No es ningún secreto que nuestra ciudad esconde toda clase de tesoros en su pasado. Pero uno de los mejores guardados es la existencia y uso de barcos de vapor en la CDMX. Te contamos todo sobre este transporte.
Anteriormente, ya te platicamos de cómo la ciudad estaba llena de acequias y canales. A través de ellos, se transportaban toda clase de artículos utilizando canoas. Sin embargo, algunos de ellos dieron paso a la navegación de embarcaciones más grandes y complejas.
Te recomendamos: Los puentes ocultos (y olvidados) de los 20 en las Lomas
La historia de los barcos de vapor en la CDMX
El transporte en nuestra ciudad siempre ha sido muy variado. Pero pocos conocen el pasado náutico de la capital. De acuerdo con un estudio del Inah, fue a mediados del siglo XIX cuando los paseos en este transporte se volvieron populares.
El portal de la Alcaldía Tláhuac informa que el primer intento de traer este transporte a la ciudad sucedió en 1840. Cuando el coronel Mariano Tagle obtuvo un permiso para alquilar un buque de vapor. Este navegaría por un nuevo canal que él mismo construiría.
Sin embargo, este proyecto no prosperó y fue hasta 1850 que la modernidad entró a nuestra ciudad. El 21 de julio de aquél año, la historia de los barcos de vapor en la CDMX quedó inaugurada con el primer viaje del Esperanza, concesionado por Mariano Ayllón.
Este primer viaje salió del embarcadero de la Garita de La Viga y su destino era el poblado de Chalco. Esta embarcación solo tenía espacio para llevar a 20 pasajeros y el recorrido duraba entre cuatro y cinco horas.
También lee: La lumbrera del drenaje profundo y el Museo del Drenaje
Ayllón no se quedó con los brazos cruzados, ya que buscó nuevos socios y adquirió un nuevo buque al que llamó General Santa Anna. Comenzó a dar servicio en octubre de 1853 y también salía de la Garita de La Viga.
Todo esto fue un éxito, pues para 1855 este servicio ya era algo común. De hecho, la competencia para Ayllón y su Esperanza no se hizo esperar. Pues otros empresarios vieron una gran oportunidad en este negocio y surgieron otras embarcaciones como el Moctezuma, Nezahualcóyotl o Nevada.
Entre los barcos de vapor en la CDMX también debemos mencionar al Gautimoc. El cual al fin entró a la acción en 1869 pero con un feo acontecimiento.
Después de varios viajes de prueba, se invitó al entonces presidente Benito Juárez a su inauguración. Todo era música y fiesta hasta que un gran estruendo sacudió a Juárez y al resto de los invitados: una de las calderas explotó. Aunque solo se quedó en un susto, ya que no hubo ninguna víctima.
El auge de los barcos de vapor en la CDMX duró hasta finales del siglo. En 1890 se inauguró otro servicio de barcos que iban hasta Chalco. Para este gran evento se invitó al presidente Porfirio Díaz.
Te puede interesar: De cocodrilos a vochos: así cambiaron los taxis en la CDMX
¿Por qué desaparecieron los barcos de vapor?
Tristemente, fueron pocos los años que duró la moda de este transporte. En parte fue porque comenzó a popularizarse el ferrocarril, el cual era más rápido, barato y hasta cómodo.
También influyó que en 1921 el gobierno de la ciudad optó por desaparecer el Canal de la Viga (y convertirlo en calzada). Además, en ese año se comenzó con el proyecto del Gran Canal de Desagüe de la ciudad, que ayudaría a reducir las inundaciones entubando vario ríos y canales.
¿Alguna vez habías escuchado de los barcos de vapor en la CDMX? ¿Te gustaría que todavía existieran y dieran servicio?