Aunque pareciera que el volcán Popocatépetl pareciera que “le bajó unas rayitas” a su fiesta, su actividad sigue siendo una alerta para las autoridades de algunas entidades como en el caso de la Ciudad de México con la ceniza volcánica. No es para menos, por algo el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha mantenido el Amarillo fase tres del Semáforo de Alerta Volcánica.
La razón por la que estos fragmentos de “Don Goyo” tienen en alerta a las autoridades es por los grandes problemas que puede llegar a causar. El más grave de ellos es a la salud de cada uno de los habitantes que están en zonas cercanas a la estructura geológica, incluyendo a la CDMX (sí, a nosotrxs también nos llega).
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Carlos Valdés González, especialista del Instituto de Geofísica de la UNAM, advirtió que la ceniza no es como el polvo que se genera después de quemar un papel. Estos pedacitos oscuros o grises que vemos caer del cielo son el resultado de la roca pulverizada, misma que resultaría de golpear una piedra con un martillo.
Daños a la salud, principal problema
Estos fragmentos del volcán son un material abrasivo. “Son un silicato que tiene potasio, sodio, calcio, hierro, magnesio, entre otros elementos, es decir, muchos minerales y diferentes componentes que nos pueden irritar la piel, los ojos, incluso, gente en Metepec habla de que la cabeza le ardía”, explicó Ana Lillian Martin Del Pozzo, investigadora del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica.
“La ceniza del Popo no siempre es igual, en ocasiones tiene materiales más finos o gruesos. Los primeros pueden hacer daño a los ojos y a la nariz, entran a las vías respiratorias y a veces llegan a la parte más profunda de los pulmones y a otros órganos”, recalcó la especialista.
Lxs expretxs universitarias coincidieron que la forma de cuidarnos es regresando el uso del cubrebocas al salir de casa (como en la pandemia de Covid-19). Agregaron que debemos estar pendientes del viento y la dirección en que sople para saber cuándo afectará a nuestras zonas.
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Popocatépetl: ¿Qué más daños puede causar la ceniza volcánica?
Carlos Valdés advirtió sobre los daños que puede causar en el agua la ceniza volcánica del Popocatépetl. El motivo es porque el volcán emite gas en conjunto con la ceniza y, a veces, se forman pequeñas vesículas y se acumula un poco en estos fragmentos que pueden llegar hasta nuestros tinacos o cisternas.
“Cuando cae la ceniza en recipientes con agua, el gas se disuelve y pasa al líquido. Algunos de estos elementos, como el flúor, en bajas cantidades no ocasionan nada, pero hay que protegerse de cantidades más altas”, indicó.
Otro problema que causan es en las viviendas, explicó. Hay que estar barriendo constantemente la ceniza, en especial techos y tejados porque el peso podría colapsarlos. No olvides que al tomar tu escoba, debes llevar tu mascarilla y unos lentes para evitar daños a tu salud.
“Tengamos precaución con el manejo de la ceniza para evitar que se vaya al drenaje, porque puede dañarlo, y quedarnos sin drenaje es un gran problema”, añadió el investigador.
En caso de salir de casa, Valdés González recomendó dejar el coche descansando y, si no es posible, no activar los limpiaparabrisas. “Si ponemos a funcionar el parabrisas y echamos agua, haremos una pasta que literalmente embarrará el cristal, entorpeciendo todavía más la visibilidad”, dijo.
“Además, el auto tiene filtros de los que sale el aire que se utiliza para la combustión y éstos se van llenando de ceniza; este polvo abrasivo también puede deteriorar otras partes, como las ruedas o el sistema de frenado, si no lo quitamos”, completó.
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