Quince adornos chidos de las fiestas patrias para chilangos
Una lista de los 15 adornos chidos de las fiestas patrias que seguro te harán recordar tus años, tus días y esas noches chidas.
Por: Mauricio Nava
Dicen por ahí que los chilangos nos pintamos solos para armar la pachanga y que a veces se nos pasa la mano con la creatividad para pimpear las fiestas, así que si conoces, usaste, o ya tienes estos adornos chidos de las fiestas patrias, traes todo el barrio del mundo.
Conteo de adornos chidos de las fiestas patrias
1 .- Papel Picado de los Héroes Patrios
Josefa, Morelos e Hidalgo nunca pensaron que sus rostros quedarían inmortalizados en un mantel de plástico para proteger la mesa de las manchas provocadas por el festín patrio.
2 .- Bigote y trenza falsos
Para el niño, para la niña… nada mejor que tu kit de pestaña, bigote y glitter con los colores patrios, por aquello de que hay chilangos que se “disfrazan de mexicanos” durante las fiestas patrias.
3 .- Huevos rellenos de confetí
No te falta, te sobra y hasta puedes regalar barrio sin en la feria de tu colonia o plaza delegacional llegaste a conseguir los huevos rellenos de confeti y harina por la módica cantidad de $10.
4 .- Espuma asesina
Hace años la gente no se preocupaba mucho por el cuidado ambiental, y estas espumas —que dios sabe de dónde salieron— eran la sensación en una Noche mexicana. Eso sí, si te manchaba la ropa o te entraba en los oclayos ya no estaba tan chido.
5 .- Bandera de México
De papel, de satín y hasta hecho con moños, el lábaro patrio de dos metros no puede faltar en el coche, saliendo por la ventana o asomándose por el balcón en cada colonia chilanga que sí sepa festejar el 15.
6 .- Matraca de madera
Puede ser en su versión modesta o ya la poderosa que antes abundaba en los estadios mexicanos, el límite no existe. Esta matraca levanta fiestas es ideal para animar la noche más mexicana de todas.
7 .- Trompeta de cartón
De rayas, con los colores de la bandera y bigotes de papel china. Hace años, en cada crucero chilango podías conseguir una en $10. Aunque ya no se ven tan seguido, si le soplas bien, quedan perfecto para ir al Ángel a echar la pieza musical.
8 .- Sombrero de Charro
El clásico mexican curious del extranjero; el amigo fiel en las parrandas y las noches de tequila, además de acompañarnos hasta en el mundial, no puede faltar este objeto en tu festejo patrio.
9 .- Jorongo de Jerga
Los mexas somos tan creativos que el disfraz para el niño, para la niña no puede estar completo sin el rebozo hecho con una jerga. Combo de mamá chilanga, después del 16 sirve para limpiar la casa.
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10 .- Crayón tricolor
Esa pasta de colores que te pones en tu hermosa carita, quizá sea polvo de dinosaurios (petróleo) en forma de glicerina con colorante. Si nadie se vistió de Adelita en la pachanga, aquí la opción.
11 .- Cadenas patrias
Ándale, de esas que te ponían a armar en la primaria días antes de la noche mexicana, en tiempos modernos ya las venden en las tiendas de “todo por un dólar”, pero nada como pasar horas ensamblando el papel de china con resistol del “botecito blanco”.
12 .- Escudo dorado de mexicano
El símbolo máximo de México hecho de aluminio para poner en la entrada de la casa, las mamás más creativas le pegaban algunos metros de tela comprada por destajo en mercerías del centro. ¡Qué tiempos!
13 .- Biografías gigantes
Nada como el bonito cuadro hecho de cartón con adornos de papel crepe en el marco, después del festival escolar, quedaba perfecto de decoración en las casas de todo chilango aventurero.
14 .- Cartuchera de carton
Bien mexicano, bien patrio con sus cartucheras de cartón de leche pintadas de negro y balas hechas de papel aluminio. Larga vida a esas tías que hacían magia en los festivales escolares.
15 .- Paliacate de Morelos
Ahora se usa en los bolsillos, en el cuello, pero es un clásico que nunca morirá (ni pasa de moda). Es ideal para lucirse con ese traje de dos piezas hecho a mano o el clásico “México is the shit”.
Así que ya lo saben amiguitos, quizá las nuevas generaciones no disfrutaron estos maravillosos adornos chilangos pero aún viven en nuestros recuerdos o el cuarto de algún acumulador.