Este domingo, poco después del mediodía, inició en el Complejo Cultural Los Pinos la subasta de autos confiscados por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE). En esta ocasión hubo 400 participantes que pujaron por los vehículos, a diferencia de los 320 que se presentaron a la subasta pasada, ocurrida en la base militar de Santa Lucía.
Hasta el momento, la unidad vendida al precio más alto es una camioneta Ford Shelby F150 modelo 2016, la cual inició con un precio de un millón 216 mil 800 pesos, y terminó en una negociación por un millón 900 mil pesos. Este vehículo fue confiscado en Culiacán, Sinaloa, luego de una emboscada a un grupo de militares, y pertenecía al Cartel de Sinaloa.
El segundo lugar en precio correspondió a un Lamborghini Murciélago modelo 2007, el cual alcanzó un negociación final de un millón 775 mil pesos. Su precio de inicio en la subasta fue de un millón 472 mil pesos. El ganador de la subasta es un ciudadano de Michoacán.
De las ocho camionetas blindadas que se ofrecieron, hasta la tarde sólo habían sido vendidas dos.
Uno de los autos que más llamó la atención fue un ‘vocho’ modelo 2004, que inició con un precio de 10 mil pesos, y finalmente fue subastado a 65 mil. Fue adquirido por un empresario de la Ciudad de México.
En total, 82 vehículos de una amplia gama de precios fueron subastados en el Complejo Cultural Los Pinos. El gobierno federal esperaba recaudar 30 millones de pesos este día, y casi llegó a la meta, pues logró obtener 28 millones de pesos.
El dinero será enviado a los dos municipios más pobres de Oaxaca, según afirmó el presidente.
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