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"Se llevaron a nuestra familia": vecinos de refugio en Narvarte piden regreso de sus perros

20 perros y gatos se extraviaron tras el operativo de la FGJCM en el refugio “En busca de un hogar” de Narvarte, denuncian voluntarios.

Voluntarios del refugio para animales “En busca de un hogar” y vecinos de la colonia Narvarte luchan por tener de regreso a los perros que han alimentado, paseado y atendido desde hace 15 años.

El 26 de noviembre de 2024, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) catearon el albergue y decomisaron 24 perros “por posible descuido y maltrato”, debido a que dormían en jaulas transportadoras ante la falta de espacio.

Foto: Facebook En busca de un hogar

Sin embargo, la fundadora del refugio, Sonia Paredes, denuncia que tras el operativo las propias autoridades desconocen el paradero de al menos siete de los perros decomisados. Además, asegura que los ejemplares que sí están localizados se encuentran en un albergue en la colonia Portales, donde viven exactamente en las mismas condiciones en que fueron asegurados:

“Si tú visitas el albergue, la mitad de los perros siguen en las mismas transportadoras que me robaron [las autoridades] y por las que se quejaron de que no podían estar ahí”, cuenta Sonia en entrevista con Chilango.

El caso pone en tela de juicio el actuar de las autoridades encargadas de la protección de los animales de compañía. Asimismo, expone los retos que enfrentan los albergues creados por la sociedad civil, que trabajan con donaciones y recursos propios ante la falta de apoyo.

Foto: Albergue En busca de un hogar

Autoridades extraviaron perros ‘rescatados’, denuncia refugio de la Narvarte

El 30 de noviembre, cuatro días después del decomiso de los perros, voluntarios del albergue “En busca de un hogar” se manifestaron frente a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de CDMX. Además de solicitar el regreso de los animales que cuidaban, denunciaron que las autoridades no han dado cuenta de la situación de algunos perros.

“Se supone que iban a resguardar a animales y no los resguardaron. No tienen idea de dónde están”, afirma Sonia.

Vecinos de la colonia Narvarte protestaron en las instalaciones de la Fiscalía por el caso del refugio para perros “En busca de un hogar”. / Foto: Edgar Ulises Segura

El refugio, ubicado en el número 95 de la colonia Narvarte, daba hogar a perros, gatos y palomas que voluntarios y vecinos rescataron. Sin embargo, tras el cateo, las autoridades únicamente informaron sobre el “rescate” de 24 perros y 29 palomas. Al respecto, Sonia denuncia que algunos gatos se escaparon cuando la Fiscalía, la SSC y la PAOT abrieron las puertas del albergue para realizar el cateo.

Adicionalmente, comenta que las autoridades no han podido explicar dónde se encuentran al menos siete de los perros que se llevaron el día del cateo. “Tienen perdidos 20 animales. Serían siete perros y 13 gatos“, detalla.

Los manifestantes llevaron fotos de los perros decomisados, incluidos algunos cuyo paradero se desconoce. / Foto: Edgar Ulises Segura

“Los fueron a botar a otro albergue”

De acuerdo con Sonia, solo cinco de los perros decomisados al refugio de la colonia Narvarte se encuentran en las instalaciones de la Brigada de Vigilancia Animal, espacio donde la Secretaría de Seguridad Ciudadana traslada a las especies aseguradas en cateos o que forman parte de procesos judiciales. El resto, asegura, fueron llevados a otro albergue que no cuenta con las condiciones adecuadas para atenderlos.

“Nos enteramos de que uno de los albergues donde los fueron a botar está pidiendo dinero y comida porque no tiene. Entonces, ¿por qué nos los quitan si ellos no se responsabilizan y los mandan a un lugar donde no se pueden hacer cargo de sus gastos?”, reclama.

Foto: Edgar Ulises Segura

Irónicamente, el refugio de la Narvarte es uno de los que en alguna ocasión recibieron a perros de los que la Brigada de Vigilancia Animal aseguró:

“A mí misma la Brigada me obligó a quedarme un dóberman. Yo estaba afuera [del refugio]. No tenía noción de que lo iban a llevar y llegó la unidad, bajó al dóberman y me dijo ‘¿Creen que nos puedan ayudar a recibir a este animal?’ […]. Jamás entraron y me preguntaron cómo tenía a los perros, jamás me dieron un seguimiento, jamás volví a saber de ellos”.

Sonia agrega que el albergue “En busca de un hogar” ya había sido visitado en varias ocasiones por la PAOT. “Ellos iban, revisaban a los perros y salía favorable el dictamen”, cuenta.

“No teníamos las mejores condiciones, pero los perros tenían amor”

El decomiso de los perros del refugio en la colonia Narvarte se dio a raíz de una denuncia presentada por la activista Gabriela Rosales. “No es que no los protejan, sino que no los está protegiendo adecuadamente”, ha declarado Rosales sobre las razones que la motivaron a denunciar. Asimismo, ha enfatizado que “el argumento es la falta de espacio”, ya que algunos perritos dormían en transportadoras.

Al respecto, Damián, quien es voluntario del albergue desde hace 15 años, comenta: “Tal vez no teníamos las condiciones adecuadas, como ellos dicen, pero al menos esos animales tenía amor”.

“En busca de un hogar” es un refugio para perros, gatos y palomas que funciona a partir de un esquema de voluntariado y que sobrevive con donaciones de vecinos. Además, los perros rescatados eran puestos en adopción. “Nosotros tenemos en la lista de voluntarios asiduos de 256 personas . Y en la base de datos de adoptantes son casi 3,000 personas”, detalla Sonia.

Uno de esos voluntarios es Damián, quien se dedicaba a darle paseos a los perros, alimentarlos y limpiar su transportadora. Gracias a las colaboraciones de otros voluntarios, los perros recibían cuatro paseos fijos al día. También podían tener otros adicionales cuando más vecinos se sumaban para colaborar.

“Yo tenía dos turnos para pasear a los animales. Cada turno era como de seis horas y aparte iban vecinos. Les pedíamos su identificación para saber quiénes eran. Sacaban al perrito, se lo llevaban a pasear alrededor de una hora, lo regresaban y así perro tras perro. Siempre había vecinos y grupos como de scouts o de escuelas que participaban”.

Sonia y Damián, dueña y voluntario del albergue / Foto: Edgar Ulises Segura

Esa estrecha relación entre el refugio para perros y los vecinos de la colonia Narvarte fue plausible el día del operativo en que los perros fueron decomisados. Al participar como donantes o voluntarios, muchos asumen a los lomitos como “perros de la comunidad”, por lo que ahora exigen su regreso.

“Yo quisiera a mis animales de regreso. Esos animales han sido parte de mi vida. Les he dedicado 15 años de mi vida. Para mí, lo esencial es que me los regresen. No se llevaron un mueble ni se llevaron una caja; se llevaron a mi familia”, comenta Damián.

En efecto, algunos de los perros llevaban más de una década en la familia del refugio de la colonia Narvarte. Tal es el caso de Chicle, un pitbull que nunca pudo encontrar adoptante debido a su raza y tamaño.

Aline Ramírez es una exvoluntaria del albergue “En busca de un hogar” a la que le tocó cuidar a Chicle hace 10 años. Luego de ver imágenes del perrito en el operativo decidió acudir junto con sus hijos a acompañar la protesta del refugio ante la Fiscalía capitalina.

Chicle es uno de los perritos que yo conocí. Lo conocí muy diferente a como está ahora. Ya es un perro ya con canas, prácticamente de la tercera edad. Es un perro que en su momento no se pudo colocar porque demanda cierta dedicación. Los pitbull no son fácil de colocar, los perros grandes tampoco y menos los de la tercera edad”.

Foto: Edgar Ulises Segura

Al igual que Damián, Aline enfatiza que en el refugio de la Narvarte, los perros estaban en buenas condiciones:

“No había algún perro que estuviera sin estar esterilizado, que estuviera desnutrido o que estuviera en mal estado. Todos los perros siempre estuvieron muy bien. La verdad es que la dedicación que les daban estas personas ayudaba muchísimo. Teníamos perros que llegaban muy agresivos o que llegaban con la idea ya de dormirlos, pero ellos les daban una segunda oportunidad”.

Foto: Edgar Ulises Segura

Refugio de la Narvarte continúa en busca de sus perros

Actualmente, la principal demanda del albergue “En busca de un hogar” es que las autoridades esclarezcan el paradero de cada uno de los perros decomisados. Asimismo, Sonia busca comprobar que los animales se encontraban en buen estado en el albergue.

“Estamos buscando un perito veterinario que nos vuelva a hacer el peritaje antes de que nos los enflaquen”, cuenta y agrega que su mayor temor es que las autoridades puedan fabricar evidencias.

“Los creemos capaces de fabricar las pruebas, porque el fiscal insiste en que se comprobó el maltrato, que los animales iban lesionados, que estaban en riesgo de muerte por falta de alimentos. Se han acercado con nosotros algunos animalistas que nos han comentado que a ellos sí les han fabricado las pruebas. ¿Y cuál es la forma de fabricarles las pruebas? Matar al perro con heridas evidentes y decir que esas heridas las llevaban y por eso murieron”.

Por lo pronto, más allá de este caso, lo que queda de manifiesto es que la mayoría de las organizaciones sociales que se dedican al rescate de animales en México trabajan con recursos propios, sin apoyo de las autoridades. Mientras que las autoridades suelen caer en prácticas opacas que no resuelven los problemas estructurales.


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