Seguramente alguna vez, paseándote por esta estrambótica ciudad, te has topado con más de una situación o circunstancia que ha arrancado una sabrosa carcajada. Para que no extrañes los recorridos en el terruño capitalino te traemos un top de calles con nombres raros en la CDMX.

Barrios y calles con nombres raros en la CDMX

¿Dónde más sino en la Ciudad de México y sus alrededores podemos encontrar calles como Matapulgas, Finaestampa o Panzacola?

Ya sea que quieras mandar a alguien a La Goma o a La Verdolaga, no tendrías que enviarlo muy lejos: en nuestro Valle de México cabemos todos, hasta esos lugares que usamos como sinónimo de un sitio hostil y remoto.

Y para que veas que por nombres divertidos o curiosos no paramos, aquí están 15 calles cuyas connotaciones y riqueza lingüística ameritan que te des una vueltecita o hasta te tomes la bonita selfie para tus redes sociales.

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Panzacola

Foto: Google

Sobre la Avenida Universidad, en el barrio coyoacanense, hay una calle con un nombre peculiar: Panzacola. Esta toma su nombre de la Capilla de San Antonio de Panzacola.

En realidad no existe en el santoral nadie con esta nomenclatura, pues su nombre oficial es San Antonio de Padua. Los lugareños le agregaron al lugar el nombre de Panzacola porque solía haber muchas lagartijas en las inmediaciones.

Rayando el Sol

Foto: Pável Gaona

No solo en la CDMX tenemos calles con nombres curiosos o divertidos. La colonia Benito Juárez, en Ciudad Neza, es un tesoro de nomenclaturas curiosas, sobre todo para los amantes de la música.

En este barrio, al oriente de la CDMX, encontrarás un campo semántico de rolas muy mexicanas que dan nombre a las calles.

Aunque cuidado, no te dejes llevar por la finta, “Rayando el Sol” no se refiere al éxito noventero de Maná sino a la canción ranchera de David Záizar, cuya interpretación replicaron Plácido Domingo, Chavela Vargas y hasta Ana Gabriel.

Y para mantener este tenor de ritmos de antaño, “Las Golondrinas”, “La Cucaracha”, “La Barca de Oro”, “Pancho López” y “Pichirilo” hacen honor a un repertorio del legado musical en estas vías de tránsito del territorio cuyo topónimo recuerda al rey poeta.

La calle de la Amargura

Foto: Pável Gaona

Cuando sufrimos de mal de amores o estamos pasando por un algún mal momento decimos que “andamos por la calle de la Amargura”. Pero si quieres estar literalmente ahí, solo debes visitar el Barrio de San Ángel, donde se encuentra este lugar.

Esta vía se prolonga desde la calle de San Jacinto hasta avenida Revolución. Se cuenta que se llama así porque un hombre español, que conquistó a una mexicana, confundió al padre de la mujer con un amante y lo asesinó.

La mujer murió de pena y el desafortunado Don Juan terminó quitándose la vida. Cerca de Plaza Garibaldi hay otro callejón de la Amargura, y se dice que se bautizó así porque los parroquianos van a ahogar sus penas en alcohol con la música de los mariachis.

La colonia Reacomodo El Cuernito

Foto: Google

Si alguna vez tuviste un ex que te fue infiel y que no conforme con ello te lo aplicó dos o más veces, tal vez su fantasía sea vivir en la colonia Reacomodo El Cuernito… Esta es una de las colonias con nombres más raros peculiares y se encuentra en la alcaldía Álvaro Obregón.

Salsipuedes

Foto: Google

Más que un nombre, esta denominación nos suena a un reto. En la CDMX existen dos callejones que llevan este nombre. El primero de ellos está en la colonia Coltongo, en la alcaldía Azcapotzalco, y es tan pequeño y estrecho que le hace total honor a su nombre.

Foto: Google

El otro se encuentra en Tlalpan, en la colonia Tlalpuente. Este lugar está ya tan alejado del trazo urbano que pudo haber tenido ese nombre debido a que llegar aquí, y también salir, es algo que solo lograría alguien realmente orientado.

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Niño Perdido

Foto: Pável Gaona

En lo que hoy conocemos como el Eje Central Lázaro Cárdenas, hubo un tramo conocido como la calle de Niño Perdido debido a la leyenda de un niño extraviado de nombre Lauro.

Su madrastra, para deshacerse de él, lo habría asesinado. Y aunque la leyenda ya es poco sonada y este tramo del Eje Central ya no se llama así, un callejón aún conserva este nombre. Podrás ubicarlo precisamente en un rinconcito escondido detrás de la estación Fray Servando del Trolebús.

Foto: Google

General Popo

Foto: Google

No, no es ninguna referencia escatológica. Y no existió un general apellidado así.

La calle tiene ese nombre debido a una llantera mexicana que fue una muy exitosa empresa y se encuentra en la colonia Industrial, famosa por tener nombres de calles de otras compañías como Buen Tono, Larín, Continental, Modelo, entre otras.

Balcón de Los Edecanes

Foto: Google

Se llama así debido a una fotografía tomada en 1958, cuando el entonces candidato a la presidencia de México, Adolfo López Mateos, fue retratado en un balcón junto con dos edecanes.

Foto: Google

La imagen se encuentra en la Fototeca Nacional y es parte de la mediateca del INAH. Lo que no sabemos es cómo pasó de “las” a “los”, pues las edecanes de la foto son mujeres. Se encuentra en Lomas de San Lorenzo, precisamente en Ciudad López Mateos.

Plaza Sésamo

¡Ven a jugar! ¡Ven a cantar! Si fuiste fan del programa infantil de los años ochenta y noventa, no tienes que hacer una travesía inmensa para ir a Plaza Sésamo.

Esta calle se ubica en la colonia Plazas de Aragón. Aunque tristemente no hay nada que remita al show, al menos puedes hacerte una selfie curiosa.

Chicle/Goma

Foto: Google

Mandar a la… lejos a alguien nunca fue tan sencillo: simplemente lo diriges cortésmente a la colonia Granjas México y listo. Tu indeseable interlocutor tendrá un lugar físico dónde ubicarse para reflexionar acerca de su escarnio.

Foto: Google

En esa misma colonia y casi junto con pegado existe otra calle de nombre curioso: la calle Chicle. Un dato que pocos conocen es que en estas calles tienen este nombre por ser una zona dulcera: aquí se encuentran Tutsi, Barcel y la fábrica de cacahuates Nishikawa, así como otras expendedoras de golosinas.

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La Verdolaga

Foto; Pável Gaona

Ya que estamos en esos lugares donde podemos mandar a alguien cuando nos hace encabritar, también queda la opción de mandarlo/la a La Verdolaga.

Esta calle se encuentra en la colonia Benito Juárez, en la hermana república de Ciudad Neza. Si vas a tomarte la foto de Rayando el Sol, aprovecha, porque está a solo unas cuadras.

Matapulgas

Foto: Google

Aunque parecería un nombre patrocinado por alguna industria insecticida, este nombre se debe a una planta entre cuyas propiedades se encuentra mantener a raya a esos insectos.

La calle que se encuentra en la colonia Tlalpuente, tiene otras vecinas cuyos nombres son también fabulosos: Aire Puro, Vía Fragante, Agua Cristalina y Finaestampa.

Colonia La Lonja

Foto: Google

Ubicada en el sur de la CDMX, en la alcaldía Tlalpan, este barrio hace referencia a nuestras reservas energéticas abdominales. Y sin sonar conspiranoicos, ¿será casualidad que en un barrio tan pequeño se encuentren la Casa Gula, Mr. Taco y los Tamales Ordoñez?

Callejón del Sapo

Foto: Pável Gaona

Es uno de los rincones de nuestro Centro Histórico con una leyenda oscura detrás. Se cuenta que en tiempos de la colonia una mujer deseaba quedar embarazada y como no lograba concebir con su marido, le fue infiel a este con un hombre indígena.

El amante asesinó al esposo y al ser descubierto fue condenado a muerte con azotes. El hijo de la unión entre la mujer adúltera y el indígena sería un ser de aspecto repulsivo parecido a un sapo que despellejaba a las víctimas y bebía su sangre.

Este pequeño callejón se encuentra sobre la calle de Victoria, entre Marroquí y Luis Moya.

Rosas Moreno

Aunque suena a un albur del fino, el nombre de esta calle se debe al escritor y poeta José Rosas Moreno, originario de Lagos de Moreno.

Su poemario más destacado fue Ramo de violetas (cualquier parecido con la rola de Mi Banda el Mexicano es mera coincidencia) y aunque sus apellidos parecieran esconder un doble sentido, su persona no pudo distar más de este tono, pues dedicó su obra a crear literatura para niños y es considerado el mayor escritor de fábulas infantiles en México.

Y a todo esto, ¿cómo se bautiza una calle?

Como ya vimos, muchas de las calles de la Ciudad de México pueden ser herencia de tiempos coloniales y hasta nos remiten a leyendas.

Pero hoy, si una calle nace debido al crecimiento la mancha urbana o si se desea alguna rectificación de nombre, es posible hacerlo. Aquí no son los papás de la criatura, sino la gente, la que propone el nombre. Y en lugar de párroco, el bautismo lo realiza un funcionario público.

La asignación o modificación de nombres de calles, colonias y otros espacios es jurisdicción de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.

Si quieres ponerle nombre a una calle se requiere:

  • Una identificación oficial
  • Un documento de acreditación de personalidad jurídica
  • Un formato de solicitud
  • Una boleta de valor catastral
  • Un documento que dé certeza de la ubicación.

Cada alcaldía cuenta con un módulo de atención (puedes consultar la que te corresponde aquí mero) y voilà: en 15 días máximo tendrás respuesta de si procedió tu solicitud de bautismo. El trámite es gratuito y podrías ser tú quien le ponga nombre al chamaco citadino.

Si estuviera en tu poder, ¿qué nombre le pondrías a una nueva calle? También cuéntanos qué otros barrios y calles con raros en la CDMX conoces.

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