Diseño y futbol se unen en esta cancha como agentes de cambio
Cancha La Doce surgió con el objetivo de transformar el clima delictivo en una pequeña comunidad del Estado de México, ahora es todo un emblema identitario
Por: Daniela Sagastegui Avilés
Desde las alturas, el campo de juego parece no pertenecer al municipio donde se encuentra. Su vibrante tapizado a dos tonos de azul choca con el resto de la cuadra que, en vista área, es una amalgama gris sin aparente principio ni final. Se trata de la cancha La Doce y es, quizá, justo lo que necesitaba Valle de Chalco Solidaridad, una de las regiones más marginadas en la zona conurbada de la Ciudad de México.
Según el CONEVAL de sus más de 266 mil habitantes, tan solo 46 mil no se encuentran en situación vulnerable o de pobreza. Esto es uno de los factores por los que se considera una de las entidades de “alto riesgo” del Estado de México, desde 2015. De hecho, cancha La Doce era uno de los “focos rojos” de la zona, ya que, dada su falta de alumbrado y el abandono en el que estaba, fungía como ring de pelea para las tres secundarias cercanas por las tardes y como punto de concentración para la venta, compra y consumo de drogas por las noches.
Ahora es un espacio recreativo en forma que incluye el centro de juego, equipos de gimnasio y talleres de ajedrez. Pero más allá de esto, cancha La Doce se ha convertido en un emblema de la región y en un modelo a seguir para los espacios públicos del municipio.
Cancha La Doce: construir mediante sinergias
Para entender a la cancha La Doce es necesario conocer sus múltiples inicios. Por un lado, se encuentra la asociación civil Natlik, conformada por cinco vallechalquenses interesados en fortalecer e impulsar el talento y desarrollo del municipio. Luis Enrique Martínez Barrón, Pablo Herrera Nila, Fernando Espejo Arroyo, Alfredo Genaro Gómez López y Daniel Banda, sus integrantes, fueron quienes contactaron a Emilio Martínez, representante de Love Futbol.
Unos meses antes de este primer encuentro, Love Futbol había sido seleccionado ganador de la beca de Cityzens Giving, un programa de Club Manchester que busca brindar soluciones a diversas problemáticas en comunidades marginadas a través de este deporte. El dinero sería utilizado para la construcción de dos canchas en México: la primera fue la del deportivo El Coyolito en la Gustavo A. Madero y, posteriormente sería la cancha La Doce.
Pero el asunto de la construcción y diseño fue más difícil de concretar. El plan era regirse por una licitación; el problema es que la mayoría de los concursantes ofrecían una remodelación básica: pintar nuevamente los límites de la cancha, levantar las porterías e instalar un alumbrado. En medio de estas, sobresalió la propuesta de All Arquitectura, un despacho arquitectónico fundado en el 2013, cuyo compromiso con la acción social y atención al diseño le ha ganado diversos reconocimientos, tanto nacionales, como internacionales.
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La conexión y los intercambios de conocimiento hicieron posible la realización de cancha La Doce. Como explican Alejandro Guardado y Eduardo Ugalde de All Arquitectura, la vinculación con las asociaciones locales facilitó el acercamiento y diálogo con la comunidad, así como el entendimiento de sus necesidades, aspectos necesarios para todo proyecto social.
Unificar la diversidad a través del espacio público
En los 46 km2 del Valle de Chalco Solidaridad confluyen 44 de los 68 pueblos indígenas del país. Así, construir una identidad resulta una ardua y difícil labor. Pero esta era, precisamente, la especialidad de Love Futbol. Dicha asociación se ha dedicado durante los últimos seis años a crear espacios para practicar este deporte y fomentar, al mismo tiempo, la unión en la comunidad, lo cual permeó en la cancha La Doce.
Previo a su construcción, se realizaron mesas de diálogo con los vecinos para definir qué se necesitaba y se deseaba de ella. Posteriormente, se convocó a dos jornadas de voluntariado en las cuales participaron más de 150 personas en el levantamiento de cancha La Doce. “Este tipo de actividades hace que la comunidad se apropie del espacio y eso, en consecuencia, la incita a erradicar las problemáticas con acciones que van desde llamar a la policía hasta organizarse en redes vecinales para vigilar, limpiar y gestionar el espacio”, cuenta Alfredo Gómez.
Fernando Espejo concuerda y explica que es por esto que cancha La Doce se complementa con clases de box, ajedrez e incluso la primera liga LGBT del municipio para fomentar la inclusión. Se trata de una evolución natural, como la denomina Guardado, e implica una autosustentabilidad, ya que el espacio nunca está terminado, sino que se transforma junto con la sociedad.
El diseño: aspecto clave en cancha La Doce
Aunado a esto, se buscó que el diseño de cancha La Doce también reflejase la identidad del Valle de Chalco. Desde la representación del escudo del municipio en el mural que da la bienvenida a la cancha hasta la inclusión de un espacio que permitiera filtrar el agua al subsuelo para ayudar al crecimiento de la laguna de Xico. “Nosotros creemos que la arquitectura y un buen diseño deben estar al alcance de todos y no solo de quienes puedan pagarlo. Ahora, ya probamos que es posible siempre y cuando la sociedad esté involucrada”, explica Alejandro Guardado.
Del municipio 122 a cancha La Doce: una historia de solidaridad
El municipio 122 del Estado de México tiene una larga historia de participación ciudadana, remontándose, incluso, a sus propios orígenes. El Programa Nacional de Solidaridad fue un proyecto integral para combatir la pobreza extrema en todo México a partir de la sociedad civil, el primer beneficiario fue el Valle de Chalco. Esto dio pie a un nuevo movimiento, demandando la creación del municipio libre 122 del Edomex.
En 1994, esta exigencia fue concedida y ahora, 23 años después, el espíritu fraterno de la comunidad se hace presente otra vez. Ahora, con un propósito diferente: erradicar la violencia que acecha sus calles y unificar a su población mediante balones y diseño, con el trabajo conjunto y el impulso de talentos deportivos y culturales.
El impacto de cancha La Doce ya se refleja en los niños que han mejorado en la escuela como parte de su entrenamiento, pues para entrar deben tener buenas calificaciones; en los jóvenes que se han alejado de las drogas, intercambiándolas por el deporte y en el compromiso social renovado de los habitantes del municipio. Pero también se espera poder magnificar el alcance, remodelando una biblioteca y un centro de rehabilitación que se encuentran contiguos. Así, la cancha es mucho más que esto, parece más bien un símbolo de la unión en Valle de Chalco.
Dónde: Poniente 15, Segunda Sección, Niños Heroes, Valle de Chalco Solidaridad, Estado de México
Cuándo: lunes a domingo de 07:00 a 11:00
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