El monumento que exhibió el brazo de Obregón en la CDMX 😱
Los chilangos somos tan macabros que vimos expuesto durante más de 50 años el brazo de Álvaro Obregón que perdió en una batalla.
Por: Abigail Camarillo
La CDMX está llena de monumentos, pero uno de ellos escondió un tesoro macabro durante años. Hablamos del brazo de Álvaro Obregón que estuvo en exhibición dentro de la construcción ubicada en el Parque de La Bombilla.
Esta es una prueba más de que toda clase de cosas extrañas pasan en nuestra amada ciudad. Y si creciste durante los 80, quizás te tocó que tus papás te llevaran a ver este recuerdo de la Revolución Mexicana.
La batalla en la que el general perdió el brazo
Antes de entrar en detalles sobre este monumento, hablemos de los hechos. Álvaro Obregón tuvo una de sus más grandes batallas contra los villistas durante junio de 1915 en Guanajuato.
De acuerdo con el Inah, el 2 de junio mientras realizaba un recorrido de inspección, Obregón fue atacado y alcanzado por granadas. Inmediatamente, fue atendido por el doctor Enrique Osornio, quien decidió amputarle el brazo derecho por las heridas graves.
¿Y qué pasó con el brazo de Álvaro Obregón? Pues al doctor Osornio se le hizo fácil ponerlo en un frasco con formol. Nadie sabe con qué finalidad lo hizo, pero ahí no terminaron las aventuras de esta extremidad.
La segunda vez que Obregón perdió su brazo
Lo decimos porque algunas versiones sugieren que el brazo llegó a Francisco Serrano, uno de los colaboradores cercanos del general y quien quería guardarlo como reliquia. Sin embargo, se le ocurrió irse de fiesta con este tesoro y ahí lo perdió.
Héctor de Mauleón menciona en su libro La ciudad que nos inventa que el frasco terminó en un burdel en avenida Insurgentes. Ahí alguien lo encontró y lo llevó a Aarón Sáenz, quien fue secretario particular de Obregón.
Él habló con el entonces presidente Lázaro Cárdenas y le propuso construirle un monumento al general, quien ya había fallecido.
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Sobre el monumento que resguardó el brazo de Álvaro Obregón
El 17 de julio de 1928, Álvaro Obregón asistió al restaurante de moda de aquél momento: La Bombilla (ubicado sobre lo que hoy es Av. de la Paz). Acababa de ser reelegido para ocupar el cargo presidencial de 1928 a 1934.
Ahí, en medio de una comida, José de León Toral se acercó a Obregón y le lanzó seis disparos matándolo al instante.
Fue hasta 1934, cuando Sáenz se acercó a Cárdenas para hablar de la construcción de un monumento para Álvaro Obregón. El entonces presidente accedió y la construcción se realizó en el lugar de su asesinato.
La edificación fue realizada por el arquitecto Enrique Aragón Echegaray. Se trata de una gran torre hueca que en su interior tiene una escalinata. Está custodiado por dos esculturas de piedra, El Trabajo y La Fecundidad, realizadas por el escultor Ignacio Asúnsolo.
En la parte exterior, este monumento también tiene otras esculturas de Asúnsolo que son La Alegoría del Sacrificio, La Alegoría del Triunfo y La Alegoría de la Región Norte.
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El brazo expuesto
En 1935 durante una ceremonia, Aarón Sáenz y Lázaro Cárdenas depositaron el brazo de Álvaro Obregón en este monumento.
Héctor de Mauleón describe en su libro La ciudad que nos inventa que “era una mano amarillenta, engarrotada, con las uñas de los dedos bien cortadas, que se erigía sobre la base pulposa de la carne desgarrada”.
Ahí se mantuvo el brazo de Álvaro Obregón hasta el sexenio de Salinas, cuando al fin se decidió que era algo macabro. Entonces, en 1989 fue retirada y cremada por la familia del general.
Posteriormente, fue reemplazado por una escultura de bronce del brazo que fue colocada en el mismo lugar.
¿A tí te tocó ver el brazo de Álvaro Obregón? ¿Cómo fue tu experiencia?
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