Es increíblemente difícil comenzar a hablar de Grand Theft Auto V. Uno no sabe si concentrarse en sus inolvidables personajes, en su trama, en su crítica al modo de vida estadounidense, en su refinado sistema de mundo abierto, en las múltiples actividades que puedes realizar, en su ácido humor, en sus escenas controversiales, en lo divertido y realista que es manejar sus diferentes medios de transporte, en su entretenida violencia, en su innovadora narrativa, en su robustísimo soundtrack, en sus gráficos…

Cada uno de esos aspectos (más los que me faltaron por mencionar) merecen una tesis completa por sí mismos. Estamos ante uno de los productos más importantes de la industria del entretenimiento contemporáneo que cuesta más que la producción de una película hollywoodense y vende mucho más que ella.

Y es que a pesar de todo lo que GTA V involucra, Rockstar (su compañía creadora) logró que sus personajes principales jamás se desdibujaran: Michael, Franklin y Trevor son geniales y nos llevan de la mano por toda la ciudad de Los Santos sin descuidar los conflictos internos que cada uno de ellos tiene (y no están exentos de hipocresía y contradicción), provocados por la crisis (social, económica, espiritual) en la que Estados Unidos está aún sumergido.

GTA V es una experiencia definida por momentos. Instantes que van desde lo banal como jugar golf o volar una avioneta sobre la inmensa ciudad, divertidos, o intensos como participar en la tortura de un hombre. Y no, no puedes brincártela, TIENES que torturarlo para avanzar. ¿Polémico? Sí. ¿Hermoso? También, desde un punto de vista muy bizarro, sí. Es ficción, no se claven.

El mundo abierto donde está ambientado el juego es sublime, pero lo mejor de todo es que no sólo es un gran mapa lleno de actividades aleatorias, sino que cada una de ellas requiere una minuciosa planeación para que todo salga como quieres en las misiones. Pero también tienes libertad para hacerlo como tú quieras: por ejemplo, en cierta misión puedes ser extremadamente cauteloso y disfrazarte para entrar a un lugar o acumular todo tipo de armas, estrellar un avión en la ventana y asesinar a todos para llegar al mismo lugar.

Tú decides cómo jugar… o no jugar: puedes pasar horas explorando la ciudad, lidiando con actividades criminales, distrayéndote en los bares, invirtiendo en la bolsa, recibiendo un corte de cabello, rescatando a una bella mujer de un accidente, estrellando camiones con explosivos en supermercados llenos de gente, discutiendo con tu esposa, jugando tenis, o simplemente viendo a los paseantes con sus perros. Y cuando te aburras, puedes robar un auto y atropellarlos a todos. Equis, somos chavos.

La narrativa no se descuidó y el sistema de tener tres personajes, cada uno con su propia agenda, y poder espiarlos en cualquier momento para ver en qué andan, es grandioso. Gracias a él se logran momentos extremadamente sorpresivos, y la mayoría de las veces divertidos, en la trama.

Ahora que si TOOOODO esto te abruma (como a mí), súbete a un auto, prende el radio, sintoniza alguna estación y ponte a hacer otra cosa mientras escuchas. Simplemente la selección musical de cada una de ellas basta para maravillarte: podrás escuchar a Britney Spears junto con Aphex Twin, Queen, Elton John, The Alan Parsons Project, Phil Collins, Chicago, Corona, Rihanna, Pet Shop Boys y Enrique Iglesias con Pitbull aderezados con un toque de Fandango (sí, las de “Autos, Moda y Rock and Roll), Don Cheto, Sonora Dinamita (con la mismísima “Se me perdió la cadenita”), Maldita Vecindad (con “Pachuco”), Jessy Bulbo, Los Tigres del Norte y Los Ángeles Negros. Y, como en el resto de este texto, me quedé corto.

¿Quieres ser testigo de un hito en la historia del entretenimiento? Juega Grand Theft Auto V. No importa lo que hagas en él. Sólo juégalo.

Grand Theft Auto V

Desarrolla: Rockstar

Publica: Rockstar

Consolas: 360, PS3, PC

Clasificación: M sólo para audiencias maduras

Salida: 17 de septiembre 2013