Después de una semana de microsismos en la CDMX, es posible que estos movimientos sigan registrándose en el corto plazo, explicó Luis Quintanar, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.

En entrevista con Reforma, el especialista señaló que esto se debe a que son ocasionados por un enjambre sísmico, el cual podría durar todavía unos cuantos días.

Anteriormente, ya hubo una racha de sismos similar a la que se ha registrado desde el pasado viernes 12 de julio; ocurrió en febrero de 1981, en la zona de Mixcoac. De acuerdo con Quintanar, en aquella ocasión se reportaron 14 sismos.

“Puede durar todavía unos cuantos días, es muy difícil que un enjambre dure varias semanas, eso ya es más improbable, lo que realmente ocurre es que ocurre a lo largo de unos cuantos días”, dijo el especialista.

También recordó que si bien los sismos no se pueden predecir, en este caso, cuando surgen los llamados enjambres, suelen extenderse durante días, pero no es algo que ocurra por semanas.

Una semana de microsismos en la CDMX

Desde el pasado viernes 12 de julio, la CDMX ha sido sacudida por 20 microsismos, la mayoría de estos con epicentro en la alcaldía de Álvaro Obregón.

El de mayor intensidad ocurrió el pasado 16 de julio y fue de 3.0, de acuerdo con el reporte del Sismológico Nacional.

Estos sismos de baja intensidad solo son perceptibles en algunas zonas de la ciudad, principalmente en colonias como San Miguel Chapultepec, Tacubaya, Lomas de Chapultepec, Polanco, Escandón, Condesa, etcétera.

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¿Por qué hay microsismos en la CDMX?

De acuerdo con Raúl Valenzuela Wong, especialista del departamento de Sismología de la UNAM, aunque normalmente los sismos ocurren en los límites de las placas tectónicas también pueden ocurrir al interior, en las zonas conocidas como fallas.

“Las fallas son superficies con una longitud y un ancho de forma rectangular en las que se juntan dos grandes bloques de roca y se produce un sismo cuando uno de esos bloques se mueve con respecto al otro”, explicó.

Este tipo de movimientos oscila entre 1.5 y 4.5 grados de intensidad, lo que puede provocar que solo lo sientan las personas cercanas al epicentro.

Valenzuela Wong dijo a Chilango que la recurrencia de estos movimientos no deben causar alarma, “pues no son nada fuera de lo común, ocurren con relativa frecuencia”.

Comentó que una de las razones por las que los chilangos nos enteramos cada vez más seguido de estos movimientos es porque las 30 estaciones del Servicio Sismológico Nacional en el Valle de México los han estado documentando y, a raíz del 19S, las personas estamos cada vez más al pendiente.

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