarios del Centro Histórico que todo el mundo conoce es la cantina La Ópera. Ya sea porque se han tomado aquí un trago o por la historia del balazo de Pancho Villa.
Este sitio nació en 1876 en la esquina de San Juan de Letrán y Av. Juárez. Fue fundada por dos hermanas francesas que tenían la idea de recrear una cafetería parisina. Sin embargo, en 1895 mudaron su negocio a su ubicación actual (Calle 5 de Mayo #10) y tuvieron que darle el giro de restaurante-bar.
Desde entonces, atrajo a miles de chilangos con la elegancia de sus interiores afrancesados y su extensa barra que fue traída desde Nuevo Orleans. Además, por aquí han pasado personajes históricos como Porfirio Díaz, Emiliano Zapata y Pancho Villa; y también personajes ilustres como Carlos Monsiváis, Octavio Paz y Carlos Fuentes.
Además de disfrutar un buen trago, aquí uno puede probar varios manjares. Tienen una gran variedad de platillos, pero destacan la paella, la ternera, los caracoles en salsa de chipotle, la lengua a la veracruzana y la sopa de mariscos.
Pastelería Ideal
Está cerca de convertirse en uno de los comercios centenarios del Centro Histórico y es la famosa Pastelería Ideal. Se fundó en 1927 por Adolfo Fernández en plena Guerra Cristera bajo el nombre de Ideal Bakery.
Para eso, se remodeló parte del Convento de San Francisco ubicado en la calle 16 de Septiembre #18. Con 94 años de existencia, este lugar se caracteriza por sus clásicas cajas de cartón blanco con azul que dentro llevan un gran tesoro: pan recién hecho.
El éxito del lugar se debe a que aquí uno encuentra de todo y no es broma, pues tienen alrededor de 350 variedades de pan. Aunque producen cantidades inmensas al día, todo se hace bajo un proceso artesanal.
La Hostería de Santo Domingo
Considerado como el restaurante más antiguo de la CDMX, este es otro de los comercios centenarios del Centro Histórico que todos deben conocer.
Se abrió en 1860 en la calle de Belisario Domínguez #70. Se trata de un lugar con mucha historia, pues el edificio es parte del Convento de Santo Domingo de Guzmán que los frailes vendieron.
Por eso, cuenta con una arquitectura del siglo XVI, aunque no es el único atractivo visual. En sus paredes hay varias pinturas, entre las que destaca el mural realizado por Antonio Albanés en 1956. También cuenta con un hermoso vitral realizado por la casa de vidrieros de Felipe Derflingher.
Los platillos de este lugar han sido degustados por un montón de celebridades, como Agustín Lara, Pedro Vargas, Lola Beltrán y Jose Alfredo Jiménez.
¿Y qué se puede comer aquí? Un montón de platillos mexicanos, pero desde hace décadas es el lugar favorito de los chilangos para comer chile en nogada. Sin embargo, también debes probar su Pechuga Ranchera en Nata, las Enfrijoladas Santo Domingo y el Pollo Manchamantel.
Cada cuadra del centro nos tiene preparados grandes hallazgos para visitar, conocer y admirar, ¿qué otro comercio centenario conoces?
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