Mientras para algunos capitalinos el transporte público de CDMX es algo cotidiano, monótono y hasta tedioso de usar, para Augusto Neri, un joven estudiante de Ingeniería, se trata de algo fascinante con el poder de llevarlo a cualquier lugar de la ciudad.
El cuarto de Augusto guarda una colección de más de 60 unidades de transporte chilango. Hay comboyes del Metro, unidades del Tren Ligero y del Tren Interurbano. También metrobuses, autobuses de la RTP y de transporte concesionado, microbuses, combis, vagonetas y hasta Cablebús y Mexicable.
Por supuesto, se trata de réplicas a escala, con la particularidad de que todas y cada una fueron construidas por el propio Augusto con bloques de lego.
El transporte público de CDMX también tiene sus fans
Aunque generalmente se lleva las mentadas de madre de quienes lo califican como lento, lo responsabilizan por llegar tarde o simplemente se quejan porque pasa lleno, el transporte público de CDMX también tiene sus fans.
Augusto pertenece a una comunidad de aficionados que demuestran du pasión de distintas formas:
“Hay gente que se dedica a hacer escalas como yo, pero lo hacen con otros materiales, como cartón o plástico. También hay aficionados que se dedican a tomar fotografías. Incluso hay un amigo que tiene un puesto de tortas y a sus tortas les pone nombres modelos del Metrobús”, cuenta.
Pero dentro de esta comunidad, Augusto es uno de los personajes más destacados. Con tan solo 28 años ha creado alrededor de 60 modelos a escala e hiperrealistas del transporte público de CDMX, algo impresionante si se toma en cuenta que tarda entre tres y cinco meses en crear cada pieza.
Además, Augusto sale a las calles para fotografiar sus escalas junto a unidades reales. Muchos operadores de unidades de transporte público ya lo conocen. Otros aprovechan los semáforos para preguntarle si vende sus modelos.
Augusto siempre acude con sus escalas cada que se inaugura una nueva línea de transporte público o se da el banderazo de salida a una nueva flotilla de autobuses. Incluso los funcionarios públicos aprovechan la oportunidad para fotografiarse con él y con sus creaciones.
Hasta la empresa china Yutong, fabricante de los nuevos trolebuses de CDMX, lo invitó a participar en un documental.
Pero ¿como empezó esta pasión por el transporte público de CDMX?
El poder de transportarse a cualquier lugar
“El transporte público te puede llevar a cualquier lugar al que quieras ir”, explica Augusto con fascinación.
Esa fascinación comenzó cuando el joven empezó a utilizar el transporte para trasladarse a la escuela. Ello le hizo darle un toque chilango a otra de las aficiones que ya tenía: la construcción de trenes a escala:
“Cuando era muy chiquito mis papás siempre me compraban juguetes de Lego, sobre todo trenes, que a mí me fascinaban. Luego empecé a utilizar yo solo el transporte. Hubo un día que andaba en una tienda en una departamental, en una juguetería, y vi un autobús de Lego. La manera en que estaba armado ese autobús me inspiró. Me empecé a imaginar cómo se vería armado un autobús de la Ciudad de México en lego”.
Así nació una colección que abarca modelos a escala de todos los sistemas de transporte público de CDMX y Edomex:
“Tengo todos los del Valle de México, desde las combis, vagonetas y microbuses hasta trenes como el Metro de la Ciudad de México, el Tren Ligero, el Tren El Insurgente y muy pronto voy a hacer el suburbano”, explica.
Su colección también incluye autobuses de RTP, cabinas de cablebús y del Mexicable, unidades del Mexibús, etc. Actualmente Augusto también está empezando a hacer réplicas a escalas de transportes foráneos.
La historia del transporte público de CDMX en una sola habitación
Augusto cuenta que para crear sus réplicas a escala lo primero que hace es salir a las calles y tomar fotografías a las unidad:
“Les tomo en todos los ángulos: el techo, en la parte donde están las puertas, en la parte donde está la cabina del operador”, cuenta.
Luego utiliza un software especial para saber cuántas piezas necesitará para construir el modelo y se da a la tarea de conseguirlas.
“Utilizo un software que se llama Lego Digital Designer. En ese software ahí vienen todos los tipos de piezas y tamaño de los que Lego dispone. Voy buscando las piezas y lo voy armando, para que me quede lo más parecido posible al autobús real”.
Sin embargo, Augusto también tiene réplicas a escala de unidades antiguas del transporte público que ya no circulan por las calles de CDMX. Para esos casos se apoya en otros aficionados:
“Conozco gente que sí ha alcanzó a tomar en aquellos tiempos fotografías de esos camiones cuando todavía daban servicio. Entonces, les pido fotografías y en ellas me baso para hacer la escala”.
En ese sentido, la colección de Augusto cuenta la historia de buena parte del transporte público en CDMX:
“Tengo un Trolebús antiguo que fue de los primeros que hubo en la Ciudad de México. Es de esos trolebuses que llegaron sustituir a las rutas de tranvía y circulaban entre los años 60 y 80”.
Otro ejemplo es el de autobuses de la RTP creados a partir de unidades heredadas de la extinta Ruta 100.
Por supuesto, la colección también llega hasta las unidades más modernas:
“El más nuevo es el tren NM 22, fabricado por la empresa china CRRC. Son los últimos trenes que ha adquirido el Metro. Algunos de ellos ya se encuentran circulando en la Línea 1”.
Cuidar y mejorar el transporte público de CDMX
“Yo soy de las personas que prefieren el transporte público porque es un ahorro económico”, asegura Augusto al comparar el costo de un viaje en Metro o RTP con el pago de la tenencia o el seguro de un coche.
Sin embargo, reconoce que el transporte público es algo en lo que las autoridades tienen que invertir:
“Yo pienso que si el gobierno le sigue invirtiendo y sigue mejorando el transporte público, la gente va a dejar de usar su carro”, dice.
Sin embargo, enfatiza que también hay otra cara de la moneda: el uso que los pasajeros hacemos del transporte:
“Recomiendo a la gente que use bien el transporte público, que lo mantenga limpio, porque a final de cuentas el transporte es de todos”, finaliza.