La Comisión Ballenera Internacional emitió el 7 de agosto una “alerta de extinción” para la vaquita marina; sin embargo, el World Wildlife Fun (WWF) reconoció que esta alerta de extinción recalca la advertencia sobre la inminente extinción de la marsopa y espera que genere apoyo y aliento en niveles nacionales y globales para intensificar las acciones necesarias para salvarla.
“La extinción de la vaquita es inevitable a menos que el 100% de las redes de arrastre sean sustituidas inmediatamente por artes de pesca alternativas que protejan a la vaquita y el sustento de los pescadores”, afirmó la Comisión Ballenera Internacional.
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Según los resultados que reporta del gobierno de México a través del Crucero de Observación Vaquita 2023, la probabilidad de que el número de vaquitas sea de 10 a 13 individuos es del 76 por ciento, contándose entre ellos a dos crías. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés) estos números muestran la resistencia de la especie y dan razones para creer que no es demasiado tarde.
Los esfuerzos por proteger la vaquita marina comenzaron en 1997, cuando se realizó la primera estimación de su población y se descubrió que sólo quedaban 567 individuos; posteriormente, en 2008, una segunda estimación dio un resultado de 256 individuos, o sea una reducción de 28 vaquitas por año.
La principal amenaza para la vaquita marina es la muerte accidental durante las actividades pesqueras. Entre 1985 y 1992, los científicos realizaron necropsias a 128 vaquitas y descubrieron que el 100 por ciento de ellas murió en redes de pesca. La mayoría de las muertes se atribuyen a enredos y ahogos en redes de enmalle, colocadas para la pesca de totoaba.
Es por ello que en las ultimas dos décadas la WWF lideró, promovió y colaboró con el gobierno mexicano, académicos, la sociedad civil, las comunidades locales y pescadores para desarrollar artes de pesca alternativas, llevar a cabo el monitoreo de la marsopa, buscar mercados preferenciales para la comercialización de productos pescados con artes que no capturan vaquitas marinas e instrumentar políticas públicas y gobernanza.
“WWF reconoce la voluntad y los esfuerzos de varias partes interesadas involucradas en la protección de este cetáceo endémico y en garantizar los medios de vida de las comunidades pesqueras locales. Sin embargo, continuamos haciendo llamados para el uso de métodos de pesca alternativos dentro de su hábitat central y enfatizamos la importancia de salvar a la especie”, dijo Ixchel López Olvera, directora del Programa de Océanos de WWF México.
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